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Créditos personales y tarjetas de crédito: ¿Cuál es mejor opción en tiempos de alta inflación?

Tanto los créditos personales como las tarjetas de crédito tienen sus ventajas y desventajas en tiempos de alta inflación. Conoce las diferencias

Créditos personales y tarjetas de crédito: ¿Cuál es mejor opción en tiempos de alta inflación?

MÉXICO.- En un entorno económico marcado por la alta inflación, la elección de los productos financieros adecuados puede marcar la diferencia entre una buena administración de las finanzas personales o caer en un ciclo de endeudamiento.

En México, los consumidores suelen optar entre dos herramientas comunes para acceder a financiamiento: los créditos personales y las tarjetas de crédito.

Aunque ambos ofrecen acceso rápido al dinero, sus condiciones y costos varían significativamente, y elegir el más conveniente dependerá de varios factores.

Créditos personales: un monto fijo con intereses claros

Los créditos personales son préstamos que se otorgan por una cantidad determinada de dinero, con un plazo fijo de pago y una tasa de interés establecida al momento de la contratación.

Esta fijación de intereses puede ser una ventaja en tiempos de alta inflación, ya que asegura que los pagos mensuales no se vean afectados por las fluctuaciones del mercado.

Entre los principales beneficios de un crédito personal destacan:

  • Montos más grandes: Generalmente, los créditos personales permiten acceder a cantidades de dinero más elevadas en comparación con las tarjetas de crédito.
  • Plazos definidos: Los pagos se realizan de manera periódica (mensual, quincenal) hasta liquidar el préstamo, lo que da una mayor certidumbre sobre el tiempo total de la deuda.
  • Intereses fijos: A diferencia de las tarjetas de crédito, las tasas de interés suelen ser fijas, lo que es ideal para evitar sorpresas en tiempos de inflación.

Sin embargo, este tipo de crédito también tiene desventajas. Por ejemplo, los requisitos de aprobación suelen ser más estrictos y, en muchos casos, una vez contratado el crédito, no es posible hacer pagos anticipados sin penalización.

Tarjetas de crédito: flexibilidad con riesgo de sobreendeudamiento

Las tarjetas de crédito son herramientas muy populares debido a su flexibilidad y facilidad de uso. Permiten realizar compras o disponer de efectivo en prácticamente cualquier momento, lo que las convierte en una opción tentadora para enfrentar imprevistos o realizar compras a meses sin intereses.

Las principales ventajas de las tarjetas de crédito son:

  • Disponibilidad inmediata: Una tarjeta de crédito siempre está disponible para cualquier emergencia o gasto imprevisto.
  • Pagos a meses sin intereses: Ofrecen la opción de diferir pagos de bienes o servicios a plazos sin pagar intereses, una ventaja significativa si se administra correctamente.
  • Programas de recompensas: Muchos bancos ofrecen beneficios como puntos, millas o cashback por el uso de sus tarjetas.

No obstante, la flexibilidad que ofrecen las tarjetas de crédito puede convertirse en un problema si no se utilizan con disciplina. El sobreendeudamiento es un riesgo común, y las tasas de interés suelen ser variables y considerablemente más altas que las de un crédito personal. Esto se agrava en periodos de alta inflación, donde los intereses pueden dispararse y elevar el costo total de la deuda si no se paga el saldo total cada mes.

¿Cuál es la mejor opción en tiempos de inflación?

La inflación eleva los precios de bienes y servicios, y en consecuencia, el costo del dinero. En este contexto, los créditos personales ofrecen una mayor estabilidad, ya que permiten acceder a un monto específico con intereses fijos, lo que es ideal para quienes necesitan financiamiento para proyectos grandes o consolidación de deudas.

En cambio, las tarjetas de crédito pueden ser convenientes para compras a corto plazo o de menor monto, siempre y cuando se paguen los saldos antes de que se generen intereses.

Algunas recomendaciones para tomar una decisión informada:

  • Evalúa el monto necesario: Si se trata de una compra grande o un proyecto a largo plazo, un crédito personal podría ser la mejor opción. Si es un gasto menor o recurrente, la tarjeta de crédito puede ser más útil.
  • Considera los intereses: En tiempos de inflación, las tasas variables de las tarjetas de crédito pueden volverse muy altas, por lo que es recomendable optar por productos con intereses fijos.
  • Evita el sobreendeudamiento: Si eliges la tarjeta de crédito, asegúrate de no exceder tu capacidad de pago y mantén control sobre los saldos pendientes.

Tanto los créditos personales como las tarjetas de crédito tienen sus ventajas y desventajas en tiempos de alta inflación. La clave está en elegir el producto adecuado según las necesidades específicas y administrar el dinero de manera responsable para evitar problemas financieros futuros.

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