La Reserva Federal se prepara para una política monetaria más flexible en septiembre

MÉXICO.- Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), anunció en el simposio de banqueros centrales en Jackson Hole que el banco central de Estados Unidos iniciará un ciclo de reducción de tasas de interés a partir de septiembre, marcando un cambio significativo en su enfoque monetario.

Powell, en un discurso claro y sin ambigüedades, destacó que el próximo recorte de tasas no será un evento aislado, sino parte de una estrategia más amplia de ajuste monetario.

En la página 4 de su discurso, el presidente de la Fed enfatizó: “El nivel actual de nuestra tasa de referencia nos da un margen considerable para responder a los riesgos que pudiéramos encontrar.”

Dinero

México sufrirá alta inflación y bajo crecimiento, prevé Moody’s ante amenazas de Trump

Tres declaraciones clave de Powell revelan la nueva postura de la Fed:

1. El mercado laboral ya no es una fuente de presiones inflacionarias como lo fue hace unos meses, lo que reduce la preocupación por un alza de la inflación.
2. Los riesgos inflacionarios han disminuido, mientras que los riesgos para el empleo han aumentado, lo que ha alterado el balance de riesgos para la Fed.
3. La Fed está lista para ajustar su política monetaria para restaurar un mercado laboral robusto y avanzar hacia la estabilidad de precios.

Powell también subrayó el papel de la Fed en mantener las expectativas inflacionarias ancladas durante el episodio inflacionario reciente, destacando que los choques económicos derivados de la pandemia fueron considerados transitorios por la institución.

Con el mercado laboral menos ajustado y una inflación en desaceleración, la Fed considera que el ciclo de política monetaria restrictiva está llegando a su fin.

El cambio de dirección busca evitar una mayor desaceleración en el empleo, que podría conducir a una recesión, en un momento en que los datos del PIB y el consumo no muestran un patrón consistente con tal escenario.

La Fed se prepara para una estrategia monetaria más flexible, reconociendo los cambios en el equilibrio de riesgos y el estado actual de la economía estadounidense.