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¿Por qué las famosas tandas mexicanas pueden ser tan peligrosas financieramente para tu bolsillo?

Aunque las tandas pueden ofrecer una forma conveniente de ahorro y apoyo mutuo, es importante que los participantes estén conscientes de los riesgos financieros asociados

MÉXICO-. Las tandas, una práctica financiera informal arraigada en la cultura mexicana, han sido durante mucho tiempo una forma común en la que las personas ahorran y se ayudan mutuamente económicamente.

Sin embargo, a pesar de su popularidad, las tandas pueden representar riesgos financieros significativos para los participantes.

¿Qué son las tandas?

En esta practica, un grupo de personas se organiza para aportar la misma cantidad de dinero en plazos previamente establecidos.

Una persona se encarga de supervisar que todos hagan sus aportaciones y de entregar el dinero en fechas determinadas, rotando entre todos los participantes. El ahorro depende de las aportaciones y de las personas que deciden unirse a la tanda.

Aunque las tandas pueden ofrecer beneficios financieros, como acceso a fondos en momentos de necesidad, también presentan una serie de desventajas considerables que pueden poner en riesgo el bienestar económico de los participantes:
  1. Vulnerabilidad a robos y engaños: La falta de regulación y supervisión formal hace que las tandas sean propensas a fraudes y malversaciones por parte de los organizadores.
  2. Ausencia de intereses: A diferencia de otras formas de ahorro, el dinero acumulado en una tanda no genera intereses, lo que significa que los participantes no obtienen ganancias adicionales por su contribución.
  3. Riesgo de pérdida de fondos: Si un participante abandona la tanda antes de que llegue su turno de recibir el dinero, puede terminar recibiendo menos de lo que ha aportado.
  4. Posible mala administración: La falta de una gestión adecuada por parte de los organizadores puede resultar en problemas en la distribución equitativa de los fondos y en la pérdida de confianza entre los participantes.
  5. Limitaciones en la disponibilidad de fondos: Los participantes deben esperar su turno designado para recibir el dinero, lo que significa que no pueden acceder a sus ahorros en caso de emergencia.
  6. Riesgo de devaluación del dinero: Los ajustes inflacionarios pueden hacer que el valor real del dinero ahorrado en una tanda disminuya con el tiempo, especialmente para aquellos con turnos más tardíos.
  7. Falta de garantías legales: En caso de disputas o incumplimientos, los participantes de las tandas tienen pocas opciones legales para recuperar sus fondos, ya que estas transacciones se realizan fuera del sistema financiero formal.

En resumen, aunque las tandas pueden ofrecer una forma conveniente de ahorro y apoyo mutuo, es importante que los participantes estén conscientes de los riesgos financieros asociados y tomen medidas para proteger sus intereses.

La educación financiera y la prudencia son fundamentales para evitar posibles consecuencias negativas de participar en tandas.

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