Nick Kyrgios, fuera del top 600, vence a Aryna Sabalenka, número 1 del mundo, en la “Batalla de los Sexos”

El tenis volvió a colocarse en el centro de la conversación mundial tras un espectáculo que mezcló entretenimiento, contraste deportivo y debate. En la llamada “Batalla de los Sexos”, disputada en el Coca-Cola Arena de Dubái, Nick Kyrgios superó a Aryna Sabalenka por 6-3 y 6-3 ante cerca de 17 mil espectadores.

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Un espectáculo pensado para entretener, no para competir

Aunque fue promovido como una “Batalla de los Sexos”, el duelo tuvo un enfoque más recreativo que competitivo. Desde el inicio, el ambiente dejó claro que se trataba de una exhibición pensada para el público y no de un enfrentamiento deportivo formal.

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Hubo gestos teatrales, sonrisas constantes y momentos diseñados para provocar risas. Aryna Sabalenka incluso pidió un tiempo muerto para bailar La Macarena frente al público, lo que reforzó el tono relajado del evento.

Kyrgios vuelve a la pista tras meses de inactividad

Nick Kyrgios llegó al evento tras nueve meses alejado del circuito ATP y con un estado físico lejos de su mejor versión. Aun así, el australiano mostró superioridad técnica y control del partido.

El exfinalista de Wimbledon 2022 manejó los tiempos, eligió bien sus golpes y aprovechó los errores de su rival para cerrar ambos sets con autoridad.

Actualmente, Kyrgios ocupa el puesto 671 del ranking mundial, muy lejos de su mejor ubicación, el número 13, alcanzado en 2016. Su carrera ha estado marcada por lesiones, interrupciones y decisiones personales que han limitado su continuidad.

Sabalenka aceptó el reto en condiciones distintas

Aryna Sabalenka, actual número uno del mundo, afrontó el partido bajo reglas modificadas. La cancha fue reducida en un 9 por ciento y solo contó con un saque, medida pensada para equilibrar la diferencia física.

Originalmente se había planteado que Kyrgios tuviera dos servicios por punto, pero esa regla fue descartada. Aun así, el encuentro mostró una clara ventaja del australiano, sobre todo en los momentos clave.

Sabalenka, ganadora de 21 títulos WTA y cuatro Grand Slams (dos Abiertos de Australia y dos US Open), mantuvo una actitud abierta y participativa, consciente del carácter simbólico del evento.

Días antes del partido, la ex número uno del mundo Garbiñe Muguruza ya había abordado este tema en una entrevista con la radio COPE, donde explicó:

Creo que incluso una júnior me ganaría si fuera la número uno del mundo. La diferencia es enorme, no es solo potencia, sino físico, masa muscular, resistencia… son muchas cosas”.

Sus palabras reforzaron el debate sobre la viabilidad deportiva de este tipo de encuentros, incluso cuando se realizan con fines recreativos.

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Un cierre sin sorpresa, pero con mensaje claro

Cuando Sabalenka logró ponerse 3-1 arriba en el segundo set, pareció abrirse una oportunidad. Sin embargo, Kyrgios respondió con autoridad y ganó cinco juegos consecutivos para cerrar el partido.

El resultado final, 6-3 y 6-3, reflejó la diferencia natural entre ambos en condiciones reales de competencia. Aun así, el evento cumplió su objetivo principal: entretener, generar conversación y atraer la atención del público global.

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