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A sus 41 años, Max Scherzer, el “pitcher más intenso de las Grandes Ligas”, volverá a la Serie Mundial con los Azulejos contra los Dodgers en busca de su tercer campeonato

Entre gritos, rituales y desafíos a managers y rivales, Max Scherzer impone su ley en cada lanzamiento y mantiene su reputación de “pitcher psicópata”.

A sus 41 años, Max Scherzer, el “pitcher más intenso de las Grandes Ligas”, volverá a la Serie Mundial con los Azulejos contra los Dodgers en busca de su tercer campeonato

Max Scherzer es reconocido como uno de los lanzadores de élite en el beisbol, un estatus que está intrínsecamente ligado a una personalidad de competitividad extrema, a menudo descrita como “psicopática”.

Su comportamiento se caracteriza por una intensidad obsesiva, rituales de preparación inusuales, una notable resistencia al dolor y una naturaleza abiertamente confrontacional con compañeros, entrenadores y rivales.

Un punto de inflexión crítico en su carrera fue la trágica muerte de su hermano en 2012, un evento que, según el análisis, lo transformó de un lanzador promedio a una fuerza dominante al obligarlo a compartimentar sus emociones para enfocarse exclusivamente en el beisbol.

Incidentes como exigir acuerdos de confidencialidad, negarse a ser sustituido en los juegos (un rasgo que continuó hasta hace unos días en la Serie de Campeonato 2025) y demostrar una tolerancia casi sobrehumana a las lesiones, pintan el cuadro de un atleta cuya mentalidad es su principal arma.

Aunque probablemente no sea un psicópata clínico, su personaje en el montículo es el de uno, una estrategia que ha demostrado ser la clave de su éxito y dominio en el deporte, culminando en tres premios Cy Young y dos campeonatos de Serie Mundial (2019 y 2023), ambos para franquicias que nunca antes habían ganado un título.

Un competidor extremo

El comportamiento de Scherzer, marcado por una competitividad obsesiva y una intensidad que nunca disminuye, se alinea con este perfil. Desde sus días universitarios, donde un entrenador lo describió como un “personaje de dibujos animados” debido a sus extraños hábitos, hasta su carrera profesional, Scherzer ha cultivado una reputación de ferocidad implacable.

La anatomía de la intensidad

La personalidad de Scherzer en el campo es una mezcla compleja de rituales, agresión controlada y concentración inquebrantable. Estos elementos se manifiestan en diversas facetas de su vida profesional.

Rituales y obsesiones en la preparación

La preparación de Scherzer va más allá de la práctica estándar, incorporando rituales diseñados para maximizar su enfoque y simular las condiciones del juego.

  • Prácticas de Bullpen: Realiza sus sesiones de bullpen vistiendo su uniforme completo para replicar la experiencia de un juego real.
  • Acuerdo de Confidencialidad: En una ocasión, le exigió a su compañero David Price que firmara un acuerdo de confidencialidad (NDA) solo para poder observar una de sus sesiones de bullpen y evitar que sus secretos fueran revelados.
  • Intensidad Vocal: En la universidad, gritaba “100” repetidamente durante sus entrenamientos con pesas con el objetivo de lanzar a 100 millas por hora. También desarrolló un lanzamiento llamado “fastball extra”, durante el cual gritaba la palabra “Juice” para aumentar la velocidad de su lanzamiento regular en 4-5 mph. Sus compañeros de universidad todavía lo apodan “Juice”.
  • Práctica Ininterrumpida: Cuando era jugador de los Nacionales, fue visto lanzando la pelota en el campo del Nationals Park mientras era ocupado para la ceremonia de graduación de la Universidad de Georgetown, demostrando que nada se interpondría en su rutina.
  • Dieta: Su apetito competitivo se extiende a su dieta. En la universidad, aceptó el desafío de comer tres burritos de Chipotle en una sola sentada. Como profesional, se informa que consume un sándwich con más de media libra de rosbif antes de cada apertura. Se estima que consumió más de 92 libras de carne durante su tiempo en Washington.

Comportamiento confrontacional y agresivo

Scherzer no evita la confrontación; de hecho, parece utilizarla como combustible. Su historial está lleno de altercados verbales y desafíos a la autoridad.

  • Desafíos a los Mánagers: Se ha enfrentado verbalmente a sus mánagers en múltiples ocasiones (universidad, ligas menores y Grandes Ligas) cuando intentaban sacarlo de un juego.
    • Matt Williams (2015): Cuando Williams fue a visitarlo al montículo, Scherzer le gritó “¡la quiero!” (“I want it!”), y el mánager se retiró inmediatamente.
    • Dusty Baker (2017): Con 109 lanzamientos, Baker intentó sustituirlo. Scherzer lo miró fijamente y dijo: “¡Lo tengo, carajo!” (“I fucking got him”), y Baker lo dejó en el juego.
    • Davey Martinez (2019): Después de 117 lanzamientos, Martínez caminó hacia el montículo. Antes de que llegara, Scherzer gritó “¡No!” y “¡Lo tengo!”. Martínez se dio la vuelta y Scherzer procedió a ponchar al siguiente bateador en tres lanzamientos.
    • John Schneider (2025): El patrón continuó hasta el final de su carrera. En la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 2025, lanzando para los Azulejos de Toronto a los 41 años, Scherzer tuvo un enérgico intercambio con su mánager. Cuando Schneider fue al montículo en la quinta entrada para retirarlo, Scherzer se negó rotundamente, exigiendo terminar la entrada. Schneider cedió, y Scherzer procedió a ponchar al formidable Randy Arozarena para poner fin a la amenaza.
  • Altercados con Compañeros: Tuvo un altercado a gritos con su compañero de equipo Steven Strasburg en el banquillo durante un juego en 2018. También tuvo enfrentamientos a gritos con compañeros durante juegos de práctica en la universidad.
  • Enfrentamientos con Rivales: En 2021, después de que el mánager de los Phillies, Joe Girardi, solicitara una tercera revisión de sustancias extrañas en medio de una entrada, Scherzer se desabrochó el cinturón y comenzó a bajarse los pantalones para que lo revisaran por completo. Posteriormente, miró fijamente a Girardi durante todo su camino de regreso al banquillo.

Resistencia sobrehumana al dolor y la adversidad

La capacidad de Scherzer para lanzar a pesar de lesiones graves es legendaria y subraya su determinación de competir sin importar las circunstancias.

  • Nariz Rota (2019): Se rompió la nariz durante una práctica de bateo. Al día siguiente, con un ojo morado masivo, lanzó siete entradas en blanco contra los Phillies con 10 ponches.
  • Lesión de Rodilla (2017): Fue golpeado por una línea de 100 mph directamente en la rodilla y colapsó de dolor. Después de más de un minuto en el suelo, se levantó y permaneció en el juego, lanzando un total de seis entradas. En la siguiente entrada, logró una “entrada inmaculada”, ponchando a tres bateadores con solo nueve lanzamientos.
  • Lesión de Cuello en la Serie Mundial (2019): Sufrió una lesión en el cuello tan severa que no podía levantar el codo por encima del hombro y su esposa tenía que ayudarlo a vestirse. Unos días después, con la ayuda de varias inyecciones de cortisona, lanzó cinco entradas en el Juego 7 de la Serie Mundial, permitiendo solo dos carreras y ayudando a los Nationals a ganar su primer campeonato.
  • El Epílogo: La Lucha Contra el Tiempo (2021-2025): Esta batalla contra la adversidad definió el capítulo final de su carrera. Después de terminar la temporada 2021 con los Dodgers con un “brazo muerto” y un tumultuoso 2023 con los Mets que terminó en su traspaso, Scherzer llegó a los Texas Rangers. Inmediatamente ayudó a llevarlos a la Serie Mundial, pero tuvo que abandonar su apertura del Juego 3 por espasmos en la espalda. Esta lesión resultó ser una hernia de disco que requirió cirugía en diciembre de 2023, costándole la mitad de 2024. Los años 2024 y 2025 se convirtieron en una lucha constante, no contra los bateadores, sino contra su propio cuerpo, demostrando que su voluntad persistía incluso cuando su físico comenzaba a ceder.

El punto de inflexión: una tragedia familiar

La trayectoria de Max Scherzer cambió drásticamente en 2012, transformándolo de un lanzador con estadísticas promedio a uno de los mejores del beisbol.

El 20 de junio de 2012, el hermano de Max, Alex, se quitó la vida. Scherzer abandonó el equipo para estar con su familia, pero solo un día después decidió que lo mejor que podía hacer para ayudar a su familia a sanar era realizar su próxima apertura programada. A pesar de estar emocionalmente destrozado antes del juego, lanzó seis entradas.

Después de este evento, Scherzer hizo un pacto consigo mismo para eliminar todas las distracciones emocionales al lanzar. Según sus padres, dejó de hablar de su hermano por completo, cambiando de tema cada vez que surgía. Esta compartimentación emocional preocupó seriamente a su familia sobre su bienestar mental. Sin embargo, para Max Scherzer, era una necesidad para enfocarse en su único objetivo: convertirse en el mejor lanzador del planeta.

  • Antes de la tragedia (2012): ERA superior a 5.00
  • Después de la tragedia (2012): ERA de 2.72, líder de la liga en ponches por cada nueve entradas

Este cambio marcó el comienzo de su dominio. Al año siguiente, ganó su primer premio Cy Young.

Dominio estadístico y legado

La intensidad de Scherzer se ha traducido directamente en uno de los legados más dominantes de su era, respaldando su personalidad con resultados estadísticos sobresalientes a lo largo de toda su carrera.

Premios y reconocimientos:

  • Ganador de tres premios Cy Young (2013, 2016, 2017).
  • Ocho selecciones para el Juego de Estrellas.
  • Ganador de dos Series Mundiales (2019 con los Washington Nationals y 2023 con los Texas Rangers). Notablemente, ambos campeonatos fueron los primeros en la historia de sus respectivas franquicias, consolidando su reputación no solo como un “as”, sino como un catalizador de campeonatos.
  • Durante su apogeo (2013-2019), nunca terminó por debajo del quinto lugar en la votación del Cy Young.

Hitos de rendimiento:

  • Lideró la liga en WHIP y ponches durante tres años seguidos con los Nationals.
  • Lanzó dos juegos sin hits en la temporada 2015, uno de los cuales estuvo a un strike de ser un juego perfecto.
  • Lanzó más de 200 entradas en seis temporadas consecutivas (2013-2018).

Cultura de la no interrupción

Es conocido por negarse a chocar los cinco con sus compañeros durante los juegos, ya que no le gusta que le digan “buen trabajo”. Reprendió a compañeros como Adam Eaton y Spencer Kieboom por intentarlo.

A su llegada a los Dodgers, su nuevo mánager, Dave Roberts, le dio una palmada en el trasero y le dijo “buen trabajo”, a lo que Scherzer respondió: “No me toques, carajo” (“Don’t fucking touch me”).

Scherzer tiene un ojo azul y otro marrón

Una característica física distintiva de Scherzer es la heterocromía, una rara condición genética que hace que sus ojos sean de colores diferentes. En su caso, esta peculiaridad se manifiesta como un ojo azul y el otro marrón, lo cual lo diferencia de forma notable en el campo de juego.

Lejos de considerarlo una desventaja, Scherzer ha abrazado por completo su rasgo único, que se ha convertido en parte de su identidad pública. De hecho, su singular mirada ha sido un tema de conversación entre los aficionados e incluso ha sido plasmado en objetos de colección como muñecos de cabezones.

Este rasgo, aunque poco común en humanos, es una característica inofensiva y es aún más llamativo por el hecho de que él también ha adoptado perros con la misma condición genética.

¿Cuándo lanzará Max Scherzer en la Serie Mundial 2025?

Max Scherzer está programado para lanzar con Toronto en el Juego 3 de la Serie Mundial 2025, el lunes 27 de octubre. El partido se jugará en el Dodger Stadium en Los Ángeles. De extenderse la serie, podría volver a abrir en un hipotético y definitivo Juego 7. Además, “MAD MAX” se convertirá en el primer pitcher de la historia en lanzar en cuatro Series Mundiales distintas.

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