Jugó en el Real Madrid de los galácticos y tras su retiro perdió más de 60 millones de dólares jugando póker
Una de las piezas más icónicas que tuvo el club merengue hace casi 20 años.

En enero de 2005, el Real Madrid pagó 2.5 millones de libras para fichar a Thomas Gravesen, un mediocampista danés que llegó del Everton con la misión de llenar el hueco dejado por Claude Makélélé. Con figuras como Ronaldo Nazario y David Beckham en el equipo, las expectativas eran altas. Sin embargo, Gravesen nunca logró adaptarse, y tras una temporada y media sin brillar, el club lo traspasó al Celtic de Escocia.
A los 32 años, Gravesen colgó los botines y dio un giro radical a su vida. Se mudó a Estados Unidos y se convirtió en un exitoso inversionista, acumulando más de 110 millones de dólares. Este éxito le permitió instalarse en una exclusiva comunidad en Las Vegas, donde tuvo como vecinos a estrellas como Andre Agassi y Nicolas Cage. La vida de lujo parecía ser el nuevo hogar del exfutbolista.

Una pasión costosa
Además de sus inversiones, se aventuró en el mundo del póker profesional, pero la suerte no siempre estuvo de su lado. A lo largo de los años, perdió más de 60 millones de dólares en torneos, una cifra que refleja los altibajos de su vida tras el futbol. A pesar de las pérdidas, su fortuna le permitió mantenerse a flote.
La etapa de Gravesen en el Real Madrid dejó una historia que aún se recuerda. Durante un entrenamiento, mientras marcaba a Ronaldo Nazario, el danés derribó al brasileño y, en el choque, le rompió un diente con un cabezazo. Ronaldo, años después, lo recordó con humor, describiendo a Gravesen como un “tipo genial” pero “muy malo” en el campo, conocido por sus fuertes entradas y su estilo peculiar.

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