Escándalo en la gimnasia de EE.UU.: arrestan a exentrenador por abuso sexual y pornografía infantil

La gimnasia estadounidense enfrenta un nuevo golpe a su credibilidad tras el arresto de Sean Gardner, un entrenador que en 2018 llegó a Iowa con grandes expectativas para trabajar en el prestigioso gimnasio de Liang “Chow” Qiao, formador de campeonas olímpicas como Shawn Johnson y Gabby Douglas.

Lo que en un inicio parecía el ascenso de una carrera prometedora terminó convertido en un caso de abuso y delitos graves.

Denuncias en su contra

En 2018, Sean Gardner se mudó de Mississippi a Iowa para integrarse al prestigioso gimnasio de Liang “Chow” Qiao, reconocido por haber formado a campeonas olímpicas como Shawn Johnson y Gabby Douglas. Su llegada fue vista como la de un joven entrenador con futuro, al punto de que se le confió la dirección de competencias y equipos de gran proyección.

Deportes

Exponen a la FIFA por “agringar” el futbol

En 2022, SafeSport lo suspendió provisionalmente tras denuncias de conducta sexual inapropiada contra gimnastas bajo su tutela. Sin embargo, las investigaciones avanzaron lentamente, lo que le permitió a Gardner incluso conseguir trabajo en un hospital en 2024.

Finalmente, en mayo de 2025, la policía incautó sus dispositivos electrónicos y encontró cientos de fotos y videos de menores desnudas, algunas tomadas con cámaras ocultas en baños de gimnasios.

Acusaciones de abuso en tres estados

Los documentos judiciales señalan que Gardner habría agredido sexualmente a varias niñas en Iowa y Mississippi, además de haber trabajado durante una década en un gimnasio de Luisiana, donde también se investiga si hubo víctimas. El FBI asegura que “principalmente se enfocaba en menores” y continúa recopilando pruebas para identificar a más afectadas.

Gardner enfrenta hasta 30 años de prisión

Actualmente, Gardner se encuentra detenido en Des Moines a la espera de enfrentar cargos federales por producción de pornografía infantil, un delito que podría significarle hasta 30 años de cárcel. Mientras tanto, el FBI busca más víctimas y la comunidad de la gimnasia estadounidense vuelve a enfrentar un duro golpe a su credibilidad y confianza.