Gobierno de Irán manda tumbar video de su selección de basquetbol femenil por salir bailando

Un breve video promocional de la Copa Asiática Femenil de Basquetbol 2025, que incluía a integrantes del equipo nacional de Irán bailando y sonriendo frente a la cámara, fue eliminado rápidamente de las redes sociales tras una orden del gobierno iraní, que lo consideró inapropiado.

La grabación fue publicada en la cuenta oficial de Instagram de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) y de la propia competencia continental, pero desapareció en menos de dos horas. El motivo: las jugadoras, aunque vestidas con hiyab, aparecían realizando pasos de baile con balones de basquetbol mientras sostenían pancartas alusivas al torneo. Un gesto de alegría que fue interpretado por las autoridades como una transgresión a las normas de conducta del régimen islámico.

Aunque el equipo iraní ni siquiera participará en la Copa, las jugadoras fueron invitadas a ser parte de una sesión fotográfica para promover el evento, lo cual hace aún más llamativo que el gobierno reaccionara con tal severidad.

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Represión institucionalizada

En Irán, las mujeres tienen prohibido bailar en público, y cualquier muestra de este tipo puede ser castigada legalmente. El caso del video refuerza la constante vigilancia a la que están sometidas las mujeres iraníes. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas, citado por la cadena alemana DW, las autoridades iraníes han llegado al punto de implementar drones para monitorear desde el aire el cumplimiento del código de vestimenta.

Además, el gobierno promueve el uso de aplicaciones como Nazer, diseñada para que ciudadanos denuncien a otras mujeres que aparezcan en público sin cubrirse con el velo obligatorio.

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Una reacción global

Aunque el video fue retirado sin mayores explicaciones por parte de FIBA, las imágenes alcanzaron a circular por algunos medios y redes sociales, provocando múltiples reacciones. Para muchos usuarios, la actitud del régimen iraní resultó desproporcionada, e incluso fue tachada de retrógrada.

Este nuevo episodio evidencia una vez más las estrictas y represivas políticas de Irán hacia la mujer, incluso en espacios deportivos internacionales, donde gestos tan simples como bailar o sonreír para una cámara pueden considerarse actos subversivos.