La futbolista Aitana Bonmatí se encuentra hospitalizada por una meningitis vírica

La campeona del mundo y dos veces ganadora del Balón de Oro, Aitana Bonmatí, atraviesa un complicado momento de salud tras ser diagnosticada con una meningitis vírica. La futbolista de la Selección Española sorprendió a sus seguidores al compartir en sus redes sociales una imagen desde la cama de un hospital, conectada a una vía intravenosa.

La centrocampista se convirtió en baja de última hora para el partido amistoso ante Japón, después de no participar en el entrenamiento del jueves debido a un fuerte proceso febril. Según se ha podido conocer, Aitana llevaba varios días con fiebre elevada y persistente, lo que obligó a los médicos de la Federación Española de Futbol a ingresarla para realizarle diversas pruebas.

Los resultados confirmaron el diagnóstico de meningitis de origen viral. Por el momento, Bonmatí continúa bajo supervisión médica y recibe tratamiento intravenoso para controlar la infección. Aunque no hay una fecha concreta para su regreso a los terrenos de juego, la esperanza es que pueda estar recuperada para disputar la próxima Eurocopa que inicia el 3 de julio para la Selección Española.

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Este domingo, la Selección Española Femenina tiene previsto viajar a Suiza, donde se concentrará en Lausana de cara a sus próximos compromisos internacionales. Mientras tanto, sus compañeras y el cuerpo técnico confían en su pronta recuperación.

Aitana es una jugadora importantísima y la vamos a esperar hasta el final. La única información que tengo es que no sabemos plazos. Si digo algo me equivocaría porque no soy médico. Es una jugadora importantísima”, afirmó Montse Tomé, seleccionadora nacional de España.

¿Qué es una meningitis vírica?

La meningitis vírica es una inflamación de las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal, provocada por un virus. Aunque suele ser menos grave que la meningitis bacteriana, puede causar fiebre alta, dolor de cabeza intenso, rigidez en el cuello y malestar general. La mayoría de los casos se resuelven con reposo, hidratación y tratamiento sintomático, pero en deportistas de alto rendimiento puede requerir supervisión médica constante para evitar complicaciones y asegurar una recuperación completa.