No se la cree

Aunque todavía no está completamente segura de cómo se siente, la halterista Luz Mercedes Acosta Valdez está feliz por ser apenas la cuarta sonorense en colgarse una presea olímpica.

Después del escándalo de dopaje que involucró a las pesistas que quedaron ubicadas en la posición 1, 2 y 4 de la categoría menos de 63 kilogramos de Londres 2012, la Federación Internacional de Levantamiento de Pesas hizo ayer su reestructuración en el ranking.

"Pues ¿qué te puedo decir?, estoy muy orgullosa, estoy muy contenta, pero hasta que no tenga la medalla en las manos te voy a poder decir todo lo que siento, en este momento no quiero decir nada", expresó.

Juan Gracia Zazueta en polo en Berlín 1936, Manuel Mendívil Yocupicio en la prueba ecuestre en Moscú 1980 y Ana Gabriela Guevera en los 400 metros planos de Atenas 2004 también se subieron a un podio, situación que no podrá vivir Luz Mercedes como tal, pero el orgullo está intacto.

"Es muy satisfactorio porque todo atleta quiere ir a unos Juegos Olímpicos y tener una medalla, y la pides en el podio, no la pides a destiempo, pero de todas maneras, una medalla siempre será bienvenida", explicó la guaymense.

La sonorense comentó que fue precisamente ayer por la mañana cuando Dámaris Aguirre, quien también vive una situación similar a la de ella, le notificó que la IWF había hecho los movimientos, situación que la tomó por sorpresa.

"Hasta ahorita no me la creo, necesito tener la medalla en mis manos para creermela al 100%. Este rumor se arrastra desde el año pasado y hasta ahora es que ya aparece oficial. Son varios sentimientos, pero hasta no tenerla por completo, no la voy a sentir mia", declaró.

En la competencia celebrada el 1 de agosto del 2012, la kazaja Maiya Maneza culminó en primero, la rusa Svetlana Tsarukaeva en segundo y la turca Sibel Simsek en cuarto, todas ellas descalificadas por problemas de dopaje.

Es por esto que, tras la restructuración del ranking, Cristin Girard, de Canadá, pasó de tercero a primero, la búlgara Mika Maneva de quinto a segundo y la mexicana de sexto a tercero.