Negro Azteca leyenda del pancracio en Mexicali
Luis Alfonso Vargas Bastidas comparte en Un Kilómetro de entrevista treinta años de trayectoria en la lucha libre, esta es su historia.
El nombre de Luis Alonso Vargas Bastidas pudiera resultar desconocido para la mayoría de las personas, sin embargo el invitado de esta sección tiene un rico historial deportivo, el cual necesitaría más de un kilómetro para analizarse detalladamente.
Vargas Bastidas vivió momentos de gloria en el mundo de la lucha libre bajo el nombre de Negro Azteca y de manera gustosa aceptó platicar cada una de sus hazañas que, al ser recordadas, dio la impresión que el legendario luchador viajaba en el tiempo en cada uno de los capítulos de su fascinante historia.
Presumiendo con orgullo un sinfín de cicatrices en su rostro, el oriundo de la colonia Pueblo Nuevo expresó que cada marca en su cara le recuerda día a día las encarnizadas batallas que tuvo que enfrentar para poder ganar más de 70 máscaras y cabelleras.
¿Llegó en alguna ocasión a practicar algún deporte diferente a la lucha libre?
Recuerdo que en mi infancia ahí en el barrio en Pueblo Nuevo hacíamos cascaritas de futbol, una vez jugué en el torneo de los barrios y recuerdo que me pusieron de defensa y el que quería llegar a la portería, pues no llegaba porque yo no lo dejaba pasar, siempre fui algo rudo para jugar, aunque siempre mi fuerte fue el deporte de las pesas y el físicoconstructivismo, de hecho este deporte fue el que me impulsó a la lucha libre.
¿Tiene algún recuerdo que nunca vaya a olvidar de esas épocas?
Me acuerdo exactamente de las pesas porque en ese tiempo había un gimnasio que se llamaba el Arnold que todavía existe y le gané el primer lugar en sentadilla un señor muy famoso que le apodaban el “Cuervo”, yo levanté en aquella ocasión 130 kilos y el no pudo levantar ese peso, eso es algo que no borro de mi mente porque le gané a alguien muy importante.
¿En ese entonces ya seguía la lucha libre?
No, yo nunca me imaginé en la lucha libre, simplemente yo cuando practicaba las pesas entrenaba en un gimnasio donde también entrenaba un antiguo luchador que se llamaba El Sastre y me comenzó a entrenar junto con cuatro muchachos, después se salieron dos de ellos y El Sastre ya no quiso entrenarnos entonces yo le busqué por otro lado y caí con otro luchador muy bueno llamado Príncipe Negro y de ahí empezó todo.
¿En sus inicios llegó a tener un referente?
Yo me acuerdo mucho del Estudiante, me acuerdo que cuando recién empecé yo quería ser como él, así como hay varios luchadores de la actualidad que quieren ser como el Negro Azteca.
¿Cómo se fue convirtiendo en ídolo Negro Azteca?
Mira, en mis inicios yo comencé de ídolo y enmascarado, todo el tiempo yo luchaba en contra de un luchador llamado Ala de Oro, quien después se llamaría El Humilde, hicimos una rivalidad muy buena, de hecho yo perdí mi máscara contra él y yo creo que el haber perdido mi máscara fue lo contrario a muchos luchadores, ya que de ahí comencé a irme para arriba, no me perdí como muchos.
¿Nunca tuvo la oportunidad de irse a pelear a empresas como AAA o CMLL?
Si llegué, nomás que nunca me quise ir, yo mejor aquí los esperaba, ya que yo tuve la oportunidad de luchar con todas las empresas, yo pude luchar contra Rey Misterio, Perro Aguayo, Cien Caras y con muchos más, la verdad que nunca me quise ir y aun así estamos reconocidos por los luchadores de México.
Notamos demasiadas cicatrices en su rostro, platíquenos de ello.
Como te decía cuando yo pierdo mi máscara es cuando mejor me empieza a ir y empiezan a llegar retos cada vez más complicados, a mí me gustan porque son pruebas de las batallas, de hecho la gente de aquí me llegó a decir “El Perro Aguayo de Mexicali”, estas cicatrices son producto de un récord que nadie tiene en Mexicali de más de 70 máscaras y cabelleras que he podido ganar.
Muchos piensan que la lucha libre es actuada y esto es prueba de que no es así.
Mira, esa es la pregunta que todo mundo se hace, incluso yo mismo me la hice y por andar de preguntón aquí estoy en la lucha, yo tuve que prepararme tres años para poder ser luchador, incluso antes de debutar sufrí una lesión en el hombro que casi me impide debutar, pero me aferré y me aferré y aquí seguimos, éste es un deporte, la gente dice que es circo y teatro pero es un teatro que no cualquiera lo hace, un payaso no se avienta de la tercera cuerda.
¿Qué opinión le genera la lucha libre americana?
La lucha libre americana si puede decirse que es un show, porque allá son puros pesos grande y luchan solamente a una caída de diez minutos, tiene sus cosas positivas, pero a raíz de ahora que han ido muchos mexicanos y que el americano ha aprendido mucho también sobre la lucha mexicana.
¿Cuál es su pensamiento sobre la actualidad en Mexicali de la Lucha Libre?
Hay una crisis a nivel nacional y aquí en Mexicali lo que pasa es que entraron algunos promotores que provocaron que la lucha decayera, esa sería la principal razón, otra sería que no hay tantos luchadores de calidad como antes, por ejemplo ahorita traete a un luchador de México y ¿con quién lo puedes poner?, no hay con quién lo pongas, no hay uno que llamé la atención y por último también está la Comisión de Box y Lucha Libre de Mexicali que tiene como cuatro o cinco años que no premia al luchador, eso antes era un estímulo para uno.
¿Ha pensado en el momento que llegue el retiro?
Tiene que llegar, estoy por cumplir 29 años de trayectoria, lastimado ya estoy por eso yo creo que no falta mucho para ese día, no me gustaría retirarme de la lucha quedando en una cama, de hecho le lancé un reto a Príncipe Negro de pelear cabellera contra cabellera y si lo acepta ahí pudiera ser mi retiro.
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