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¿Y el arcoíris?

El 17 de mayo de 2019 el presidente López Obrador decretó el día Nacional contra la Homofobia, Lesbofobia, Bifobia y Transfobia.

El mosaico del reconocimiento del matrimonio igualitario se completó en México apenas este 2023, mientras que otros temas legislativos avanzan en el Congreso de la Unión. El pasado 17 de mayo, el mundo conmemoró el Día Internacional contra la Homo-Lesbo-Bi-Transfobia y pese a que el presidente López Obrador firmó un decreto para reconocer este día en México, el tema no llegó a la mañanera este año. El arcoiris que AMLO abrazó en 2018 parece haberse difuminado.

El reconocimiento de derechos para la diversidad sexual ha avanzado mucho y rápidamente en lo que va de este sexenio. Al inicio del sexenio sólo siete estados habían reconocido legislativamente el matrimonio igualitario. Desde 2018 en adelante 18 estados lo reconocieron legislativamente. Hoy el matrimonio es una realidad en todo México y aunque esto ha sido primordialmente gracias al empuje de activistas LGBT, es injusto no mencionar que las mayorías legislativas de Morena lo han apoyado. La misma cuestión ocurre para el reconocimiento de la identidad de género. Antes de 2018 solo cuatro estados lo reconocían, mientras que 18 estados legislaron desde 2018. Respecto a la prohibición de las mal llamadas terapias de conversión, desde 2020 unos catorce estados han avanzado el tema y el Senado ya aprobó una iniciativa federal. En términos de la agenda legislativa de reconocimiento de derechos hay mucho que celebrar, pero también mucho por concluir.

No sólo en el plano legislativo hay avances. En el Gobierno federal la Secretaría de Relaciones Exteriores lidera el reconocimiento de derechos con capacitaciones, entrega de pasaportes no binarios y participación en foros multilaterales, entre otros asuntos, mientras que Infonavit e IMSS también han apoyado a las poblaciones LGBT. Algunos gobiernos locales también son aliados, como el de la CDMX, que abrió la primera clínica para atender a las poblaciones trans del País, mientras que en Jalisco hay una excelente oficina de diversidad sexual, con MC gobernando.

Respecto a la representatividad, en el Congreso de la Unión y en el de la CDMX tenemos legisladoras y legisladores abiertamente LGBT, como nunca antes, incluidas dos diputadas federales que son mujeres trans. Y aunque la presencia no necesariamente se traduzca en buena legislación, lo cierto es que ese grupo notable de personas legisladoras sí ha sido responsable de avanzar agendas legislativas interesantes o de dar la pelea de manera oportuna. Por ejemplo, el diputado local Temístocles Villanueva impulsa una iniciativa para eliminar el llamado "peligro de contagio", aunque el tema está congelado en el Congreso de la CDMX. Por su lado, la diputada federal María Clemente denunció valientemente el desabasto de antirretrovirales, mientras que la diputada Salma Luévano trabaja sus iniciativas de la mano de grupos de la sociedad civil. Podrán no gustar sus estilos, pero la mera existencia de ambas es histórica.

El 17 de mayo de 2019 el presidente López Obrador decretó el día Nacional contra la Homofobia, Lesbofobia, Bifobia y Transfobia. Esto fue un reconocimiento claro de que el líder de Morena claramente había tomado una postura y dejado de lado la indefinición. Ese día asistí a la mañanera por invitación del Presidente para hablar del trabajo que hicimos durante la transición al respecto. He escrito mucho sobre ese punto. A cuatro años a la distancia, lamento que ese espacio no haya sido abierto nuevamente para conmemorar la fecha, para hablar de los avances y de los retos, para reconocer los desaciertos y plantear una ruta para arreglarlos.

El desabasto de antirretrovirales, la negativa de comprar vacunas contra MPox, la debilidad absoluta del Conapred o el fin de apoyos a organizaciones que trabajan el tema del VIH son de los enormes desaciertos que la 4T dejará en materia de derechos LGBT. Una vez más es importante decirlo: No hay Cuarta Transformación posible sin las personas LGBT. México no será un país más libre, justo y equitativo sin la diversidad sexual. México no será un país menos desigual hasta que la dignidad de todas las personas LGBT se haga costumbre.

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