Un Trump inédito; Covid en Sonora
Los políticos deben mostrar temple en momentos críticos y eso se le debe reconocer a Enrique Clausen, el secretario de Salud, que tuvo que ser el líder y arriesgarse, al grado que dio positivo al Covid-19 la semana pasada.
Con la novedad que si alguien te dice criminal, “bad hombre”, violador y te amenaza con subir aranceles es algo maravilloso. La híper exitosa visita de López Obrador a su “befo” Trump dejó momentos que envidiaría el escritor de “¿Y dónde está el piloto?”, aquella película ochentera que convirtió en “trendy” al famoso cine del absurdo.
Hace cuatro años, en su anterior campaña, Trump decidió que los mexicanos éramos de lo peor, con tal de conseguir el voto de los “red necks”. El año pasado amenazó con subir aranceles al aluminio si no cuídabamos la frontera Sur. La semana pasada hasta autografió el Muro, y se lanzó contra los famosos “dreamers”. AMLO, por su parte, cuando era candidato opositor hizo un libro (“Hey, Trump”, algo así como “madafaka” en elegante) y decía que en cuanto se lo encontrara le iba a “cantar un tiro”.
Pero, como dicen los chavos, tres dormimos después: "Lo que más aprecio es que nunca ha querido imponernos nada. Ha seguido el consejo de George Washington que decía que las naciones no deben aprovecharse del infortunio. Usted no ha pretendido tratarnos como colonia, sino que, por el contrario, ha honrado nuestra condición como nación independiente… se ha comportado con gentileza y respeto, pues ha mostrado a México como un país digno, libre, democrático y soberano”.
Si eso es “política moderna” francamente da pena. ¿De dónde salió esa entrañable amistad si jamás se habían visto? ¿Alguien puede presentarnos a ese Trump tan amable, noble y bien educado si ni siquiera tuvo la cortesía de darle el paso a las puertas de la Casa Blanca? Triste resultado de esa gira cuando los expertos y defensores del Presidente mexicano dicen que “fue un triunfo porque no perdió”. Se perdió en dignidad. El único ganador fue Marcelo Ebrard, que “planchó” adecuadamente para que no hubiera prensa y que los ahora “amigos entrañables” no se mordieran actuando fuera de libreto.
Más allá de los bats que se regalaron mutuamente no hay otra “ganancia” para México. Y no es como que Trump logró su objetivo porque los medios norteamericanos ni siquiera mencionaron la visita, mucho menos la zalamería azteca, en sus portadas o en los horarios “prime time”. Hagan de cuenta que AMLO no fue a D.C. Una nota en interiores fue lo más destacado.
¿Y aquella promesa de hablar siempre con la verdad? No es como que uno esperara que fuera a decirle “sus verdades” en su casa. Pero tampoco esperábamos ver a nuestro Presidente en Modo Tapete. Como diría mi amigo Jorge: Lamentable.
CAB DESCANSO:
Lucha frontal
Me comentó un amigo su experiencia. Tiene un hermano que estaba en Tucson, sintió molestias, fue a un centro de salud, le hicieron la prueba del Covid, le dijeron que tendrían resultados en dos semanas y lo regresaron a su casa. Habló con su familia y, con todas las precauciones, vino a Hermosillo. Llegando, se sentía muy mal y lo llevaron a la Unidad Centinela de la Arena Sonora. Me cuenta que recibió atención excelente, tanto él como su esposa. Les hicieron la prueba, a los 15 minutos hubo un resultado (positivo), le dieron medicamentos, lo enviaron a su casa y han estado monitoreando. Pensaron que iba a morir, pero afortunadamente se va recuperando, su nivel de oxigenación ya volvió a la normalidad. Hay que contar también lo bueno y esta es una historia real de un Estado donde sí se ha tomado en serio y con eficacia el combate al coronavirus.
El problema es serio, pero en Sonora ha sido enfrentado con decisión. Los políticos deben mostrar temple en momentos críticos y eso se le debe reconocer a Enrique Clausen, el secretario de Salud, que tuvo que ser el líder y arriesgarse, al grado que dio positivo al Covid-19 la semana pasada.
Clausen se ha graduado como funcionario y político. No ha sido fácil conciliar los mejores intereses del Estado con las erráticas acciones a nivel federal, y a eso agréguenle una dosis de “fuego amigo” con el que han intentado derribarlo. La “grilla” nunca descansa.
Las acciones bajo presión hacen la diferencia entre políticos con oficio y el resto. Ahora hay quienes hasta mencionan a Clausen para alguna de las posiciones que habrá en disputa el próximo año. Ha demostrado tener el tamaño, pero ahora debe enfocarse con su misión principal, que es cerrar filas y seguir enfrentando ese Covid que ha salido mucho más letal de lo que imaginábamos.
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