Protegiendo datos duros en la cuarta
Porque si algo hemos aprendido del Presidente en sus conferencias de prensa, es que tiene “otros datos”.
Estas últimas dos semanas el presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido particularmente cándido y transparente en sus conferencias de prensa. Y esto hay que agradecerle porque permite hacer un mejor análisis y pronósticos de cuáles serán los resultados de su Gobierno en los siguientes años.
También confirma que el mejor peso y contrapeso para cuidar la democracia en un país, es proteger la objetividad de toda aquella información cuantitativa que nos permita evaluar el impacto a corto y largo plazo de las políticas públicas en materia económica, financiera, seguridad, energía y pobreza.
Por eso una de las prioridades debe de ser proteger la independencia, por ejemplo, del Banco de México, el Inegi, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre otras de las instituciones que recaban información gubernamental y proporcionan reportes en forma regular y pública.
Porque si algo hemos aprendido del Presidente en sus conferencias de prensa, es que tiene “otros datos”. Insistió, de nuevo, que la economía está creciendo, que no habría una recesión. Criticó además la forma en que los neoliberales evalúan la economía, y cuestionó a los medios de comunicación que reflejan preocupación por la ruta que siguen la economía y finanzas del País basándose en información del Inegi y del Banco de México. Tan no cree en los datos “neoliberales”, que claramente indican una desaceleración, que decidió que publicaría en diciembre su propio libro de economía.
Tampoco cree en los datos de su mismo Gobierno sobre la dramática reducción en la creación de empleos que se le presentó hace unas semanas. En el caso de Pemex y la producción de petróleo, una gran ventaja de que cotice en Estados Unidos es que si miente la paraestatal esto conlleva grandes consecuencias y multas. Esto impactará aún más la percepción que tendrán las calificadoras. Claro que AMLO declaró que estas empresas también están equivocadas.
El riesgo es real. Por ejemplo, esta semana, la posibilidad de evaluar de una forma independiente los programas de pobreza se vio enormemente afectada por el despido de Gonzalo Hernández Licona, quien fue destituido como secretario ejecutivo del Coneval -institución que se suponía que evaluaba en una forma independiente y técnica los programas para combatir la pobreza y analizaba la política de desarrollo social. La Cuarta Transformación ha implementado un proyecto de austeridad que podría tener un impacto en el combate a la pobreza. Y este cuestionamiento resultó en el despido de Hernández Licona a dos semanas de la presentación de los resultados de Evolución de la pobreza 2008-2018.
Seguramente el Presidente tendrá “otros datos”. Hay que entender que el Coneval se creó precisamente para prevenir influencias políticas y que fueran recomendaciones técnicas las que rijan el combate a la pobreza en México.
Gracias, señor Presidente, por su candidez sobre sus posturas no sólo sobre la economía mexicana, sino también sobre el papel que deben de jugar los medios de comunicación en la Cuarta Transformación. Por fin expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador lo que sospechábamos sobre su visión de los medios de comunicación en el mundo según AMLO: En la conferencia del 22 de julio le reclamó al periodista de la revista Proceso: “No se portó bien con nosotros”. También mencionó que todos los buenos periodistas de la historia siempre han apostado a las transformaciones. Recordó que los mejores periodistas que ha habido en la historia de México, los de la República restaurada, todos ellos tomaron partido. En esa misma conferencia de prensa criticó al Financial Times por tener una línea editorial a favor de las reformas estructurales. Cuestionó de nuevo el periódico Reforma, comentando el gusto “fifí” en la arquitectura del edificio de ese medio de comunicación. Cuando SinEmbargo le pidió aclaraciones sobre una foto de su hijo, en la que se indica que está en un campamento “fifí” en San Luis Potosí, le recordó al periodista de ese portal que esta empresa había recibido dinero de la presidencia en el anterior sexenio.
No sólo tiene el Presidente sus datos duros, también se reserva el derecho a denigrar a medios que no publican información de la Cuarta. El presidente López Obrador no quiere medios que reporten en una forma objetiva. Los medios deben de ser parte de la estrategia de control político.
Además de proteger la información técnica, hay que cuidar la capacidad de los medios de analizar y presentar información que contradiga los “otros datos” o la visión del mundo de López Obrador.
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