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Primarias

Morena definirá su candidatura presidencial después de haber lanzado a sus corcholatas a un proceso sin confrontación directa y mediante encuestas.

Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez son las punteras de sus partidos para contender por la presidencia de México en el 2024. Marcelo Ebrard y Beatriz Paredes seguirán dando la batalla, pero todo apunta a que las dos primeras serán las candidatas. Fueron 72 días de recorridos por el País, fiestas, mítines, gasto, bajísima confrontación entre los participantes y pocas propuestas. Los líderes de los partidos no quieren primarias en las que los suspirantes la Presidencia realmente hagan campaña, como ocurre en EU o en Argentina. Esto es en perjuicio de los votantes y sólo a favor de las élites de los partidos.

Morena definirá su candidatura presidencial después de haber lanzado a sus corcholatas a un proceso sin confrontación directa y mediante encuestas. En sus recorridos, ella y ellos destacaron la narrativa de los logros del presidente López Obrador y se presentaron como la o el más cercano al Presidente. En este campo lo que vimos fue el poder de movilización del partido en el poder. La enorme capacidad de convocar a los más fieles lopezobradoristas, junto a los recursos y la logística para movilizar a los no tan convencidos. En estos días vimos mercadotecnia política y no conocimos realmente más de Sheinbaum y Ebrard. El proceso de Morena no estaba diseñado para el contraste de ideas. La ley electoral tampoco se los permitía. Morena adelantó su proceso sin ofrecerle sustancia al electorado. En este sentido, el concurso de popularidad de Morena fue una oportunidad perdida para la democracia electoral, para la cultura del debate y para la información a los votantes indecisos aún.

Por su lado, el Frente reaccionó a la anticipada contienda de Morena y armó su propio proceso. Sus corcholatas recorrieron el País, gastaron recursos y se saludaron cara a cara en varios foros en los que no hubo debate, sino monólogos que sólo perjudicaron a la senadora panista ante la falta de preparación para responder y la absoluta improvisación. El carisma innegable que tiene Gálvez no le va a funcionar si no trabaja más en la sustancia de sus mensajes. Algunos de los partidos del Frente tienen la experiencia de haber armado primarias en otros años. Este 2023, el PAN, PRI y PRD optaron por no contrastarse, quizás para no evidenciar la incoherencia de juntar en una alianza a partidos que se han enfrentado por temas como el aborto, el matrimonio igualitario, la corrupción, la guerra contra el narco, entre otros. El Frente también tiró la oportunidad de mejorar el sistema de selección de las candidaturas presidenciales.

Abrir los partidos a la democracia interna pasa por abrir los procesos de selección de sus candidaturas. Otros países lo han hecho y con buenos resultados. En EU los partidos están obligados a realizar primarias desde los años 70. La década de los 60, el descontento con los partidos y el desencanto con las élites políticas obligó a una apertura del sistema. De tal forma, los demócratas y los republicanos tienen que hacer elecciones primarias en los 50 estados, debates televisados y de ese proceso desgastante salen dos candidaturas. Los partidos eligen si realizan primarias abiertas a todos los votantes o cerradas, sólo a sus militantes, y lo hacen Estado por Estado. Argentina también tiene elecciones primarias cuyo proceso está obligado en la ley, así como la participación. Los votantes que no participan reciben una sanción económica.

Hay varios argumentos para no realizar primarias de contraste. Entre ellas el costo económico y el desgaste para las personas candidatas, pero quizás la razón principal es que las élites de los partidos temen perder el control del proceso y desconfían de sus militancias. En México se está construyendo un nuevo sistema de partidos y sólo será hasta el 2025 cuando se pueda hacer un nuevo partido. Por ahora no se ve en el horizonte una candidatura independiente a la presidencia. Hay muchos pendientes para nuestra democracia. Las primarias obligatorias y de contraste deben entrar en el horizonte para mejorar la calidad democrática de los partidos.

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