Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna México

Preguntas a los socios

Aun cuando nos mantengamos unidos y en armonía, o incluso cuando hayamos hecho ejercicios formales de definición de nuestra visión de conjunto...

Mantener viva la flama del sueño compartido demanda de un diálogo continuo y de gran calidad entre socios.

Las sociedades de negocios, y en particular las empresas familiares, necesitan de la concurrencia de las voluntades de sus miembros en un proyecto común de futuro. Esto es lo que hemos llamado querencia empresarial.

Aun cuando nos mantengamos unidos y en armonía, o incluso cuando hayamos hecho ejercicios formales de definición de nuestra visión de conjunto, conviene que los socios revisen de vez en cuando su querencia como grupo.

Hemos hecho estos ejercicios de definición y revisión de la querencia empresarial literalmente con cientos de empresas, familiares y no familiares, a través de los años. Cuando estos temas se repasan es valioso contar con preguntas adecuadas que vayan a la médula de los asuntos que unifican y cohesionan a los integrantes de la sociedad.

Aquí les comparto el ejemplo de una serie de cuestionamientos que en una ocasión les hicimos a los socios de un grupo empresarial. 

Estas preguntas son para propiciar un diálogo abierto y profundo. No se trata de contestarlas de forma específica, sino aprovecharlas como alimento para expresar sus ideas y deseos, para poner en la mesa temas que consideren relevantes para reforzar la unidad.

Sobre el deseo de continuar juntos, es importante expresar su voluntad comprometida con permanecer en la sociedad, analizando las siguientes preguntas: ¿Realmente queremos permanecer unidos con el compromiso de seguir creando riqueza juntos? ¿Para qué cosas quiero que sigamos juntos? ¿Qué cosas prefiero no hacerlas juntos?

¿Qué tan dispuesto estoy a luchar por el grupo? En esta cuestión la idea es declarar a qué sí están dispuestos y a qué no lo están todos y cada uno de los socios. Es preferible compartir su posición con sinceridad que pasar la vida quejándose y lamentándose.

Sobre el quehacer específico de cada uno: ¿Qué roles y actividades me gustaría realizar dentro de la compañía? ¿Cuáles quisiera dejar de llevar a cabo? ¿Qué roles y actividades de negocio prefiero desempeñar fuera de la organización?

Respecto a lo que pueda disgustar o desagradar a cada miembro: ¿Qué no me gusta de lo que está ocurriendo en nuestro grupo? ¿Qué cambios me gustaría que provocáramos?

Sobre la posición de los socios que no participan en la gestión de los negocios: ¿Están contentos los miembros no involucrados en los negocios con la forma como estamos manejando las empresas? A veces ni siquiera les damos a los socios pasivos la oportunidad de exteriorizar cómo se sienten y qué opinan sobre nuestra gestión.

Con respecto al trabajo en equipo entre quienes participamos activamente: ¿Estamos creando sinergia entre quienes lideramos la organización o estamos trabajando sin unidad de visión o sin capacidad de complementarnos?

En cuanto a la comunicación entre los líderes: ¿Me siento cómodo en expresar mis cuestionamientos en el grupo? ¿Me siento escuchado cuando expreso mis inquietudes?

Hablando de la proyección a largo plazo: ¿Realmente contamos con una visión estratégica de futuro poderosa, realista y alentadora?

Referente al sistema de Gobierno y a la estructura de mando: ¿Contamos con el sistema de Gobierno que necesita nuestra organización para optimizar el aprovechamiento de oportunidades y el manejo de riesgos de la compañía? ¿Contamos con el equipo directivo para maximizar nuestras posibilidades de prosperidad y permanencia?

Sobre los desafíos y problemas que enfrentamos: ¿Qué nos falta para construir una organización ágil capaz de resolver los retos fundamentales que enfrentamos en nuestra empresa?

Este tipo de preguntas sirven mucho para redefinir lo que queremos o para modificar el curso del derrotero que juntos deseamos seguir. Es importante que cada uno las piense por su cuenta antes de reunirse y las traiga por escrito a las reuniones. Conviene destinar a estos diálogos el tiempo suficiente para desahogar bien todos los temas, sin prisa, sin apuro.

La unidad de visión y de querencia es fundamental para las sociedades y empresas familiares. Dediquémosle tiempo a construirla de forma correcta y abierta.

 

Carlos A. Dumois es presidente y

socio fundador de Cedem.

c_dumois@cedem.com.mx

http://www.cedem.com.mx

* “Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados