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¡Pa' su madre!

Con toda su experiencia política, el primer mandatario debería saber que el mensaje es equivocado.

No sé a ustedes, pero yo me preocupo en serio si escucho a un gobernante, en este caso el Presidente de la Nación, hablando de inseguridad y termina pidiéndole a los criminales que hablen “con sus mamacitas” para que los convenzan retomar el buen camino y dejen de matar gente en las calles. ¿Esa es la estrategia de seguridad para México?

Con toda su experiencia política, el primer mandatario debería saber que el mensaje es equivocado. A la población le transmite falta de rumbo, desconocimiento pleno del tema y, por ende, una sensación de vulnerabilidad ante la delincuencia. Al delincuente, en cambio, le debe parecer maravilloso que el Presidente no hable de combatirlos ni diga que habrá mano dura y los remite al seno materno para que allá los hagan entrar en razón.

El Gobierno mexicano quiere la extradición del asesino que mató seis mexicanos en El Paso, pero no tienen la más remota idea de qué sucedió en el Bar Caballo Blanco, de Minantitlán, Veracruz, donde ya van 31 muertos. El punto no es cuál masacre es peor, sino la cortina de humo en la que se muestran como un vil candil de la calle.

Es lamentable que no haya rumbo en la seguridad. Los criminales están por encima de la autoridad y no vemos que se haga algo efectivo. Miren nada más el caso de Tamaulipas donde los miembros del crimen organizado ordenaron a las gasolineras que no surtan producto a los autos del Ejército y la Policía. ¿Hubo una orden directa de retirar las concesiones a quienes tienen esas empresas? No, por supuesto que no, andan buscando hacer llegar el combustible de manera directa.

La noticia más mala es que la inseguridad no tiene pies ni cabeza para el Gobierno federal y, además, ni siquiera es prioridad. En el paquete económico enviado por el Ejecutivo al Congreso solicitan 20% más recursos para sus programas sociales que para la seguridad.

En esta misma semana supimos que el señor José Manuel Mireles, aquel que llegó a la fama creando grupos de “autodefensas”, es subdelegado del Issste en Michoacán y llamó prostitutas a las concubinas de derechohabientes que solicitan servicios de esa dependencia. ¿La reacción oficial? Mmmmh, los diputados están pensando en hacerle un “extrañamiento”, cuando deberían haberlo despedido de manera inmediata.

Apenas estábamos digiriendo esas aberraciones de la política cuando escuchamos al subsecretario de educación superior de la SEP, Luciano Concheiro, decir que para transformar a México es necesario ser comunista. Sí, leyeron bien. Tuvo que entrar al quite el secretario Esteban Moctezuma. Como que Concheiro no se ha enterado que ese sistema ya fracasó en el mundo y desde hace algunos años. Ah, por cierto, sigue en el puesto. Faltaba más.

A nivel Sonora nos encontramos con que la diputada (es un decir) Yumiko Palomarez sigue con la necedad de llevar el tema del matrimonio igualitario. Ya le respondieron varios, entre ellos Jesús Alonso Montes Piña, que esa iniciativa no va a pasar porque hay una encuesta que dice que el 82% de la población la rechaza. Hay tantos asuntos tan importantes para el Congreso que es difícil entender que una diputada (y supongo que con el apoyo de su bancada morenista) insista en un tema que no viene al caso en estos momentos.

Aprovechando la ocasión le preguntaría a los “legisladores” si ya han tenido reuniones con sus representados y los alcaldes de sus distritos para saber hacia dónde deben dirigir sus esfuerzos a la hora de discutir y negociar el presupuesto estatal del 2020. Eso sí importa hoy. Ya que andamos por el rumbo, ¿los diputados federales se habrán reunido con la Gobernadora y alcaldes para saber qué van a cabildear en San Lázaro para que Sonora no vuelva a ser ignorado en el presupuesto federal del próximo año? Ya sé que no, pero no resistí la tentación de decirlo. No se burlen.

Y para cerrar la semanita, resulta que son más de 700 policías de Sonora que no pasaron el examen de confianza y serán despedidos para que los sustituyan agentes de la Marina. Nadie sabe cómo va a ser el procedimiento, con qué dinero los van a indemnizar, en cuánto tiempo llegarán agentes para suplir a los marinos, quién va a capacitar.

Así anda nuestro México en estos días. Que no cunda el pánico… que “apanicados” ya estábamos.

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