¿La solución?
Me reuní con varios miembros de la familia y escuché sus puntos de vista sobre la problemática que están viviendo.
Los Negocios Familiares nunca pueden pensar que ya tienen resuelta su permanencia.
Presentamos una propuesta más de los servicios de nuestra firma. Hace mucho tiempo que son los empresarios quienes nos llaman buscando resolver algún problema o capitalizar sus oportunidades de crecimiento.
En esta ocasión este grupo nos pidió ayuda para conciliar diferencias entre socios y para ver cómo integrar armoniosamente a sus hijos a los negocios. Ellos han vivido distintas etapas en su proceso de evolución y han detonado el valor de su patrimonio durante años.
Me reuní con varios miembros de la familia y escuché sus puntos de vista sobre la problemática que están viviendo. Observé que a través de los años, a pesar de la madurez adquirida, las discrepancias pueden volver a surgir y amenazar la armonía conquistada a través de tantos años de esfuerzo.
Después de entrevistarlos y conocer sus opiniones, los reuní a todos y les comenté mis primeras impresiones. Les dije que me alegraba mucho ver lo bien que habían aplicado nuestras enseñanzas y principios. Les compartí que estaba gratamente sorprendido de ver los logros de su Family Office, y les advertí que la calidad de diálogo, la unificación de querencias, la confianza y el respeto mutuos siempre serían el adhesivo que los mantendría unidos.
Les hice ver la pertinencia de realizar un diagnóstico profundo del funcionamiento del Family Office y de la dinámica de relación familiar. Les propuse entrevistar a fondo a todos sus hijos y a otros miembros de la familia, así como a los funcionarios clave de su organización.
Les propuse que una vez más evaluáramos su potencial de prosperidad y continuidad como familia empresaria, para lo que requeríamos revisar las expectativas y visión personal de cada uno de los socios, identificar el perfil e intereses de sus hijos, conocer el equipo humano, las prácticas de su Family Office, y descubrir las oportunidades y amenazas que enfrentan.
Les ofrecimos analizar su Protocolo Familiar y revisar sus criterios de sucesión, de manejo de nuevos negocios y de participación de los hijos en los mismos. Destacamos que al final lo importante es evaluar cómo están ejerciendo la Dueñez Compartida.
Ante nuestra propuesta de servicios en los términos descritos, el líder de esta familia me expresó sus dudas, y me dijo que no entendía cuáles serían nuestros entregables: Si sólo haríamos un diagnóstico o si también les daríamos la solución.
¿A cuál solución se refería? ¿Cómo, en tres meses, podríamos reencauzar a una familia empresaria que ya ha instalado un Protocolo Familiar, un Consejo de Familia y una cultura de Dueñez Compartida? Necesitamos volver a interiorizarnos de su dinámica, de sus prácticas, de su funcionamiento como empresa familiar.
Nadie puede abordar a una empresa familiar y pretender decirle que tiene la solución a su problemática. El empaparse de su situación es necesariamente lo primero que hay que hacer, para interiorizarse de cómo comparten la dueñez, para conocer las expectativas de todos, para escucharlos y comprenderlos. Al hacerlo se puede descubrir qué cambios conviene hacer, y de pasada captar las oportunidades de resolver conflictos y reforzar mecanismos de convivencia.
El gran avance de los protocolos familiares no se da en su redacción, sino el diálogo requerido para elaborarlo, y su revisión periódica al volver a abordar temas relevantes para los miembros de la familia.
Una solución válida para todas las familias empresarias no existe. Lo que puede ocurrir es que, al abordar los temas en las entrevistas y reuniones, lleguen a acuerdos reales y viables para resolver sus diferencias. La solución de fondo se dará si recuperamos entre ellos altos niveles de confianza y de respeto, si volvemos a alinear sus querencias y, en el fondo, si mejoramos sus mecanismos y prácticas de Dueñez Compartida.
Los negocios familiares nunca pueden pensar que ya tienen resuelta su permanencia. Ésta se tiene que conquistar día a día con el trabajo conjunto de todos. Nuestros amigos han aprendido a hacerlo en el pasado. Confiamos que volverán a hacerlo.
Carlos A. Dumois es presidente y socio fundador de Cedem.
c_dumois@cedem.com.mx
http://www.cedem.com.mx
* “Dueñez®” es una marca registrada por Carlos A. Dumois.
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