La gran regresión
El presidente López Obrador está desmontando el sistema de leyes e instituciones que han permitido a nuestro País transitar en las décadas recientes
El presidente López Obrador está desmontando el sistema de leyes e instituciones que han permitido a nuestro País transitar en las décadas recientes.
Con problemas sí, pero hemos transitado.
AMLO no cree en los contrapesos, en las instituciones autónomas, en la separación de poderes.
Todo, absolutamente todo lo que no se ciñe a su forma de pensar es arrojado al cajón del corrupto neoliberalismo y de ahí no saldrá… salvo que acabe ajustándose a su forma de pensar y se sume a su movimiento, como él le llama a su Gobierno.
Alguna vez sostuve una corta conversación con Gerardo Fernández Noroña, el polémico y repudiado diputado federal que cuando habla del Presidente se refiere a él como “el compañero Presidente”, una forma de hablar muy socialista aunque su forma de vida no se acerque ni tantito a ese socialismo.
Y eso me decía el diputado, que AMLO está desmontando un sistema.
El problema en todo caso es que eso lo entienden y lo interpretan correctamente un porcentaje pequeño de la población, si acaso los demás actores políticos, adversarios al régimen actual y una parte del sector empresarial.
A los más grandes empresarios puede que no les preocupe demasiado ese proceso de desinstalación del modelo neoliberal, aunque lo entienden perfectamente.
Es cosa de seguirle la corriente al Presidente y todo estará bien para ellos.
Los más pequeños es muy probable que no tengan la menor idea de lo que eso implica.
Y pues esa es la bronca, que gran parte de la población no tiene los alcances para calcular bien lo que puede suceder si esto no para.
Si acaso lo entenderán cuando sientan los efectos de esas decisiones en sus bolsillos o en sus negocios. Antes no.
Por eso Andrés Manuel no para de hacer campaña desde las mañaneras, no lo hará porque en ello le va su proyecto de instalación de lo que él llama la cuarta transformación, aunque lo más correcto sería llamarle la primera gran regresión.
Sobre todo en el tema de la transparencia del uso de recursos públicos, una política económica adecuada y desde luego el inexistente combate a la inseguridad.
Y de la gestión de la pandemia luego hablamos.
El País necesita contrapesos, el Presidente no los quiere porque no sabría qué hacer con ellos.
Derrocar al Presidente, desaparecer a Morena como opción política es un despropósito, es un error y eso no debe suceder.
Hacerle contrapeso al Ejecutivo y a su partido no solamente es necesario, es urgente.
Desafortunadamente quienes buscan esos equilibrios de poder son los mismos que con sus errores provocaron el triunfo de López Obrador en 2018.
Y eso si concedemos que el hombre realmente perdió en las elecciones de 2006, de lo cual yo siempre he expresado mis dudas.
Gobiernos priistas y panistas lograron insertar al País en el panorama mundial, los niveles macro económicos mejoraron, la economía se abrió… en fin.
Pero no se apuraron en bajarle a la gente todos esos beneficios, en esa parte no fueron neoliberales y no mejoraron la calidad de vida de las familias al mismo ritmo que la economía del País crecía.
Los escándalos de corrupción fueron mayúsculos.
Nada de eso justifica los errores del Gobierno de la 4T, pero lamentablemente esa historia descalifica a los críticos y adversarios del Presidente.
Sergio Valle, titular del noticiero nocturno de Televisa Hermosillo.
CORREO: sergio:valle70@outlook.com
TWITTER: @sergiovallep
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