Hasta Hacienda exige certidumbre

La competencia eficiente es esencial para la economía porque no sólo conlleva a una reducción de precios y a la inclusión de pequeñas empresas y cadenas de valor, sino que también convierte al País en un destino atractivo para la inversión.

Esto, sorpresivamente lo acaba de decir el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio durante la inauguración de la Jornada por la Competencia 2023 que organizó la Cofece la semana pasada.

“Las empresas y consumidores requieren confianza y certeza en que el Estado puede ejercer justicia en materia económica. Es imperativo también ofrecer un ambiente de certeza y confianza para estas empresas que están buscando establecerse en México”, precisó el funcionario.

Yorio, brazo derecho del titular de la Secretaría de Hacienda Rogelio Ramírez de la O; es economista del Tec de Monterrey, tiene maestría por el Colmex y por la Universidad de Georgetown en la Escuela McCourt de Políticas Públicas. Cuenta con un diplomado en gestión del Gobierno local por el CIDE.

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El que no vende no gana

Para el subsecretario, México debe garantizar que en su economía fluya la libre competencia y ofrecer un ambiente de certeza y confianza a las empresas que se están relocalizando en el País a propósito del nearshoring.

“Esta dinámica”, subraya Yorio, “asegura que los consumidores se beneficien de precios justos y una amplia variedad de opciones y una protección robusta contra prácticas anticompetitivas”.

Pero el funcionario federal se refería a dar certidumbre metiendo en cintura a los que quieren controlar los mercados (a los aspirantes a monopolistas), no a los que manejan la política económica nacional con criterios ideológicos.

“Espero que al sancionar rigurosamente las prácticas anticompetitivas fortalezcamos la confianza en el mercado interno mexicano y visualicemos un futuro donde México destaque por su compromiso en la economía equitativa y justa”, puntualizó Yorio.

Lo que el encumbrado funcionario debió haber agregado y puntualizado en su discurso pro-mercado, es que la confianza en el País también debe generarse desde lo más alto del poder público.

Casi todos los días el presidente López Obrador le atiza a la estabilidad de los poderes, le echa tierra a los opositores y hasta cuestiona sin presentar prueba alguna, a cuanto agente económico u organización ciudadana le incomode.

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Gobernador amicus curiae

En complicidad con el Congreso de la Unión, el mandatario mexicano se da vuelo sacando a diestra y siniestra acusaciones de todos colores y sabores con el soporte de la Fiscalía General de la República y la Unidad de Inteligencia Financiera.

En este ambiente hostil que se genera desde Palacio Nacional, podrá la Cofece ser un organismo muy eficiente, pero poco trascendente ante el constante bombardeo al Estado de Derecho.

En un ambiente tipo “ley de la selva”, bien habría hecho el subsecretario de Hacienda en haber jalado las orejas -aunque fuera indirectamente- al más encumbrado de Palacio, pero eso es imposible pues se hubiera hecho harakiri.

Entonces, Hacienda demanda certidumbre, pero a medias.

DEBILITA LA 4T AL CAMPO

A pesar de que el Paquete Económico 2024 será el más alto desde 1989, queda cada vez más claro que el campo no es el preferido para el Gobierno federal.

Según los agricultores sonorenses, el proyecto presupuestal para el ejercicio del año entrante “es más de lo mismo, pues no fomenta lograr la seguridad ni la autosuficiencia alimentaria”.

El nuevo paquete trae sólo subsidios al pequeño productor de granos, el segmento preferido del presidente López Obrador.

Además, persisten los subsidios asistenciales, que no promueven la productividad y el aumento de la producción, sólo la importaciones de granos.

Por si fuera poco, el presupuesto 2024 promueve un programa de fomento productivo agrícola y pecuario no prioritario con bajos recursos, con la bandera de lograr la seguridad y la sustentabilidad alimentaria.

Para variar, Segalmex aumenta su presupuesto sin mostrar efectividad alguna.

En el nuevo paquete de más de 9 billones de pesos, no existe una red de seguridad para los productores comerciales de granos, ante caídas del precio internacional y apreciación del tipo de cambio.

Tampoco se consideran mecanismos compensatorios para apoyar a los sectores exportadores, generadores de divisas y empleos bien remunerados en la agricultura nacional.

Ni el agua ni la sanidad ni la enocuidad son prioridad para el Presidente de la República, solamente los programas sociales -generadores de votos- y sus faraónicas obras insignia. El panorama es por demás desolador para el campo sonorense.

Javier Villegas Orpinela tiene Maestría por el Itesm, economista UANL y diplomado en Northwestern University. Director de Correo y Telegrama y profesor de Economía en la Unison.

jvillegas@correorevista.com

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