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Aprovechando las elecciones en tiempos de crisis

Todas, pero todas las decisiones que tomará el Presidente de México en los siguientes cuatro meses están fundamentadas en su necesidad de asegurar una mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, y la elección de por lo menos cinco gubernaturas, preferentemente en las fronteras

Todas, pero todas las decisiones que tomará el Presidente de México en los siguientes cuatro meses están fundamentadas en su necesidad de asegurar una mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, y la elección de por lo menos cinco gubernaturas, preferentemente en las fronteras.

Y hará todo, pero todo lo que sea necesario, para asegurar que su legado político e histórico sobreviva la debacle económica y de seguridad que vivirá México a partir del 2021.

El problema fundamental que tiene Andrés Manuel López Obrador es que su visión para México no tiene viabilidad. Ninguna. Y de continuar en la misma ruta, que incluye no cambiar la estrategia para enfrentar el Covid-19, no apoyar al sector empresarial durante esta crisis y proteger empleos (como lo han hecho la mayoría de los países del 20), continuar ahuyentando a los inversionistas (nacionales e internacionales), con sus decisiones y declaraciones, su insistencia en continuar con sus decisiones y proyectos faraónicos que jamás tendrán viabilidad económica, continuar insistiendo en que su estrategia de “abrazos y no balazos” va a pacificar el País.

Y probablemente el error histórico más importante de López Obrador será su soberbia que no le permite considerar que se equivoca. (Gracias a AMLO entiendo por qué la soberbia se considera un pecado capital, por el número de personas que posiblemente morirán y sufrirán por esta característica personal del Presidente). Y su segundo error será que AMLO fue incapaz de reconocer que el Covid-19 cambió el mundo, y el Presidente no quiso cambiar su visión y su estilo de liderazgo.

El tercer error histórico de López Obrador será que se rehusó a rodearse de secretarios y asesores que podrían ayudarlo a gobernar en uno de los momentos más difíciles que ha vivido México. Las personas que rodean al Presidente son sus “enablers”, los facilitadores de un Presidente que está llevando al País al precipicio, y nadie de su círculo cercano está dispuesto a enfrentarlo y buscar que cambie de opinión.

Si les va bien, estos “facilitadores” serán olvidados por la historia. Pero la mancha de haber sido secretario o asesores de López Obrador tardará décadas en borrarse.

Perdonen que repita de nuevo lo obvio: La visión que tiene para México López Obrador es inviable y a dos años de su administración, él no cambiará. Retemos a los asesores y seguidores del Presidente que demuestren lo contrario.

Porque claramente el Presidente no quiere, o no puede identificar cuál será el futuro de México, más allá de asegurar que combate la corrupción del pasado. El agradecer a los paisanos por rescatar a sus familias de la crisis económica del País, no es una estrategia, es un agandalle político. AMLO abusa de la solidaridad de los paisanos y de él multibillonario paquete de rescate del Gobierno de los Estados Unidos para la población necesitada.

No dudo que el presidente López Obrador esté siguiendo de cerca las repercusiones de perder las elecciones para su “amigo” Donald Trump: Juicio político, sin redes sociales, enfrentando él y su entorno personal juicios penales, rechazo de socios comerciales y de amigos. Vaya, ni siquiera ha podido contratar a un buen abogado para que lo defienda.

El Presidente ahora sabe que tiene cuatro meses para asegurar su “legado” porque lo más difícil de la crisis en el País, será el segundo semestre de este año. Él y Morena harán campaña sin consideraciones jurídicas o llamados del INE. Los candidatos de Morena fueron seleccionados asegurando su capacidad de ganar (sin importar quiénes son las fuerzas políticas o criminales que lo respaldan). Seguramente, la tercera ola de la pandemia, que se espera en abril, no detendrá a los candidatos oficiales ni al Presidente. Tampoco la violencia política ni los reclamos de movimientos sociales detendrán a López Obrador ni a Morena. Amenazar a gobernadores, o presidentes municipales con investigaciones penales o administrativas si no apoyan a los candidatos de Morena, será la forma más fácil, y más perversa, de mantener control y el éxito electoral en el 2021. Si es necesario, López Obrador además tendrá que controlar los medios de comunicación y las “benditas redes sociales” porque están balconeando los fraudes electorales, y los errores garrafales en políticas públicas. Pero el único responsable es el Presidente.

López Obrador no tendrá pesos ni contrapesos en el 2021, especialmente en los meses antes de las elecciones intermedias. Por eso, hay grandes probabilidades de que arrase Morena en el 2021. Pero el gusto les durará poco porque no habrá pesos ni contrapesos que detengan al Presidente en su búsqueda de un paraíso terrenal inexistente. La crisis del 2021-2022 es tema para otra columna.

Ana María Salazar

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