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Alicia o Ángela

Según Televisa News su nombre es Alicia, según Agencia Reforma su nombre es Ángela

Según Televisa News su nombre es Alicia, según Agencia Reforma su nombre es Ángela. La distinta nominación manifiesta que para la sociedad ni siquiera su nombre es bien sabido. Para los efectos de este texto aquí le llamaremos Alicia en atención, simplemente, al orden alfabético de ambos nombres. A todas luces se trata de una mujer de escasos recursos y sabemos que se gana la vida de limosnas, por ahora en calles del Centro de la ciudad de Monterrey, Nuevo León. Manifestó ser originaria de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y tener cuatro hijos; en la imagen se ve con tres de ellos en el acceso a un establecimiento ubicado en el primer cuadro de la capital neolonesa. De Alicia, ahora popular en los medios, no tenemos más historia, pero ha trascendido que la joven madre manifestó que una mujer transeúnte le encargó por un ratito a su bebé porque tenía que hacer algunas compras y debido a una molestia en un brazo de momento no podría con todo. Eso ocurrió el miércoles pasado alrededor de las 17:00 horas. Alicia aceptó cuidarle al bebé por esos momentos, pero resultó que la mujer no había regresado aún pasadas más de dos horas. Alicia, enternecida con el recién nacido, manifestó que podría hacerse cargo de él por siempre e incluso comentó que pensaba llamarle Armando. Fue aconsejada que mejor avisara a las autoridades, tal y como ocurrió, y así fue que permaneció con el bebé hasta las 20:00 horas cuando llegaron los agentes de la Policía regimontana. Durante el tiempo que Alicia estuvo a cargo del bebé lo cuidó, arropó, entretuvo y alimentó de manera que el menor la pasó muy bien y, por lo visto y dicho, Alicia también. Haber aceptado cuidar al bebé en esos momentos, tratándose de una madre de cuatro hijos pequeños y pasando mañanas y tardes en las banquetas de una tierra que no es la suya, quizá lo habrían hecho pocas o muchas mujeres pero considerar, en esas complicadas condiciones, disposición a quedarse con el bebé por el tiempo que fuese necesario y quizá para siempre, no parece que tal arrojo fuese igualmente tenido por muchas más. Habrá quien piense que la actitud de Alicia es propia de una persona ignorante, descuidada y carente de visión; no es improbable que tal pensamiento sea manifestación de una actitud más bien calculadora o pusilánime. Otras personas podrán ver en Alicia una mujer muy probablemente de escasa escolaridad pero definitivamente una persona entregada, natural y generosa, pues de lo que menos puede acusársele es de no saber lo que le espera al acoger un bebé, toda vez que al estar haciéndose cargo de los cuatro suyos, pues como que algo sabrá de lo que implica uno más. Habrá incluso quien considere que lo mejor hubiera sido no dejar que el bebé naciera, pero el más rudimentario sentido común indica que el bebé está hoy mucho mejor que haberlo tirado en un basurero o sepultado bajo tierra antes o después de haber nacido. No sabemos más de la mujer que entregó el bebé a Alicia, muy probablemente aquella es su madre, y de serlo actuó, en medio de su desesperación, lo mejor que pudo al dejarlo en las manos de una mujer que no conocía pero que vio pendiente y atenta del cuidado de sus hijos. Aquella pobre y apesadumbrada madre tendrá al menos la certeza de no haber cedido a impulsos ni presiones que implicaban el más grave daño para su hijo y a la vez tendrá el consuelo de que su hijo estará vivo, atendido y con la oportunidad de ser querido.

JESÚS CANALE

Médico cardiólogo por la UNAM. Maestría en Bioética.

CORREO: jesus.canale@gmail.com

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