Acotaciones sobre el Isssteson
Un problema central del Isssteson es que el principal patrón, que debía pagar sus cuotas completas, no lo hace
Debo de confesar que estoy entusiasmado con la posibilidad y la expectativa de que esta vez el rescate del Isssteson vaya en serio y se logre avanzar. Vi la entrevista que dio el director al noticiero Proyecto Puente y he tratado de seguir las críticas que se le han hecho. Considero que esas críticas, si bien pueden tener fundamento, apuntan asuntos periféricos y no demeritan ni desmienten la buena y sana intención de poner orden y salir adelante en la tarea de enderezar este entuerto. Por ello, he considerado oportuno hacer algunas acotaciones personales.
EL PROBLEMA CENTRAL ES EL GOBIERNO DEL ESTADO
Un problema central del Isssteson es que el principal patrón, que debía pagar sus cuotas completas, no lo hace. Durante muchos sexenios el Gobierno del Estado ha escatimado el pago de cuotas al Isssteson y muy probablemente, de acuerdo con las declaraciones del director actual, puede seguir ocurriendo. Aquí el Gobierno del Estado no está cumpliendo su obligación legal y se financia con el pago de cuotas; lo usa como caja chica. El Gobierno del Estado debería comenzar por cubrir íntegramente su obligación de transferir su parte de las cuotas de los trabajadores e incluso cubrir los adeudos de gobiernos anteriores. ¿Va el Gobierno actual a cumplir íntegramente esta obligación? No sé si haya un compromiso en este sentido. Para esto no se requiere cambiar la ley.
Siguiendo el mismo comportamiento del Gobierno del Estado, están los municipios y organismos que jinetean los recursos de las cuotas de sus trabajadores y dejan de cubrir íntegramente sus obligaciones.
Toda esta información debería de hacerse pública y suspender servicios a los que no paguen sus cuotas. Se trata del problema de los gorrones que se cuelgan del servicio. Si no hay sanción al no-pago completo de las cuotas patronales, el problema no puede resolverse. Pero, obviamente, los directores no pueden exigirle al Gobernador en turno.
Las megapensiones no son la causa ni el problema central del Isssteson. Son injustas y son motivo de escándalo, pero no son las causantes del desfalco ni quitándolas se resuelve el déficit del instituto. Éstas sirven más bien para la nota periodística. Puesto que son totalmente legales, lo que se requiere, aquí sí, es una reforma legal. Hay que poner topes a las pensiones, similares a los que tienen el IMSS y el Issste a nivel federal. Sin embargo, ya se supo que éstas se están entregando incluso en este Gobierno, como sucedió con el magistrado que acaban de jubilar en el Poder Judicial. Lo peor del caso es que ésta es más resultado de una negociación, que de una fórmula legal. O sea que los criterios políticos siguen prevaleciendo.
Esperemos entonces que pronto se promuevan las reformas legales pertinentes para que se acaben las megapensiones, sobre todo las asignadas por negociaciones políticas.
EL PROBLEMA DE LA ROBADERA
Por otra parte, está el problema de la corrupción que se da en las compras, licitaciones, contrataciones, nombramientos de personal e incluso robos de medicinas y materiales médicos. Ya el director señaló que existen muchos convenios y juicios amañados y sesgados para sangrar a la institución. Aquí es donde más puede avanzar el director actual y no debería de distraerse en alegatas menores por Twitter.
AMLO y Morena se mantienen vigentes y populares por su promesa de combatir la corrupción a fondo. De asuntos como este del Isssteson depende que la anunciada transformación sea efectiva y realmente se apoye el desarrollo político del País.
Ojalá otros miembros del gabinete estatal impulsen luchas y cruzadas similares a la que se está emprendiendo en el Isssteson. Ojalá esta administración logre efectivamente avanzar y sanear al Isssteson. Esta es la oportunidad. No maten la esperanza.
Nicolás Pineda. Analista político.
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