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A la cárcel por cantar en Cuba

Y Cuba es la reina de la intolerancia. No sólo ahí encarcelan a quienes piden un cambio democrático -luego de 63 años de tiraníasino también a los que cantan y suben sus expresiones artísticas a internet.

Hay pocas cosas más patéticas y vergonzosas que una dictadura intente silenciar una canción. Y así pasa en Cuba. Desde que salió la canción “Patria y vida” a principios de 2021, el régimen de La Habana ha tratado de censurarla. Pero una cosa es prohibir que salga en la radio y la televisión oficial, y otra muy distinta es tratar de erradicar un canto de lucha que tararean en su mente (y a todo pulmón en las calles de la isla en julio del año pasado) muchísimos cubanos. Eso no pueden hacerlo. Ni podrán. Lo prohibido es tentador. Basta que un Gobierno diga que algo no se puede oír para buscarlo. Estas son algunas de las estrofas que han hecho temblar al régimen cubano: “No más mentiras. Mi pueblo pide libertad, no más doctrinas. Ya no gritemos Patria o muerte, sino Patria y vida, y empezar a construir lo que soñamos, lo que destruyeron con sus manos. Que no siga corriendo la sangre por querer pensar diferente. ¿Quién les dijo que Cuba es de ustedes? Si mi Cuba es de toda mi gente…”. La dictadura cubana no puede meter a una canción a la cárcel. Pero sí puede encarcelar a uno de sus coautores, Maykel Castillo Pérez, mejor conocido como el Osorbo. “Maykel iba caminando por La Habana cuando unos agentes de Policía lo interceptaron para hacerle preguntas y trataron de arrestarlo”, reportó Amnistía Internacional. Días después, el 18 de mayo de 2021, regresaron por él. “Agentes de seguridad se presentaron en su domicilio y lo detuvieron. Está recluido en la Prisión Provincial de Pinar del Río por cargos de ‘atentado’, ‘resistencia’, ‘evasión de presos o detenidos’ y ‘desórdenes públicos’”, añade el informe. Y todo por cantar una canción. Maykel fue enjuiciado y sentenciado a nueve años de “privación de libertad”, según informó la Fiscalía General de la República de Cuba. Así que hasta cantar en Cuba es peligroso. También poner algo en tus redes sociales que no le guste a la dictadura. El artista visual Luis Manuel Otero Alcántara recibió una sentencia de cinco años de prisión por publicar fotos en sus redes en las que utilizaba la bandera cubana en un acto artístico. Es fácil encontrar las fotos de Otero en un performance que llamó “La bandera es de todos”: Se le ve sencillamente con la bandera cubana sobre los hombros. Y las acusaciones en su contra no pueden ser más vagas. El tribunal, dice el informe, consideró que a la bandera “se le utiliza en actos denigrantes, acompañados de expresiones notoriamente ofensivas e irrespetuosas, menospreciando los sentimientos de nacionalidad y orgullo que le profesa el pueblo cubano a nuestra enseña patria”. Por eso Luis Manuel está en prisión. La represión en Cuba se ha incrementado desde las protestas prodemocracia del 11 de julio de 2021. Así lo denuncia Amnistía Internacional: “Tras las protestas pacíficas celebradas en toda la nación, las autoridades cubanas, con el presidente Díaz-Canel a la cabeza, han intensificado una política de represión, aplicada durante décadas,que criminaliza la protesta pacífica y encarcela y maltrata a personas cubanas de toda condición sólo por expresar sus opiniones”. Alrededor de 700 personas siguen detenidas tras las protestas del año pasado, según la organización Cubalex. Imposible confirmar de manera independiente cuántos son exactamente. Pero lo que sí sabemos es que Maykel está encarcelado, y Jade de la Caridad, su hija pequeña, pidió de manera pública su liberación. Con sus pocos años de edad, ella apareció en un video que el cantante Yotuel, otro de los coautores de “Patria y vida”, hizo público en la Cumbre de las Américas en Los Ángeles. “Señores de la Cumbre, me dirijo a ustedes, aunque no los conozca, desde Cuba. Quiero hablarles sobre mi papá, que está preso por solamente cantar unacanción”, se escucha a Jade de la Caridad, mientras ve directamente a la cámara. “Él no ha hecho nada, por favor, ¿me pueden ayudar a liberarlo? Lo quiero mucho y lo extraño”. Las dictaduras destruyen familias, como la de Maykel, e infancias, como la de Jade de la Caridad. ¿Cómo puede vivir tranquilamente una niña en Cuba luego de saber que a su papá lo arrestaron sólo por cantar una canción? “No sabemos cómo salir de esto, sabemos cómo funcionan, cómo es el proceso de entrar a una dictadura”, me dijo Yotuel en una entrevista reciente. “Te pueden condenar a muerte por decir ‘Cuba libre’; te pueden echar 30 años por salir a manifestarte libremente; te pueden echar 15, 20 o 30 años por recibir una recarga de teléfono mía o de alguien que diga ‘usted recibió recarga de un disidente, y esto es un atentado a la Patria y eso es sedición’. Hacen lo que les da la gana”. Una de las principales características de las dictaduras es la intolerancia, es esa imposibilidad de aceptar críticas y puntos de vista opuestos. Y Cuba es la reina de la intolerancia. No sólo ahí encarcelan a quienes piden un cambio democrático -luego de 63 años de tiraníasino también a los que cantan y suben sus expresiones artísticas a internet. Algo se rompió ya en la isla. Miguel Díaz-Canel y sus compinches deben tener muchísimo miedo, tanto que una canción los pone a temblar: La prohíben y encarcelan y detienen por cantarla. Se saben vulnerables y temen que se acerque el momento del cambio. Y eso explica el aumento de la represión. Deben estar aterrados de ver las imágenes en Sri Lanka, donde miles de ciudadanos hartos tomaron el palacio presidencial, obligaron a huir al Presidente y se metieron a su residencia y hasta a su piscina. Claro, Cuba no es Sri Lanka y no sabemos lo que va a pasar en la isla. Pero la inconformidad con el régimen crece. Pero ya sabemos una cosa, sabemos cómo suena la canción de la libertad.

Jorge Ramos, periodista ganador del Emmy, director de noticias de Univision Network. Ramos, nacido en México, es autor de nueve libros, el más reciente es “A Country for All: An Immigrant Manifesto”.

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