Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas /

México; inspiración y esperanza para el mundo

Anda de nuevo desatado el fascismo en el mundo.

Epigmenio Ibarra

Anda de nuevo desatado el fascismo en el mundo.

Sembrando el miedo, pregonando el odio, los profetas libertarios y de la ultraderecha -ahora convertida en una fuerza mundial que, por primera vez en la historia, coordina con eficiencia letal sus ataques en distintas latitudes- cosechan votos.

El atroz e impune genocidio perpetrado por Benjamín Netanyahu en Gaza, la guerra entre Rusia y Ucrania, el despliegue de una poderosa fuerza naval estadounidense en el Caribe, la incontenible ola migratoria, contribuyen al clima de crispación e incertidumbre del que sacan ventaja las y los políticos autoritarios que dicen tener mano de hierro.

No es justicia lo que prometen sino venganza y lo hacen, al saberse avalados por el imperio más poderoso de la tierra, con un descarnado y brutal cinismo.

La amenaza de la acción directa sustituye tanto a la política como a la diplomacia y la virulencia creciente de un discurso que descansa en ese rancio y anacrónico anticomunismo que, tanto derramamiento de sangre produjo en el pasado, convierte al adversario político al que se puede vencer civilizada y limpiamente en un enemigo al que es preciso exterminar a toda costa.

En este desolador panorama mundial sólo México es la excepción. El principio: “Por el bien de todos primero los pobres” cambia radicalmente los términos del quehacer político y marca un camino que es posible y deseable seguir.

Su potencial subversivo, similar a otros principios que han transformado al mundo entero, como “libertad, igualdad y fraternidad” es enorme porque, en tanto apela a lo que nos hace humanos, pueden ser abrazados por personas de todas las clases sociales.

Contra el humanismo mexicano y esta revolución en la que a ninguna clase se excluye y mucho menos se pretende destruir. Contra ésta transformación donde los adversarios gozan de la más absoluta libertad y pueden ganar en las urnas, se estrella y fracasa la derecha fascista.

Inspiración y esperanza para el mundo, en este momento de oscuridad, es éste México, en el que todas y todos pueden ser parte de la transformación pacífica, democrática y radical que está en marcha.

Hoy, en nuestra Patria, basta con ser decente para ser revolucionario.

Hoy, más allá de los dogmas ideológicos, basta con tener la convicción de que, tender la mano a quien se ha quedado atrás para que se empareje, beneficia al país, nos beneficia a todas y todos.

Epigmenio Ibarra

@epigmenioibarra

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí