Sardinas Friego, émulo de Bukele
Las protestas y enojos de Salinas Pliego tienen como contexto que es un ángel caído del paraíso de los grandes capitales prósperos.

Un día después de declararse de “ultraderecha” y un día antes de que la Corte mexicana ordene mermar su fortuna por cobro de adeudos fiscales, el multimillonario Ricardo Salinas Pliego fue a El Salvador a reunirse con Nayib Bukele para declarar que, de ser Presidente de México, imitaría las políticas del centroamericano en materia de combate al crimen y manejaría al país como una de sus empresas.
El aspirante a Bukele mexicano ha desarrollado en las horas recientes un libreto de atropellado aspiracionismo épico: apareció en un video con bandera mexicana a un lado y estandarte de la Virgen de Guadalupe del otro, cual Tío Richie Hidalgo y Deudilla, con un discurso más propiamente de desahogo emocional.
En otra grabación quiso mostrarse como experto capitán marino en una nave sin indicios de estar activada, indicando el riesgo de girar a la izquierda pero moviendo un brazo a la derecha, citando los lados de la embarcación como izquierda y derecha y no como babor y estribor y, para colmo, con un viandante de camisa roja caminando a un lado a mayor velocidad, obviamente, que la nave estacionada. Salinas Pliego recomendó no entregar el timón a un pen… y él mismo quedó como un… pensador maltrecho.
Las protestas y enojos de Salinas Pliego tienen como contexto que es un ángel caído del paraíso de los grandes capitales prósperos. Bloomberg publicó que cuatro de las cinco personas más ricas de México tuvieron en promedio un 30% de mayores ganancias en el primer año del Gobierno actual: Slim (28.9%), Larrea (48.8%; quién lo iba a decir: uno de los empresarios más confrontados con el obradorismo ha sido el más beneficiado en los siete años de la 4T), Bailleres (86%) y Aramburuzavala (9.1% en seis meses) crecieron su patrimonio.
En cambio, la fortuna de Salinas Pliego ha tenido el infortunio de caer en un 33.2%, de octubre del año pasado al martes 11 del mes en curso. Es decir, sin tomar en cuenta el impacto que tendrá la resolución de la Corte sobre los adeudos fiscales largamente litigados por el Grupo Salinas. Tampoco se consideran los pagos obligados que deberá hacer en Estados Unidos a acreedores a los que juzgadores de ese país han abierto la puerta para tales cobros.
Acentuado, pues, el infortunio de su fortuna —heredada y luego potenciada por arreglos con los Salinas de Gortari a partir de la privilegiada compraventa de Imevisión, ahora Televisión Azteca—, el dueño del Grupo Salinas ha girado en busca de posicionamiento político que le abra puertas de resarcimiento patrimonial, como el que en su tiempo tuvo otro entreguista a los intereses de Estados Unidos: Vicente Fox, quien llegó quebrado a Los Pinos y salió nuevamente enriquecido, al igual que su pareja, Martha Sahagún, y familiares de ambos.
Por ello, desde ahora promete ejercer, a imagen y semejanza de Bukele, una presidencia de mano dura, ajena al Estado de Derecho —cuyo abatimiento en México tanto dice lamentar—, orgullosamente violatoria de derechos humanos y sometida a Estados Unidos.
Tales tonalidades no le son extrañas. Apenas había dejado Luis Cárdenas Palomino de ser el segundo mando en importancia del equipo del narcopolicía Genaro García Luna, cuando, en enero de 2013, se integró como director de Admantium Private Security Services, empresa de Salinas Pliego especializada en servicios de vigilancia y espionaje (reportaje de Mathieu Tourliere, en Proceso, 2019: https://goo.su/Nm5Yf). Cárdenas Palomino está preso por una pizca de su amplio historial delictivo.
Así que, en su desesperada búsqueda de convertirse en un “gobiernícola” compensatorio de infortunios actuales, Sardinas Friego sería la lúdica adaptación de tales apellidos que prometen amontonamientos carcelarios y captura solo de peces pequeños; todo a cargo de quien, además, libertario siempre en busca de lucro, probablemente se asignaría concesiones presupuestales para operar tales reclusorios privatizados.
¡Bukele vive, Sardinas sigue! ¡Hasta mañana!
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