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A Trump rogando y con la CIA dando

Los hechos de violencia que se han multiplicado en un lapso reciente... sirven para propiciar la aceptación e incluso la rogatoria de que Estados Unidos, es decir, Donald Trump y sus halcones, entren a escena mexicana directamente.

Julio Hernández López

Todos los caminos llevan a Trump. Hay una concatenación de hechos y declaraciones que encajan puntualmente con los manuales de desestabilización que Estados Unidos, sus agencias y embajadores, han practicado históricamente contra gobiernos a los cuales desean doblegar o derrocar.

Los hechos de violencia que se han multiplicado en un lapso reciente, lamentables sin reservas en cuanto a las víctimas, reiteradamente indicativos de la profunda descomposición a causa del crimen organizado y de su colusión y protección desde poderes políticos de todos colores, van potenciando la percepción de angustia y desesperanza sociales y, con ello, sirven para propiciar la aceptación e incluso la rogatoria de que Estados Unidos, es decir, Donald Trump y sus halcones, entren a escena mexicana directamente, hasta físicamente, para “salvar” a la nación. Desmemoria histórica, fragilidad analítica, esperanza en ayudas intervencionistas.

El presunto precandidato presidencial (Pepepé) Ricardo Salinas (RiSa) avanza en el ensuciamiento de su lenguaje y pensamiento políticos de manera proporcional a la inminencia de sentencias judiciales que le signifiquen fuertes pérdidas económicas. Entre más cercano parece quedarle el pago de impuestos y cargos conexos, más despecho, provocación e insulto salen de su boca y de las teclas de sus operadores cibernéticos.

Ayer, en un acto que debería haber transcurrido en el plano empresarial, pues se trataba de la conmemoración de 75 años de Elektra, el mencionado Pepepé apareció, en modo de innegable apropiación oportunista, tocado con un tipo de sombrero identificable con el que fue usual en el presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, asesinado el primer día del mes en curso.

“Hombre de pueblo”, le etiquetó, a pesar de la evidente aberración visible desde cualquier lista de Forbes, uno de los medios de Internet que han surgido para apuntalar las pretensiones de quien busca convertirse en la carta favorita de la Casa Blanca para gerenciar México (Washington ya hizo a un lado, por lo pronto, al neocristero en decadencia, Eduardo Verástegui) o, en el peor de los casos, para influir en la designación de alguien que le sea cercano y manejable, aunque no triunfe pero sea negociable (Lilly Téllez, por ejemplo).

En ese proceso de conversión de multimillonario a seudo líder popular sombrerudo, RiSa ha creído necesario reivindicar su pobreza original (es decir, la económica) y tratar de poner a salvo de embargos o sorpresas parecidas la televisora con la que se alzó en tiempos de privatizaciones superventajosas del otro Salinas (de Gortari).

Así fue que soltó ayer perlas de intelecto que muy bien le definen: “Aunque no lo crean los chairos hijos de perra: Sí, yo era pobre. Sí, ¿y saben qué? Si hoy soy rico, es por el esfuerzo mío y de todos nosotros que hemos servido a millones y millones de clientes, y no porque me hayan dado ninguna concesión. Yo no he tenido ninguna concesión de parte del gobierno, la televisión se las compré, por si no saben, cabrones. Y les pagué 650 millones de dólares de aquella época, que era mucho, y sigue siendo mucho. No me hicieron ningún favor…”

¿A título de qué, en un acto de Elektra, el probablemente embargable deudor sacó a colación el tema de Televisión Azteca, con todo y la mención de los 650 millones de dólares (de los cuales el hermano incómodo, Raúl Salinas de Gortari, le prestó a la palabra casi 30 mdd)? Raro que no sacara a balcón, o a subasta, lo de ADN 40, la otra pillería violenta, consentida por aquel Vicente Fox tan inútil que se hizo el sorprendido, “¿y yo por qué?”, cuando le preguntaron por qué permitía el asalto armado a las instalaciones transmisoras de lo que fue el canal 40. A sombrerazos anda el multimillonario de próxima mengua.

Y, mientras Perú, desde su inestabilidad presidencial constante, rompe relaciones diplomáticas con México ¡Hasta mañana!