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¿Un binomio PAN-Salinas Pliego?

Hoy por hoy, el PAN carece de un posible candidato a la Presidencia que los haga competitivos en la elección de 2030.

Leo Zuckermann

Juegos de poder

Hoy por hoy, el PAN carece de un posible candidato a la Presidencia que los haga competitivos en la elección de 2030.

Hoy por hoy, si el empresario Ricardo Salinas Pliego se anima a participar en la próxima elección presidencial, no tiene un partido que lo apoye en esta aventura.

¿Se juntarán el hambre con las ganas de comer?

¿Podrían los panistas lanzar a Salinas como su candidato presidencial?

Sí, es muy temprano para hacer este tipo de especulaciones. La elección está muy lejana. Pero, como están las cosas hoy en día, se requiere posicionar rápido a un líder opositor que pueda ser competitivo. Un tipo que pueda cosechar los errores de los gobiernos de la 4T. Algo así como hizo López Obrador en los gobiernos de Fox, Calderón y Peña siendo un opositor implacable que no dejaba pasar ni una para llevar agua a su molino.

Recordemos, además, el caso exitoso de Fox. Primero se les coló a los panistas como candidato a gobernador de Guanajuato. Ya en ese puesto, desde las elecciones intermedias de 1997, anunció su intención de participar en la contienda presidencial de 2000. Comenzó a hacer campaña. Logró tal ventaja que el PAN no tuvo de otra más que lanzarlo como su candidato. Le funcionó de maravilla ser el outsider de la política para ganar los comicios del 2000.

En el evento del relanzamiento del PAN del sábado pasado, los panistas anunciaron que están dispuestos a abrir ese partido a candidaturas ciudadanas. Esto puede y debe interpretarse como un guiño a personajes como Salinas que están pensando en involucrarse en la política. Está por verse, desde luego, si la dirigencia del PAN va en serio con eso de abrir el partido a candidaturas ciudadanas porque una cosa son los dichos y otros los hechos.

Salinas, por su parte, está tentando el terreno para ver si se anima a participar en la contienda presidencial. Se ha convertido en uno de los críticos más férreos de los dos gobiernos de la 4T.

Hay quienes interpretan sus duros pronunciamientos como parte de una estrategia para negociar una quita de los impuestos que, según el Gobierno, debe. Se había hablado de 72 mil millones de pesos, pero hace poco la Presidenta mencionó un adeudo por 48 mil millones. Ambas cifras son estratosféricas para un empresario cuya fortuna es de cinco mil millones de dólares según Forbes (alrededor de 92 mil 500 millones de pesos).

Hace poco, el periodista Ramón Alberto Garza entrevistó a Salinas y le preguntó si aspiraba o no a la Presidencia. “No es algo que yo esté buscando activamente porque mi vocación es distinta. Pero, también, al mismo tiempo, digo: Si no hacemos algo por el futuro de nuestro País, nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros bisnietos, nos lo van a reclamar [...] Y si es necesario, pues haré lo que sea necesario. Pero, no, tampoco, no estoy tan seguro de que estén dadas las condiciones para que yo pueda ser un candidato ganador”, respondió.

En otras palabras, ni lo negó ni lo afirmó con contundencia. Quedó abierta esa puerta.

Si se anima, qué mejor que hacerlo con el partido opositor más fuerte de México, aunque hoy esté de capa caída. Salinas seguiría el camino de Trump que llegó al Partido Republicano como outsider. Conquistó la candidatura presidencial de ese partido. Ya con ese vehículo, ganó las elecciones de 2016, luego las de 2024. Hoy es el líder indiscutible de ese partido con el movimiento que él formó: MAGA.

Este sábado, aprovechando la celebración de su cumpleaños 70, Salinas al parecer lanzará formalmente el Movimiento Anticrimen y Anticorrupción (MAAC) en la Arena Ciudad de México. Estaría siguiendo el mismo guión que Trump.

Un detalle más. El pasado 15 de septiembre, Salinas posteó un video dando su Grito de la Independencia con el lema “vida, propiedad y libertad”. El sábado pasado, el PAN modificó su propio lema; el nuevo será “Patria, familia y libertad”.

No es gratuita la coincidencia. El PAN le está apostando a convertirse en un partido conservador de derecha en el ambiente cada vez más polarizado que hay en la política nacional. Tiene sentido. Abandona el centro, que cada vez tiene menos electores, y se propone ocupar el mercado que ningún partido está atendiendo en este momento, para así competir en contra de Morena que tiene tomado el otro lado del espectro político, el de la izquierda.

Salinas Pliego, por su parte, tiene una ideología parecida a la de otro outsider de la política en América Latina: Nayib Bukele en El Salvador. Liberal en lo económico, conservador en temas culturales (como el del lenguaje inclusivo o la identidad de género) y de mucha mano dura en el asunto del combate a la criminalidad.

Parece natural que un PAN más corrido a la derecha podría adoptar, sin problema, la agenda que pregona Salinas Pliego.

¿Se juntará el hambre con las ganas de comer?

¿Estamos viendo los prolegómenos de un binomio PAN-Salinas Pliego?

Leo Zuckermann

X: @leozuckermann

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