Salinazo lleva al PAN a “relanzamiento”
La derecha panista siempre funcional al sistema se relanza mientras el deudor fiscal más retorcido se impulsa como opción de ultraderecha en abonos

En un drástico reconocimiento de insuficiencia e intrascendencia, armados de ínfimas hechuras de mercadotecnia (un logotipo mal hecho, discursos de bisutería) y deseosos de aparentar “cambios” y “modernidad”, los actuales dueños inmobiliarios de lo que queda del Partido Acción Nacional decidieron escenificar algo mal llamado “relanzamiento”.
No tienen líderes carismáticos ni eficaces (el presidente formal del comité nacional, Jorge Romero, carece de profundidad ideológica y visión estratégica) ni han logrado hacer planteamientos que les pinten ante el electorado como un intento de cambio real.
Son los mismos, los que desde la recaudación inmobiliaria en la Benito Juárez se apropiaron de la estafeta ya lánguida que dejaba Marko Cortés; los mismos, pero ahora con la carga de los derrotados recientes que pretenden seguir montados en lo que fue el partido blanquiazul (Xóchitl Gálvez, el estrepitoso fracaso de 2024; Claudio X. González, el creador eterno de membretes fallidos).
La novedad mediática de este relanzamiento fofo está en el manoseo de la alianza sostenida con otro fideicomiso de liquidación partidista, el Revolucionario Institucional (PRI), es decir, lo que queda de este. Para efectos de crear suspenso, se hizo circular antes del sábado “relanzado” que no habría más alianzas con el susodicho PRI, pero a la hora del discurso oficial el dirigente Romero pareciera haber recibido instrucciones en contrario a través de su reloj inteligente al que prestaba más atención que a su propio discurso “histórico”. Aunque muchos panistas esperan deshacerse del PRI, los panistas no habrán de ser “ingenuos”, presumió Romero, ha de suponerse que por ser muy astuto.
Mediante un mensaje grabado estuvo presente en el Frontón México el paladín de la defensa de las instituciones electorales sin ambiciones partidistas, Lorenzo Córdova, ex presidente del INE que ha vuelto a dejar asomar las filias con el conservadurismo: A confesión mediante videollamada, relevo de pruebas. Otras palabras a larga distancia fueron enviadas por José María Aznar, ex presidente derechista de España: A confesión de Partido Popular, relevo de pruebas. En vivo, eso sí, otro emblema de lo nuevo en el PAN ha sido Enrique De la Madrid, quien fue priista como su padre que ejerció la Presidencia de la República de manera tenue, grisácea, para dar paso al torbellino neoliberal de Carlos Salinas de Gortari.
El nuevo PAN (como antes hubo “el nuevo PRI”) mantiene viva la posibilidad de mantener alianzas con el otro cadáver político identificado por los tres colores de la bandera nacional. E incorpora a sus planes a personajes provenientes del también difunto Partido de la Revolución Democrática, Guadalupe Acosta Naranjo y Fernando Belaunzarán, especializados en la creación de membretes desfondados. Y, para cerrar el fresco, moderno y novedoso lanzamiento, el nuevo-viejo PAN explora la posibilidad de aliarse con el dantesco Movimiento Ciudadano.
En realidad, los gerentes actuales del PAN tratan de reacomodar sus redituables políticas de derecha inocua a los nuevos tiempos de la ultraderecha trumpizada que encabeza el empresario bajo despecho por obligado pago de impuestos, Ricardo Salinas Pliego, quien hizo una reunión fastuosa de cumpleaños para abrirse paso como virtual aspirante a la Presidencia de la República por lo que vendría siendo el PAZ, el Partido Azteca o Partido Aznar: Ahí, elegante, filosófico, culto y refinado, estableció su lema de campaña: “Sacar a los zurdos de mie… y mandarlos a chin… a su madre”.
La derecha panista siempre funcional al sistema se relanza mientras el deudor fiscal más retorcido se impulsa como opción de ultraderecha en abonos, con san Donald Trump como patrono que anuncia más vigor intervencionista contra Venezuela y más engaños criminales en Gaza.
¡Hasta mañana!
Sigue nuestro canal de WhatsApp
Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí