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Kirk: Trump y anexos aprovechan

Religión, política, dinero y tecnocracia en exaltación funeraria mientras otro fantasma persiste...

Julio Hernández López

Astillero

Fusión explícita de religiosidad y política: Invocaciones de civismo heroico conservador (se le ha asignado la Medalla Presidencial de la Libertad) junto a declaratoria de mártir cristiano para el asesinado Charlie Kirk, a la vez que peticiones de registro electoral de asistentes (voluntarios de Turning Point USA, la organización creada por Kirk, instalaron puestos para tomar datos a asistentes bajo las consignas: “¡No sólo reces por el cambio, vota por él!” y “Charlie quiere que te registres para votar”).

Trump a la cabeza, con las principales figuras de su gabinete (el vicepresidente Vance y el secretario Rubio, los más destacados), oradores cristianos y la ahora viuda de Kirk, ante decenas de miles de apasionados asistentes a un estadio deportivo a 14 kilómetros de Phoenix, Arizona. La viuda, en congruencia religiosa, expresó su perdón a quien mató a su esposo, pero Trump, centrado siempre en él, deslizando parte de su discurso hacia el informe de tareas de Gobierno (hasta de aranceles habló) y la arenga cuasi electoral, disintió al decir que sus oponentes hacen “trampa como perros”, así que “odio a mi oponente y no quiero lo mejor para él”, puntualizó.

Una parte destacada del conservadurismo estadounidense unido y reunido físicamente (Elon Musk, el tecnócrata multimillonario, tuvo su segunda oportunidad al poder sentarse fotográficamente a un lado de Trump para intercambiar palabras, aunque el presidente pareció interesado en dar más importancia al otro convidado, a su diestra); todo ante 73 mil personas provenientes de diversas partes del país en la conjunción evangélica y política que pretende alentar una especie de guerra santa contra la izquierda (radical o no), el “marxismo cultural”, las universidades “liberales”, el wokismo y los “excesos” de la libertad de expresión, entre otros fantasmas en espera de ser conjurados a través de la cruzada trumpista.

Religión, política, dinero y tecnocracia en exaltación funeraria mientras otro fantasma persiste, el de los expedientes Epstein y los indicios de involucramiento delictivo sexual, en grado a comprobar, de quien ahora dirige la nación imperial de escándalo en escándalo: Primer Presidente de Estados Unidos en ser sentenciado como delincuente antes de tomar posesión, aunque con la gracia judicial de poder cumplir con el encargo; Presidente agresivo, chantajista y vociferante, un ejemplo reciente de esas características negativas lo da el caso de Jimmy Kimmel, el conductor de un programa nocturno de información y entretenimiento de la televisora ABC, retirado del aire por presiones explícitas del trumpismo.

Más que fantasmas, realidades que no puede conjurar el libertario argentino Javier Milei sino que va dándoles corporeidad legislativa, electoral, política y económica: Derrotado rotundamente por el peronismo hace dos semanas en los comicios provinciales de Buenos Aires (donde se concentra casi el 40% del padrón nacional, con determinante elección nacional ya en octubre), perdedor en el Congreso que le ha rechazado propuestas presupuestales clave, confrontado por la mayoría de los gobernadores, anclado en las trampas corruptas de las criptomonedas (el caso $Libra) y los moches (coimas, se dice allá) para la hermana Karina en compras relacionadas con temas de discapacidad y, para redondear el cuadro, una crítica situación económica que ha hecho a Milei pedir y conseguir una cita con Donald Trump que podría devenir en un préstamo-grillete de decenas de miles de millones de dólares.

Del Norte pueden venir los aires que impulsen en términos económicos y propagandísticos a quienes pretenden armar una opción electoral en México para 2027 y 2030, con Ricardo Salinas Pliego, su empleada Lilly Téllez, el neocristero Eduardo Verástegui y otros agentes del trumpismo. Pero del Sur mileista llega ya la prueba de que la estridencia, la insustancialidad y la insensibilidad social llevan al fracaso a las “opciones” estrambóticas. ¡Hasta mañana!

Julio Hernández López