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En la era de Sheinbaum, más de 18,600 muertos

Las cifras lo confirman. La presidenta Claudia Sheinbaum recibió un País sumamente violento de Andrés Manuel López Obrador...

Jorge  Ramos

Las cifras lo confirman. La presidenta Claudia Sheinbaum recibió un País sumamente violento de Andrés Manuel López Obrador, y México sigue siendo un País violentísimo. Aunque hay una mejoría.

En México la violencia se ha convertido en algo normal. Y, por eso, a pesar de que haya significativos descensos porcentuales en los asesinatos, hay partes del País que siguen sumidas en la narcoviolencia y que están en control de los carteles de las drogas.

Vamos a los números, y estoy usando fuentes del propio Gobierno mexicano - del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública - para que no haya dudas ni malentendidos. Así concentramos el debate en las soluciones y no en una pelea de datos.

En los primeros 10 meses de la Presidencia de Sheinbaum han sido asesinados 18 mil 646 mexicanos. Esto es un promedio de 62 homicidios dolosos cada día. La cifra es terrible, particularmente cuando le ponemos cara, nombre y familia a cada uno de los asesinados. El impacto social es enorme. Y por eso, aunque estos datos sean mejores que los del sexenio anterior, no podemos normalizar la violencia y presentarlos como una victoria.

Si comparamos el número de asesinatos durante los primeros 10 meses de Sheinbaum con los últimos 10 meses de López Obrador, ciertamente México está mejor. De diciembre del 2023 a septiembre del 2024 hubo 21 mil 317 homicidios dolosos; esto es un promedio de 71 muertos por día. Sheinbaum claramente ha hecho un mejor trabajo que López Obrador para combatir la violencia. El problema es que los muertos son muchos, y se siguen acumulando. Esto me recuerda esa terrible imagen de la película “Bardo”, de Alejandro González Iñárritu, en que los cadáveres formaban una tenebrosa pirámide en pleno zócalo.

Aunque el Gobierno actual sabe exactamente cuántas personas han muerto desde que tomaron el poder, la presidenta Sheinbaum no lleva un conteo de esta masacre durante sus mañaneras, ni tampoco lo hace públicamente ningún secretario o asesor de seguridad. Es, desde luego, una estrategia de comunicación. En lugar de enfatizar las brutales cifras de muertos, ellos prefieren concentrarse en porcentajes y gráficas muy específicas que demuestren un avance en la lucha contra la violencia.

Por ejemplo, en el último reporte sobre “incidencia delictiva” en México, concluyeron que el “promedio diario de víctimas de homicidio doloso a nivel nacional” durante el año anterior a julio del 2025 fue “el más bajo desde el 2015” y 25% menos que el que existía en septiembre del 2024, el último mes de AMLO en la Presidencia. Todo cierto. Pero en ningún lado aparece el total de asesinatos en el actual sexenio.

Esta política de comunicación, que evade la contabilidad total de la verdadera dimensión de la tragedia humana que se vive en México, es idéntica a la del ex presidente López Obrador. En varias mañaneras traté de hacerle ver que México vivía el período más violento desde la revolución y la guerra cristera, pero López Obrador insistía en tener “otros datos”. La realidad es que durante el Gobierno de AMLO, según cifras oficiales, murieron 159 mil 997 mexicanos. Fue una gigantesca catástrofe basada en la fracasada política de “abrazos, no balazos”.

El Gobierno de Sheinbaum, en la práctica y bajo fuertes presiones de Estados Unidos, ya ha roto con esa política. Y se nota en los primeros resultados. Pero por alguna razón no quieren decirlo abiertamente. Parecería que el actual Gobierno no desea ofender o contrariar a López Obrador.

Para que las cosas pasen, igual a nivel personal que en la política internacional, lo primero que hay que hacer es decirlo. Y el Gobierno de Sheinbaum aún tiene que definir y explicar claramente cómo piensa terminar con la violencia en México. La aspiración debe ser que un día se pueda decir que en los siete estados con más homicidios dolosos del País Chihuahua, Sinaloa, Aguascalientes, Baja California, Guerrero, Jalisco y el Estado de México - no hubo un solo asesinato.

Los países más desarrollados y pacíficos del mundo suelen tener algo en común; y es que tanto su gobierno como la oposición coinciden en ciertos objetivos básicos. En México el gobierno y la oposición deberían tener una estrategia compartida para combatir la narcoviolencia y a los grupos criminales. Es la única manera de salir adelante. Si no es así, seguiremos hablando de lo mismo dentro de 10 años.

Me dirán que no es justo llevar la cuenta de los muertos en México, o que es amarillismo y que tiene motivaciones políticas. Nada de eso. La masacre diaria que vive México es totalmente inaceptable. Si un grupo de pistoleros matara diariamente a 60, 70 u 80 personas en una escuela, oficina, tienda o iglesia, obligaría a soluciones más dramáticas, y le daría un sentido de urgencia al asunto. Pero como los muertos se esparcen por todo el territorio nacional, y pocos llevan la cuenta, la matanza diaria es la nueva normalidad.

Hay que contar a los muertos para que nos dé vergüenza y así, algún día, ya no tengamos qué contar.

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