Corredor biocultural Gran Selva Maya
El corredor biocultural Gran Selva Maya será un área de reserva natural en tres países contiguos.

Batarete
La semana pasada se reunieron en Kalakmul, una antigua urbe maya en el Estado de Campeche, cerca de Guatemala y no muy lejos de Belice, el presidente guatemalteco, Bernardo Arévalo; el primer ministro de Belice, Johnny Briceño y Claudia Sheinbaum Pardo, nuestra presidenta; para declarar a una porción ingente de la selva maya como un corredor biocultural y un área protegida de 5.7 millones de hectáreas entre los tres países (más o menos una tercera parte de Sonora), que será la segunda reserva natural más grande de Latinoamérica.
El presidente Arévalo, subrayó que “tenemos uno de los pulmones naturales del mundo. La gran selva maya es historia viva de patrimonio biológico y natural de la humanidad:
Es una fuente invaluable y diversa de vida”. Por su parte la presidenta Sheinbaum afirmó que “nos reúne un propósito común: Fortalecer la cooperación entre nuestras naciones para construir una región más sustentable, más justa y profundamente comprometida con el bienestar de nuestros pueblos. Podemos convertir nuestras coincidencias geográficas, culturales y sociales en una alianza sólida que coloque al centro la dignidad de las personas, la defensa de la naturaleza, y la visión compartida de un futuro sustentable”.
El primer ministro de Belice, Johnny Briceño, destacó que “México, Guatemala y Belice demuestran una vez más que las fronteras políticas no dividen: Nos unen esfuerzos para preservar uno de los últimos pulmones del planeta y la herencia viva de los pueblos maya”. Este corredor, dijo, es un compromiso con la biodiversidad, y “un puente hacia un futuro: El desarrollo sostenible, el turismo regenerativo y la sabiduría ancestral ordenan nuestro camino”.
Bernardo Arévalo comentó que los pueblos de Mesoamérica comparten una misma raíz y se imaginan un futuro acompañado: Estamos en el seno de uno de los pulmones naturales del mundo. La gran selva maya es historia viva de patrimonio cultural y natural de la humanidad. Es una fuente invaluable y diversa de vida”.
El corredor biocultural Gran Selva Maya será un área de reserva natural en tres países contiguos. El diseño de la iniciativa corresponderá a funcionarios designados por las tres naciones; Y el modelo será respaldado por organizaciones ambientales, del sector empresarial, de la academia y de la sociedad civil.
“Tenemos en esta selva inmensa, un patrimonio y una extraordinaria responsabilidad en la que Guatemala, México y Belice, estaremos protegiendo la gran selva maya, la vida y la diversidad, y honramos la historia para proteger el futuro” señaló.
La Presidenta de México añadió: “Hoy nos reúne un propósito común: Fortalecer la cooperación entre nuestras naciones para construir una región más sustentable, justa, comprometida con el bienestar de nuestros pueblos. Se trata de una oportunidad histórica: Convertir nuestras coincidencias geográficas, culturales y sociales en una alianza sólida que coloque al centro la dignidad de las personas, la defensa de la naturaleza y la visión compartida de un futuro sustentable”.
Hace unas décadas trabajé por unos años en una región aledaña a esa selva, en el
Estado de Chiapas. En algunas ocasiones pude visitar, al menos en sus linderos, algunas porciones de ese territorio en aquel entonces bastante aislado. Para un nativo del desierto, fue una experiencia asombrosa: Percibir aquella tierra feraz, poblada de plantas rastreras, arbustos desmedidos y árboles colosales, más una humedad avasalladora que nos calaba desde las botas hasta el sombrero, y oír el continuo rumor de miles de insectos que chirriaban entre la hojarasca, más los cantos de las aves protegidas entre la espesura, a los que se añadían los rugidos de los monos aulladores que surcaban las copas de los árboles recogiendo sus alimentos, fue sobrecogedora.
Esta iniciativa multinacional es una respuesta a un problema de proporciones colosales: Es protección que indaga y crea conciencia y conocimiento. Este esfuerzo debe multiplicarse por toda la geografía nacional. Imagino una porción del desierto de Sonora, su suelo, fauna y floras preservada para las siguientes generaciones.
Parece ser urgente.
Ernesto Camou Healy
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