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Cazadores de gringos

No existe en México una tradición de buenos programas de televisión o películas del género policiaco.

Leo Zuckermann

Juegos de poder

No existe en México una tradición de buenos programas de televisión o películas del género policiaco. Tampoco destaca el País en la “novela negra”. Supongo que tiene que ver con lo mala que es la labor de las policías mexicanas. Corporaciones llenas de ineptos y corruptos.

Por eso, celebro y recomiendo la serie “Los gringo hunter” en Netflix que trata precisamente de una unidad especial de la Policía de Baja California dedicada a la detención de estadounidenses buscados en el vecino del Norte por algún delito y que se han cruzado la frontera buscando refugio en territorio mexicano.

Lo mejor es que la serie está basada en un grupo que efectivamente existe. Es la Unidad de Enlace Internacional (UEI) que opera en la fascinante ciudad fronteriza de Tijuana. Su objetivo es buscar y capturar a fugitivos perseguidos judicialmente en Estados Unidos y que huyeron a México a esconderse.

En 2022, esta unidad de policías mexicanos capturó la atención del periódico The Washington Post que publicó un amplio reportaje sobre el tema. Lo titularon los “gringo hunters” o “cazadores de gringos” en español. La nota inspiró la serie de Netflix que le puso el mismo nombre.

Ayer la BBC publicó otro reportaje sobre el tema en el que informa que “la corporación ha logrado la detención de más de mil 500 fugitivos, casi todos estadounidenses, que intentan refugiarse en la zona fronteriza de Baja California. Su efectividad, basada en análisis de inteligencia y planes cuidadosamente diseñados y ejecutados, le ha valido el reconocimiento de las autoridades de México y Estados Unidos”.

En la serie, los agentes de la UEI son policías mexicanos de carne y hueso, pero, a diferencia de lo que generalmente estamos acostumbrados, no son corruptos. Esto no quiere decir que sean unos angelitos ni que la corrupción sí se haga presente en los doce episodios de la serie.

De hecho, la corrupción juega un papel importante en la trama de la historia central.

Porque “Los gringos hunters” combinan una trama que funciona como hilo conductor de la temporada con diferentes historias de los fugitivos buscados y capturados.

Ahí vemos, por ejemplo, a un par de jóvenes y frívolas influencers que roban mansiones en San Diego, para vender los productos hurtados en línea, y que huyen a México para no ser detenidas.

También está el viejo matón de la mafia italiana que lleva años escondiéndose en nuestro País, el Policía racista de migración que mató a dos inocentes migrantes o la reina de las criptomonedas que se enriqueció gracias a un esquema piramidal.

De acuerdo con la BBC: “Agencias de Estados Unidos como el FBI, la DEA o los US Marshalls han tenido una estrecha colaboración con la UEI a lo largo de los años, algo que no ocurre con otras corporaciones de seguridad mexicanas de las que los estadounidenses desconfían”.

Esto también se ve reflejado en la serie. La cooperación con los estadounidenses les da un margen de protección importante a los agentes de la UEI frente a la corrupción y las agendas políticas de sus jefes policiacos.

Me encanta que Tijuana sea el escenario de esta serie policiaca. En lo personal, la considero una ciudad interesantísima por su complejidad fronteriza. Todo en TJ es abigarrado y fascinante. En la serie aparecen sus legendarios antros, prostíbulos y taquerías. Hay ricos que viven en palacetes y pobres en chozas de cartón. Existen barrios a los cuales la Policía no puede entrar porque están controlados por bandas de narcomenudistas.

Como toda serie policiaca de Hollywood, “Los gringos hunters” tiene su buena dosis de violencia y sexo. Se le perdona algunas exageraciones por lo bien que está escrita.

Destaca, en particular, los personajes que aparecen, tanto los buenos como los malos. Sobresalen, me parece, tres.

La agente Gloria Carbajal, interpretada por Mayra Hermosillo, quien es la subcomandante de la unidad y tiene una vida personal muy complicada como toda madre soltera de un adolescente.

Me gusta el papel que actúa Regina Nava como Camila, una muchacha autista que tiene grandes dotes en la investigación digital, elemento clave de la UEI.

Y está Joaquín Meyer-Rodríguez, quien es nada menos que el primer actor José María Yazpik, un poderoso empresario de Tijuana, con una dolorosa historia personal y quien impulsa un ambicioso proyecto para la ciudad.

Muy recomendable, en suma, esta serie para los que, como a mí, les gusta el género policiaco. Espero, de hecho, que los productores se animen a sacar una segunda temporada.

Leo Zuckermann

X: @leozuckermann

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