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Los seis sepultureros del INE

Guadalupe Taddei pasará a la historia como la consejera presidenta que enterró al Instituto Nacional Electoral.

Leo Zuckermann

Juegos de poder

Guadalupe Taddei pasará a la historia como la consejera presidenta que enterró al Instituto Nacional Electoral (INE). Lo acompañarán otros cinco de sus colegas que votaron a favor de declarar válida la elección judicial del primero de junio a pesar de las múltiples irregularidades que ocurrieron en estos comicios. Ellos son Jorge Montaño, Norma Irene de la Cruz, Rita Bell López, Uuc-kib Espadas y Carla Humphrey.

Mención de deshonor merece esta última quien condenó las irregularidades, pero votó a favor de validar las elecciones. La incongruencia hecha realidad. Humphrey se une a los votos de la ignominia del senador Miguel Ángel Yunes y el ministro Alberto Pérez Dayán quienes permitieron que Morena se apoderara del Poder Judicial. Una tercia de infamia.

Del otro lado, hay que aplaudir a los cinco consejeros que tuvieron el valor de denunciar las prácticas fraudulentas de la elección y votaron en contra de declararla válida: Arturo Castillo, Martín Faz, Claudia Zavala, Dania Ravel y Jaime Rivera.

Esta quinteta expuso las múltiples irregularidades: Casillas con más votos que votantes, casillas “zapato” o con sufragios por un solo candidato, boletas que no se doblaron, aunque aparecieron marcadas en los cómputos, y robo de paquetes electorales.

Uno pensaba que esas prácticas ya habían sido superadas. Pues no, Morena las volvió a traer a la escena pública.

Dirán que fue en sólo el 1% de las casillas y, en este sentido, no fueron determinantes para los resultados. El propio INE excluyó del cómputo nacional las 818 sospechosas de un total de 84 mil instaladas.

Perfecto.

Sin embargo, sí hubo una irregularidad que determinó el resultado de las elecciones. Me refiero a los famosos acordeones que se repartieron antes de la jornada electoral.

Es, como dijo el consejero Castillo, el elefante en la sala. Los ganadores de la elección judicial fueron aquellos que venían en 37 acordeones que el INE detectó que se distribuyeron de manera generalizada.

La coincidencia es enorme. El consejero Martín Faz demostró que en el 62% de las casillas obtuvieron la mayoría de los votos entre seis y nueve candidaturas de ministros de la Suprema Corte que venían en los acordeones.

Seamos claros. Morena organizó esta elección para apoderarse del Poder Judicial. Repartió guías de cómo votar a sus clientelas electorales que son las que participaron en los comicios.

Se trata, en el mejor de los casos, de propaganda que estaba prohibida y, en el peor, de coerción del voto.

¿A cuántos de los electores los amenazaron y/o obligaron a votar de acuerdo con lo que venían en los acordeones?

Tengo en mi poder uno de esos acordeones que les repartieron a los empleados de una alcaldía de la Ciudad de México gobernada por Morena. Todos los nombres que aparecen en la boleta de la Suprema Corte (nueve), el Tribunal de Disciplina Judicial (cinco) y la Sala Superior del Tribunal Electoral (dos) ganaron la elección. Todos.

Vale la pena recordar que estaba prohibida la participación de partidos y organizaciones sociales, incluyendo sindicatos, en la elección. Ni qué decir del uso de recursos públicos de los distintos gobiernos.

Bueno, pues el INE declinó investigar de dónde habían salido los acordeones y quiénes los habían financiado. No lo hizo porque se hubieran encontrado el mastodonte en la sala, es decir, que toda esta elección fue una farsa organizada por la llamada 4T para apoderarse del Poder Judicial.

Y el INE se convirtió en comparsa de esta farsa, si me permiten la rima.

Es cierto que el Instituto no tiene facultades para declarar la validez o no de la elección. Eso le corresponde al Tribunal Electoral. Sin embargo, hubiera sido un mensaje poderosísimo el que el INE se rehusara a certificar los comicios.

De haber sido así, el Tribunal habría tenido que corregirle la plana con la mayoría de tres magistrados de cinco que controla Morena en esa corte.

Bueno, pues lo que vimos esta semana es que Morena también ya controla una mayoría en el INE, incluyendo a una esquizofrénica que dice una cosa y vota la contraria.

Una mayoría que lidera una mujer, Taddei, quien dijo el domingo: “No admito que se ponga en duda por 818 casillas contra más de 80 mil, ni la integridad ni la limpieza ni la pulcritud ni la responsabilidad ni el efecto correcto. Aceptémoslo, colegas, tuvimos un proceso electoral excelente. El INE cumplió y cumplió bien”.

No, consejera presidenta, el proceso electoral no fue excelente sino una vergüenza. Y usted, que no admite críticas, no lo quiere ver porque su misión ha sido enterrar a una de mejores instituciones democráticas que ha tenido el País en su historia. Eso sí ya lo cumplió y lo cumplió bien. Felicidades.

Leo Zuckermann

X: @leozuckermann

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