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Un régimen político cívico-militar

A partir del 1 de junio, la imagen de México en el mundo no es el de una sociedad más democrática, como lo dice la propaganda del Gobierno...

Rubén Aguilar

Un corresponsal extranjero acreditado en México, que ha dado cobertura al proceso de la reforma del Poder Judicial, y que cubrió puntualmente lo que ocurrió el 1 de junio, para enviar a su medio, me comparte su análisis de lo que desde su punto de vista ha sucedido en México.

El corresponsal, que hizo estudios de posgrado en Inglaterra, y que ha publicado algunos libros, a mi comentario de que la reforma del Poder Judicial, consumada con la gigantesca farsa del domingo pasado, era una regresión que nos devolvía a los años de la “dictadura perfecta” del PRI, me dijo que la de ahora es “una escala superior a la era del PRI”.

Y argumenta que “si fuera sólo la regresión autoritaria eso sería menos dramático. El componente ideológico, las nuevas condiciones del siglo XXI, hacen imprescindible, lo que pueda ocurrir en México con el resultado de la reforma del Poder Judicial”.

Y añade, quien conoce muy bien México y ha sido corresponsal en otros países de América Latina, y cubierto procesos electorales en una docena de países de la región, que desde su valoración y experiencia en otros países, en México “siguen nuevos pasos en la persecución política”.

Considera que “el inmenso respaldo que ahora tiene el Gobierno, es gracias a la mala calidad ciudadana, que abre la ruta sin obstáculos a la aventura de la nueva dominación. En México se volverá denso e irrespirable el ambiente político”.

En su comentario subraya que un nuevo elemento es ver que “el ejército está alineado y estamos en presencia de un régimen cívico-militar. Eso no ocurrió en la era del PRI a la escala que ahora se da”.

La posición de este corresponsal expresa el sentir de otros corresponsales extranjeros en México, de funcionarios de organismos internacionales acreditados en el País, de representantes de agencias de la cooperación y de organizaciones de la sociedad civil con presencia internacional, que les ha tocado vivir en otros países.

A partir del 1 de junio, la imagen de México en el mundo no es el de una sociedad más democrática, como lo dice la propaganda del Gobierno, sino que entra a la lista de gobiernos autoritarios y antidemocráticos. En los próximos días habrá distintos pronunciamientos de la comunidad internacional sobre lo que ahora sucede en México.

La consumación de la reforma del Poder Judicial, que ocurre con la farsa electoral del pasado 1 de junio, es un paso decisivo en la construcción y consolidación de la dictadura constitucional y de un régimen cívico-militar, misión central de la gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Para eso fue puesta en ese cargo y ha cumplido con creces su tarea.

Rubén Aguilar Valenzuela

@RubenAguilar