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Andrés Manuel López Beltrán

Andy está siendo cultivado desde ahora para ocupar el mismo cargo que su papá ocupó, y que aún desempeña bajo cuerda...

. Catón

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

“Mi papá era muy macho”. Eso dijo con voz áspera, ríspida y ácida un cierto mozalbete. Añadió en seguida, dulcificando el tono: “Pero yo salí a mamá”. Pues bien: Por lo que hace al carisma y a la habilidad política parece ser que Andrés Manuel López Beltrán, llamado Andy, tampoco salió a papá. Lo mostró con su desempeño, menos que mediano, como operador electoral de Morena en los recientes comicios habidos en estados como Durango y Veracruz, donde el partido del cual es dueño su progenitor retrocedió en forma visible y sufrió derrotas contundentes. Desde luego el junior culpará de esos desastres a los gobiernos locales, pero eso no disminuye su responsabilidad en las caídas que el oficialismo experimentó ahí. Lo malo de esto es que Andy está siendo cultivado desde ahora para ocupar el mismo cargo que su papá ocupó, y que aún desempeña bajo cuerda restando valiosas horas a la trascendente labor de pergeñar su próximo libro. Si dio a luz uno denominado “¡Gracias!” debería escribir otro llamado “Desgracias”, que seguramente ocuparía varios tomos de tomo y lomo, así de numerosas y variadas fueron las que causó a este país, del cual ya es propietario indiscutido después de la desastrada y desastrosa elección judicial del último domingo, la mayor tragedia sucedida en nuestro tiempo a México, si se exceptúa la llegada de López Obrador a la Presidencia. No soy pesimista. Carezco de la claridad de visión que se requiere para serlo. Pienso, sin embargo, que el futuro de México no tiene futuro, y que nos aguardan días difíciles, pues la Presidenta actual está mostrando ser una segunda versión de quien la precedió en el cargo, y ni siquiera corregida y aumentada, antes bien sin correcciones importantes y disminuida ante el poder frente al trono. La tiránica prepotencia evidenciada por el régimen de la 4T al destruir el Poder Judicial es ominoso anuncio de otros excesos semejantes, y aun quizá mayores, que causarán daños más directos a los ciudadanos. Si en la época de la dominación priista vivimos bajo una dictadura benévola, parece ser que estamos condenados ahora a sobrevivir bajo una malévola dictadura. Espero equivocarme, pero según veo las cosas vamos a estar ligeramente jodidísimos. En el paraíso terrenal el Señor le dijo a Eva: “Te tengo dos noticias, una buena y una mala”. “¿Cuál es la buena?” -preguntó Eva. Respondió el Creador: “Le puse al hombre una partecita de la cual podrás obtener mucho placer”. “Me interesa -ponderó la mujer-. Y la mala noticia ¿cuál es?”. Le informó el Señor. “Que a cambio de disfrutar de esa partecita tendrás que cargar con todo lo demás”. La recién casada le contó a su mejor amiga: “Mi esposo me es fiel”. “Yo puedo decir lo mismo -replicó la otra-. El que me engaña es mi marido”. Ella era mujer devota, portaestandarte de la Pía Sociedad de Sociedades Pías. Él era un playboy dado a toda suerte de frivolidades. Por un extraño azar quedaron uno al lado del otro en una cena de caridad, y la cortesía los obligó a entablar conversación. Desde luego bien pronto chocaron en sus opiniones. Declaró ella: “Estoy segura de que nunca estaremos de acuerdo en nada”. “No lo creo -replicó él-. Por ejemplo, si entrara usted en una habitación donde hubiera dos camas, una ocupada por un hombre, la otra por una mujer, ¿en cuál de las dos se acostaría?”. “En la de la mujer, naturalmente” -rebufó ella- “¿Lo ve? -concluyó él-. Estamos de acuerdo. Yo también haría lo mismo”. Pepito les dijo a sus papás: “Tuve mi primera clase de educación sexual. Y si siguen creyendo esas pen… de la cigüeña, las abejitas y los pajaritos, se van a llevar una sorpresa”. FIN.

MIRADOR

POR ARMANDO FUENTES AGUIRRE.

¿Recuerdas, Terry, querido perro mío, cuando nos poníamos a recordar?

No sé qué recordabas tú, y no recuerdo ya qué recordaba yo, pero los dos llevábamos encima muchos años. Teníamos por eso mucho qué recordar.

¿Has olvidado, ahora que ya no estás aquí, cuando subíamos por la vereda de los leñadores a la cumbre del alto cerro llamado el Coahuilón? Veíamos conejos, ardillas, venados, guajolotes silvestres. Una vez vimos una osa con sus dos cachorros. Ella se puso entre ellos y nosotros. Otra vez vimos un puma. Tú te pusiste entre él y yo.

No nos olvidemos de recordar, Terry. Con el tiempo los recuerdos se van y los olvidos llegan. Recuérdame como era yo, feliz, al lado de la amada eterna, y yo te recordaré como te pusiste tú, feliz, cuando te llevamos a la casa de tu primera novia.

Todo ha pasado, perro mío. Todo es pasado ya. Pero en la casa donde el recuerdo vive todo está vivo aún. No hay muerte ahí, que es una forma del olvido. Y no hay olvido, que es una forma de la muerte. Recordemos entonces, Terry. Recordemos. Volvamos a vivir.

¡Hasta mañana!...

MANGANITAS

POR AFA

“Se gastaron miles de millones en la elección judicial”.

Me dice cierto lector

de mentalidad muy clara

que estamos pagando cara

la tiranía de Obrador.