Hombría y cobardía ex presidencial

Los desencuentros entre presidentes tienen un largo registro en México, uno de los más conocidos fue el rompimiento entre Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas, un conflicto que catapultó la figura de Cárdenas al ordenar la expulsión de quien mantenía el poder, valiente decisión ante la injerencia del ex Presidente.

A partir de este conflicto, para algunos, Cárdenos tomó una dimensión épica, muchos hicieron de su figura un modelo y la posibilidad de una disidencia oficialista.

El general Luis Gutiérrez Oropeza acompañó a Gustavo Díaz Ordaz en su administración como jefe del Estado Mayor, la fidelidad que el general le guardaba se prolongó más allá de su sexenio, Gutiérrez fue un personaje controvertido y una parte del mismo Ejército lo cuestionó siempre.

La admiración por el ex presidente Díaz Ordaz la plasmó en dos textos que alcanzó a publicar, uno dedicado a la actuación del ex mandatario, elogioso y salpicado con experiencias y reflexiones en primera persona. En este libro: Gustavo Díaz Ordaz: El hombre. El político. El gobernante. Publicado el 12 de marzo de 1986, relata un desencuentro personal entre Lázaro Cárdenas y Díaz Ordaz.

Corrían los días en 1968 y el mandatario se encontraba en medio de intensas presiones. Para sorpresa de los funcionarios que acompañaban a Díaz Ordaz, sin cita previa, se presentó el general Lázaro Cárdenas pidiendo ser recibido por el Presidente, algo inusual, la agenda presidencial seguía un rígido orden.

Al ser informado y a pesar de que Díaz Ordaz alistaba su salida en ese momento, aceptó recibirlo, el jefe de su Estado Mayor narra lo acontecido: “Cárdenas cuando estuvo en presencia del presidente Díaz Ordaz le manifestó la razón de la urgencia y agregó: “Señor Presidente, he sido Presidente y considero que se está violando la Constitución”.

A esta afirmación el presidente Díaz Ordaz contestó: “Yo soy Presidente y además abogado; el proceder de mi Gobierno se ajusta a un artículo de la Constitución, señor general”. “¿Cuál es ese artículo? replicó el general Cárdenas al Presidente. A esta pregunta la respuesta de Díaz Ordaz fue: “El mismo artículo en que usted se apoyó para sacar del país al general Plutarco Elías Calles”.

El general Cárdenas visiblemente confundido guardó silencio. A continuación el presidente Díaz Ordaz dijo al general Cárdenas: “Mi general, ya me acordé del artículo; ese artículo es México, ¡México mi general! Alentar la subversión y dar asilo a los subvertidores del orden y respeto a las instituciones, eso sí es violar la Constitución señor general. Con permiso, agregó, queda usted en su casa”.

El Presidente salió dejando parado a medio despacho al general Cárdenas. Ya se alejaba el vehículo en que el presidente Díaz Ordaz iba a cumplir sus compromisos cuando el general Cárdenas salió del despacho presidencial con la mirada perdida, llevando en la mano su sombrero”.

Es de destacarse el valor de los dos al marcar sus diferencias de frente, en los sexenios siguientes los desacuerdos fueron vertidos únicamente en la prensa.

Un texto y opiniones del ex presidente Ernesto Zedillo sacaron de sus casillas al régimen, respondiendo virulentamente a la persona y utilizando a individuos de dudosa reputación para intentar desprestigiarlo, emiten mensajes amenazantes y la prensa oficialista, como la de Díaz Ordaz, sale a atacarlo.

La Presidenta defiende a su mentor y este permanece escondido disfrutando de las canonjías y privilegios que indebidamente se le otorgan, a diferencia de los otros ex presidentes, calla cobardemente.

Hacen todo tipo de ilegalidades para desacreditar a un ex mandatario que emitió valientemente una fundada crítica, ¿qué será cuando tengan todo el aparato judicial a su servicio?