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El exitoso embaucador de esta elección

MC se presenta como una tercera opción –joven, cool, nueva– cuando en realidad está jugando a favor de Morena.

Leo Zuckermann

JUEGOS DE PODER

Engañan gracias al candor de los votantes. De aquellos que realmente piensan que una tercera opción es viable en el México actual. De los que vomitan a los políticos del pasado y presente. De los que les encantan la frivolidad de personajes inflados con cancioncitas pegajosas.

Sí, me refiero a los embaucadores de Movimiento Ciudadano (MC).

El domingo, según las últimas encuestas, van a lograr su objetivo: Dividir el voto de la oposición fortaleciendo a los candidatos del gobierno. Todo indica que tendrán éxito.

Utilizo, a continuación, los datos de la encuesta de vivienda de Buendía&Márquez, con una muestra de dos mil entrevistas, levantada entre el 16 y el 26 de mayo.

Eliminando el 19% de los encuestados que no respondieron la pregunta sobre las preferencias electorales, Claudia Sheinbaum obtiene el 54% de las intenciones de voto, Xóchitl Gálvez el 34% y Jorge Álvarez Máynez el 12%.

El candidato presidencial de MC duplica las preferencias que tiene este partido por sí solo.

Consigue un porcentaje de dos dígitos. No está mal para alguien que entró de emergente ante la renuncia del Gobernador de Nuevo León quien prefirió quedarse en ese puesto a competir por la Presidencia.

Hoy ya tenemos más elementos para entender por qué. Estos días ha salido a la luz pública mucha evidencia de enriquecimiento inexplicable por parte de Samuel García a lo largo de su carrera política, lo cual inevitablemente hubiera salido en la campaña presidencial hundiendo al emecista. A la distancia, creo que fue mejor que participara Álvarez Máynez que García.

De Jorge no ha salido nada comprometedor. Él, disciplinado, ha jugado a lo que tenía que jugar: Ser la cara de una eficaz estrategia de mercadotecnia electoral.

Gracias a la genial composición de una tonadilla tremendamente pegajosa de Moisés Barba, Máynez (como lo rebautizaron) se dio a conocer muy rápido. De 13% de personas que reconocían su nombre en febrero, para mayo alcanzó el 73%. La canción se hizo viral en las redes sociales y plataformas de música. El contenido es una bobada sobre un supuesto partido de fútbol, pero repite el nombre de Máynez con una tonada contagiosa.

De acuerdo a la encuesta referida, del 73% que reconoce a Máynez, 36% tiene una opinión positiva de él y 13% una negativa. Son buenos números. Además, el sondeo demuestra que su fuerza está en los jóvenes entre 18 y 29 años de edad, segmento al que ha cortejado a lo largo de su campaña.

A quien menos votos le ha quitado Máynez, según la encuesta, es a gente que se identifica con Morena. En cambio, ha jalado un 12% del 45% de los electores que no se identifican con partido alguno (los llamados “independientes”) y un 6% del 21% de los que se consideran panistas, priistas o perredistas.

No creo que, si mañana desapareciera la candidatura de Máynez, sus doce puntos porcentuales se irían directamente a Xóchitl dejando la diferencia entre ésta y Claudia en ocho puntos. Pero estoy convencido que el candidato emecista a quien más votos le quita es a la oposición. Al dividir el voto de aquellos que no quieren la continuidad de la llamada “Cuarta Transformación”, le está haciendo un gran servicio a ésta.

Ahí está el engaño. MC se presenta como una tercera opción –joven, cool, nueva– cuando en realidad está jugando a favor de Morena. Lo hemos percibido en los debates presidenciales donde Máynez ha atacado más a Xóchitl que a Claudia.

No sé si exista un pacto explícito entre Dante Delgado, el cacique de MC –que de joven, cool y nuevo no tiene nada–, y López Obrador, pero no lo descartaría. Son dos personajes que estuvieron aliados durante años, se conocen bien y comparten un modo similar de hacer política propio del Sur del País. Y, como dice el propio, Dante, “para Andrés, lo único que cuenta es la última”. Pues este último servicio que le está prestando MC a Morena no puede menospreciarse.

La encuesta demuestra que, incluso sumando todos los votos de Máynez a Xóchitl, ganaría Claudia. Pero el daño está hecho al no haberse polarizado la elección en dos candidatas generando otra dinámica de campaña.

Más aún, en algunos estados, esos pocos o muchos puntos que se puedan llevar los candidatos de MC harían la diferencia para que gane Morena y no la oposición. El asunto parece particularmente claro en la Ciudad de México donde lo que obtenga Salomón Chertorivski podría hacer que triunfe Clara Brugada en detrimento de Santiago Taboada.

Parece que los embaucadores tendrán éxito. Si usted quiere votar por la oposición, mi recomendación es que no caiga en el engaño. Vote por aquellos candidatos que, en las encuestas, sí tengan posibilidad de ganar, no por los que están ahí para hacerle el favor a Morena.

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