Xóchitl perdió la gran oportunidad en el último debate presidencial
Tras una semana prometedora, Gálvez desperdicia oportunidades en el debate presidencial al enfocarse en ataques poco sustanciales en lugar de abordar la realidad de la inseguridad en México.
Xóchitl Gálvez Había tenido una buena semana. Salió bien librada de Tercer Grado. El domingo por la mañana asistió a una manifestación muy nutrida en la Ciudad de México de la llamada “Marea rosa”. Dio un buen discurso, breve y con sound bytes efectivos. En este sentido, llegó fortalecida al tercer y último debate.
Y, sin embargo, no le fue bien.
Se veía incómoda.
Lo peor es cómo dejó ir una oportunidad de oro. Uno de los temas del debate era la inseguridad, el Talón de Aquiles del Gobierno de López Obrador. Porque, aunque presenten estadísticas alegres, la realidad es que esta administración, como las de Calderón y Peña, fracasó en resolver el problema que más preocupa a los mexicanos.
Completamente innecesario atacar al Gobierno de AMLO, Morena y su candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, por una presunta alianza con el narcotráfico. La volvió a acusar de “narco candidata” y a Morena de “narco partido”. Su fuente: El libro más reciente de Anabel Hernández que tiene fuentes muy cuestionables. Tan cuestionables, eso sí, como las de los testigos privilegiados que utilizó la fiscalía estadounidense para condenar a Genaro García Luna.
Y luego la presunta vinculación de Mario Delgado con el llamado “Rey del Huachicol”, Sergio Carmona. Este no es un tema de narcotráfico sino de crimen organizado. Dijo la candidata opositora que existe una investigación en Estados Unidos sobre el dirigente nacional de Morena. Sin embargo, no presentó pruebas sólidas y contundentes que verificaran esta acusación.
¿Por qué atacar a los morenistas de socios del crimen organizado cuando existe evidencia abundante de la ineptitud de este Gobierno para resolver el problema de inseguridad?
Xóchitl perdió la oportunidad de golpear a Claudia con la realidad, no con especulaciones. Sus ataques debieron ser con historias personales, que vaya que abundan, y son las que más conectan con la audiencia. Las estadísticas salen sobrando. Ya lo decía Stalin: “La muerte de un millón de soldados soviéticos es un dato; la muerte de un soldado soviético es una tragedia”.
Desesperada, Xóchitl sacó un tema religioso que no venía al caso. Le dio un duro golpe a Claudia por la utilización de una figura de la Virgen de Guadalupe en una de sus faldas cuando la morenista no es católica. Caray, teniendo tantos frentes por donde atacar a Sheinbaum, decidió irse por un asunto espinoso, pero periférico.
Es cierto, Claudia no supo qué contestar. “Ahí mañana lo responderá mi equipo”, afirmó. De hecho, la morenista trató de evadir los ataques de Xóchitl dándoles poca importancia e incluso haciendo un llamado a elevar el nivel de un debate por la Presidencia de la República.
Sheinbaum tuvo dos momentos muy tristes y patéticos.
El primero fue su defensa a la desaparición de los diputados y senadores de representación proporcional. Si hoy Morena gobierna este País y 21 estados del País es porque la izquierda luchó durante lustros para que el PRI autoritario abriera el sistema político y permitiera la representación de minorías. Ahora que ellos gobiernan quieren acabar con este mecanismo, de tal suerte que ellos puedan quedarse con super mayorías en el Congreso producto de la sobrerrepresentación de un sistema de mayoría uninominal.
La candidata oficialista dijo que la pluralidad de ellos se logra con las mesas que hicieron para elaborar su plan de Gobierno. Es exactamente lo que argumentaba el PRI autoritario: Durante la campaña, el candidato presidencial “escuchaba” las propuestas de la sociedad.
Sí, triste y patético ver a Claudia, supuestamente de izquierda, defender la desaparición de los legisladores plurinominales con un discurso del viejo PRI.
Como triste y patética fue su propuesta a favor de la prisión preventiva oficiosa. Otra política más que cae en el populismo penal que tan malos resultados ha dejado.
Aunque Álvarez Máynez atacó algunas veces a AMLO y Claudia, fue mucho más duro en sus golpes contra Xóchitl. Una vez más quedó claro que su papel es dividir el voto opositor para cimentarle el camino a la Presidencia a Sheinbaum. Se da el lujo de engalanarse reconociendo que existe gente buena en todos los partidos e invitando a los votantes a participar el 2 de junio sin importar por quién voten. Muy bonito. Tremendamente sensato. Yo no le creo nada.
Un último comentario. Los candidatos supuestamente trataron el tema de las relaciones internacionales de México. Sin embargo, salvo una mención de Xóchitl, no se habló del gran elefante en la sala: El posible regreso de Trump a la Presidencia de EU. Lástima.
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