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#Debatechilango

Me quedo con la impresión de que el debate tuvo buen nivel y que hay tres buenas candidaturas.

No vi el primer debate por la CDMX el domingo en vivo, ni vi las redes. Lo escuché completo el lunes. Me quedo con la impresión de que el debate tuvo buen nivel y que hay tres buenas candidaturas. A pesar de los ataques y descalificaciones oí propuestas. Van los aciertos y errores de cada equipo.

Clara Brugada

La candidata de Morena-PT-PV demostró tener muy buenos reflejos y buena suerte. Fue la primera en hablar y lanzó un ataque preventivo contra Taboada al mencionarle que son “tres partidos de corrupción en un solo candidato”. Esto sentó el tono del debate. Brugada apostó por blindarse ante la esperada ofensiva por la caída de la Línea 12 del Metro y con ello tuvo de las mejores frases de la noche: “Se les cayó el cartel inmobiliario”, “cómo no se te cae la cara de vergüenza”, entre otras. De esta manera se anticipó y la libró. Su condición de puntera en las encuestas la obligaba a estar a la defensiva y lo hizo bastante bien. Clara puso propuestas sobre la mesa, esquivó ataques y dejó cinco heridas abiertas a Santiago al cuestionarlo sobre el cartel inmobiliario, las estancias infantiles, la ausencia de obra pública en su alcaldía, un Gobierno machista y transparencia. La morenista jugó bien la noche.

Sin embargo, sus fallos son amplios. En primer lugar tuvo un tono demasiado autocelebratorio. Presentó una CDMX idílica, un paraíso con agua, sin violencia, sin pobreza. No pudo sustentar con evidencias cómo financiaría sus programas sociales. Su idea del “chilango moment” suena al “Mexican moment” de Peña Nieto. La morenista tampoco criticó al Gobierno de Mancera ni a los gobiernos del PRD en los que ella participó. Defendió poco los avances en derechos para minorías, con una sola mención a la diversidad sexual, ninguna al feminismo, aunque sí usó el lenguaje incluyente.

Salomón Chertorivski

El candidato de MC pudo haberse llevado la noche. Tuvo un muy buen desempeño al ponerse en el centro y mencionar los sombrerazos entre sus rivales. “Ni el conformismo ni el apocalipsis” es una buena síntesis del mensaje de Salomón, quien jugó a la diferencia y a las propuestas. El uso de las palomitas fue un buen recurso para el reconocimiento de su nombre. Otro acierto de Chertorivski fue hablar de la salud y recordar que él fue uno de los impulsores del incremento al salario mínimo. Su partido apuesta por retener el registro y relevancia en el Congreso de la CDMX, así que su candidato va de gane.

Sin embargo, el emecista también cometió errores. Revivir la idea de sacar el aeropuerto de la CDMX y crear un proyecto de hospitales o un parque podrá sonar bien con las clases medias, pero resucita la corrupción inmobiliaria. Quizás el error principal de MC haya sido escoger mal a su aspirante presidencial. Salomón es mucho mejor candidato.

Santiago Taboada

El candidato del PAN-PRI-PRD llegó bien preparado. Llevaba toda la munición para poner a la puntera en la cuerda floja. Logró incluir la voz de quienes piensan que los de Morena “han hecho el peor Gobierno de la historia”. Señaló con nombres y apellidos a las familias que siguen esperando la construcción de una barda en una escuela y fue asertivo al preguntar directo si “tienen agua o medicamentos” “si se sienten más seguras” las mujeres y al cuestionar a Clara por sus pendientes en Iztapalapa. Santiago tuvo frases pegajosas como “frente a tus mentiras, mis realidades” o en las utopías hay “albercas sin agua”.

Sin embargo, los aciertos de Taboada fueron menos que sus errores. Fue débil al cuestionar el tema de la Línea 12 o el de la seguridad. Sus propuestas pasaron a segundo plano ante los ataques. Tuvo los guantes puestos toda la noche y no pudo hacer un solo nocaut. En el tono mimetizó a Ricardo Anaya y no ahondó en su idea de “blindar” la CDMX.

Clara ganó el debate porque sentó el tono y no titubeó. Considero que el segundo lugar fue para Salomón porque contrastó y creo que el perdedor fue Santiago simplemente porque no tuvo la contundencia necesaria para defenderse ni para atacar. Ojalá que los debates en los estados y los presidenciales tengan el mismo nivel que el de la CDMX.

Genaro Lozano