Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas /

Sheinbaum ante Trump

Donald Trump está cada vez más fuerte. Todo parece indicar que para marzo tendrá la candidatura presidencial republicana en su bolsillo.

Donald Trump está cada vez más fuerte. Todo parece indicar que para marzo tendrá la candidatura presidencial republicana en su bolsillo. A menos de que la Suprema Corte de Justicia o sus problemas legales lo descarrilaren, Trump se enfrentará por segunda vez a Joe Biden. La elección del 2024 tendría nuevamente a los mismos rivales en disputa. Y las encuestas hoy favorecen al republicano. ¿Cómo navegaría la primera Presidenta de México el regreso de Trump al poder? Asumiendo que las encuestas en México son correctas ¿cómo lidiaría la presidenta Sheinbaum a Trump 2.0?

Claudia Sheinbaum heredará las oportunidades y los problemas de una de las relaciones bilaterales más complejas y ricas del mundo, una relación gobernada principalmente por los temas de comercio, migración y seguridad. La creciente posibilidad del regreso de Trump a la Casa Blanca obliga a imaginar los complicados escenarios.

Sheinbaum estuvo la semana pasada en un foro organizado por la American Society, en donde también estará Xóchitl Gálvez. En ese encuentro, la candidata puntera empezó a delinear su visión sobre la relación con EU. Ahí, Sheinbaum se refirió en buenos términos a la relación comercial. Dijo que la integración no se puede parar y que toca fortalecerla y aprovecharla mejor. La morenista habló sobre las oportunidades del “nearshoring” para México y para el desarrollo regional, prometió certidumbre a las inversiones extranjeras así como acelerar la transición energética de México. En otras palabras, parece que está ofreciendo una continuidad en la política comercial con nuestro principal socio y que podrían esperarse cambios en la política energética. Ojalá así sea.

Sheinbaum parece optimista y ese mensaje dejó a la audiencia. Y cómo no. Los indicadores económicos para el comercio entre México, EU y Canadá son promisorios y es más que positivo que la candidata comparta la visión de una América del Norte que crezca generando prosperidad compartida, con bienestar, con certidumbre legal y trabajando con el sector privado. Es lo mejor que le puede pasar a la relación trilateral. Una voluntad de cooperación y un enfoque de desarrollo compartido.

Respecto a la migración y la seguridad es en donde se ve un entorno mucho más complicado. Sheinbaum mencionó que “hay que seguir tratando de manera conjunta” esos temas. EU está cada vez más presionado por el tema migratorio, por controlar el flujo de ingresos a su territorio, y muy poco preocupado por una reforma migratoria integral y humanista. La presión para el Gobierno de la próxima Presidenta será cada vez más fuerte. De hecho Trump prometió sellar la frontera si regresa a la Presidencia. El discurso del muro vuelve a asomarse a la relación bilateral. Por ello, Sheinbaum va a tener que apostarle a la cooperación y a un liderazgo más contundente con el resto de los países latinoamericanos. El tema migratorio no es sólo un asunto bilateral, ocupa una solución regional que va mucho más allá de exportar el programa de “sembrando vidas”.

Finalmente, hay muchas interrogantes en lo referente a la seguridad. En el encuentro con la American Society, la candidata no mencionó el tema ni tampoco se lo preguntaron. Canadá acaba de publicar datos muy interesantes sobre los efectos de la regulación de la cannabis, datos que abonan a la urgencia de regular el mercado de las drogas. EU ha reconocido su responsabilidad en el contrabando de armas ilegales en México, pero eso no es suficiente. Un cambio en el paradigma es más que necesario. La presidenta Sheinbaum tendría todo para poner esa discusión en la mesa, pero ¿escucharían Trump y el establishment de seguridad?

El regreso de Trump a la Casa Blanca abrirá nuevos frentes para México. En las cancillerías del mundo entero ya piensan cuáles serán los retos para el mundo en los próximos cuatro años. Sheinbaum tendrá en el sexenio de AMLO una buena guía para lidiar con Trump 2.0, pero necesitará hacer ajustes, especialmente en los rubros más difíciles de la relación. Será uno de los retos más importantes de su Gobierno.