Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna México

¿La ignorancia es dicha, atrevida o bruta?

Las noticias sobre las masacres en las últimas semanas subrayan el hecho de que un porcentaje de los mexicanos viven en comunidades controlados por el crimen organizado.

Sólo este año se registraron 427 masacres en México, según la ONG Causa en Común”. Este reporte, con sus horríficos datos, debería de quitarnos el sueño a todos los que vivimos en México. Son demasiados hermanos y hermanas los que todos los días mueren en actos de extrema violencia. Es difícil imaginar el impacto que tendrá en futuras generaciones de niños, niñas y adolescentes que han vivido directamente la violencia diaria de un país que parecería que está en guerra. Pero aun aquellos jóvenes y adolescentes que no amanecen a diario la amenaza, pero si reciben información de cómo se vive en diferentes partes de México. Y obviamente, son una generación que vive con mucho temor de ser la siguiente víctima.

Cada 19 horas se comete una masacre” en nuestro País según Causa en Común-definiendo masacre como el asesinato de “tres o más personas en un solo hecho violento.” Y entiendo aquellas voces que llaman a proteger a nuestros niños y niñas de información sobre la realidad que enfrentan a diario mexicanos en otros municipios u otras partes de una ciudad. Es muy difícil explicarle a un menor de edad la tragedia que se vive en México y por qué mueren tantas personas inocentes, sin tener un impacto sicológico. Pero los adultos también tienen el mismo problema de aceptar esta realidad: ¿Cuántos adultos han dejado de leer periódicos, escuchar o ver los noticieros “porque la realidad violenta de otros no debe paralizarnos ni preocuparnos ya hay poco o nada que podemos hacer para detener a los violentos?” Y así, podremos todos dormir mejor, porque la “ignorancia es dicha” según va el dicho.

Pero también está el dicho: “La ignorancia es bruta”. La decisión de no estar informado de lo que sucede a otros mexicanos resulta en una actitud de defensa propia, donde nos aseguramos de que a “nosotros jamás nos pudiera suceder porque no vivimos en esa ciudad, o tenemos amistades o familiares ‘complicados’, o la prensa exagera, o porque somos “buenas personas” y nos cuidamos de los malos y los malvados. Pero el rehusar entender lo que está sucediendo en el País, por cualquiera que sea la razón, resulta en una ignorancia peligrosa porque la construcción de muros más altos sólo protege si nunca sales de tu palacio.

Las noticias sobre las masacres en las últimas semanas subrayan el hecho de que un porcentaje de los mexicanos viven en comunidades controlados por el crimen organizado y son literalmente rehenes de los deseos y necesidades de estos criminales. La falta de información sobre lo que pasa en el País, explica la actitud que ha tomado el presidente Andrés Manuel López Obrador, ante las recientes masacres y las protestas por parte de familiares de los desaparecidos -una falta de empatía y reconocimiento del dolor que se vive en estas familias. El culpar a anteriores administraciones, insinuar que las víctimas “también tienen culpa o se lo merecían”, protegiendo los victimarios. Seguramente el Presidente, su equipo y sus seguidores duermen tranquilos, ya que el legado histórico estará intacto.

Pero la realidad de la violencia y el sufrimiento que enfrentan a diario tendrá que ser abordado y enfrentando por la siguiente Presidenta de México, sin importar si gana Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez. Particularmente difícil para la candidata de Morena, será no sólo reconocer de la estrategia fallida de López Obrador, sino poner sobre la mesa pasos específicos de cómo enfrentar a organizaciones criminales que se consideran entre las más violentas del planeta. Otro tema difícil, para ambas candidatas, es cómo asegurar que los candidatos locales y estatales, no estén vinculados a estas organizaciones criminales. La siguiente Presidenta corre el riesgo de también convertirse en rehenes de los cárteles si los presidentes municipales y gobernadores electos son aliados de algún cártel o grupo criminal.

Les dejo parte de este poema del metafísico inglés John Donne (1572- 1631): “Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”. Estas palabras nos recuerdan que, como todos somos pasajeros en este barco que es México, no podemos dejarlo hundir- y hay que escoger con cuidado el siguiente capitán-perdón- capitana, que navegará el País a buen puerto.

En esta nota