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Cascabel

Hacen bien los gobernantes en mostrar optimismo y de las pequeñas o grandes acciones hacer eventos mediáticos en busca de contagiar ese optimismo para estimular inversión, esperanza y trabajo conjunto.

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos... Charles Dickens

Vivimos sin duda una época de drásticos cambios sociales, la normalidad pre pandemia parecería ser un recuerdo lejano de lo que nunca mas volverá a ser y nuevamente nos vemos obligados a dibujar un nuevo trazo del camino a seguir para poder avanzar en los diferentes ámbitos. Lo que no ha cambiado es la realidad de México, donde el año pasado el Wolrd Justice Project nos ubica en el lugar 135 de 139 naciones evaluadas en el ranking de Ausencia de Corrupción, sólo quedan por debajo Uganda, Camerún, Camboya y República Democrática del Congo. Contribuyen a esta pésima evaluación los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial con una calificación de 0.10 y 0.31 de un máximo de 1, mientras Policía y Ejército logran una calificación de 0.33. En términos económicos la corrupción representa de acuerdo al Banco Mundial un costo del 9% del PIB, mientras Inegi estimaba en 2019 que el costo fue de 3,822 pesos por persona afectada para un costo total de 12 mil 770 millones de pesos.

En años recientes gracias al trabajo periodístico nos hemos enterado de grandes operaciones de extracción de recursos públicos para fines privados, tales como la "Estafa Maestra", el cobro de diezmos a empleados públicos, aportaciones para movimientos políticos, gracias a ello se han logrado pequeños cambios en el andamiaje legal. A la fecha aunque se conoce más, sigue sin haber justicia y mucho menos reparación del daño. Las grandes cantidades que se han mencionado traen consigo el riesgo de que cuando se conozcan otros esquemas orquestados de sustracción de recursos públicos vía empresas factureras o fantasmas si los montos no son igual de elevados, se consideren pequeñas infracciones que no ameritan castigo, como diaria aquel impresentable alcalde, “Si robe, pero poquito”

Andrés Manuel Lopez Obrador ya como candidato ganador el la noche del 1 de julio de 2018 decía “Erradicar la corrupción e impunidad será la misión de principal del próximo Gobierno. No se permitirá la corrupción, sobre aviso no hay engaño, quien cometa actos de corrupción será castigado, incluidos si son de mi equipo”.

Tal como Charles Dickens en su novela Historia de dos Ciudades nos presenta el conflicto entre dos mundos en época de cambios sociales, el discurso publico y la realidad, esa terca realidad, nos muestran el gran abismo existente entre la realidad y la narrativa oficial. Los personajes de Dickens vivían en Londres y París, parecería ser en nuestra versión los ciudadanos vivimos el México real y quienes ostentan el discurso oficial, en Babilonia. Al igual que la aclamada novela de Dickens que apareció en entregas semanales, a los mexicanos la fábula se nos presenta en una especie de radio novela o conferencia de prensa.

Hacen bien los gobernantes en mostrar optimismo y de las pequeñas o grandes acciones hacer eventos mediáticos en busca de contagiar ese optimismo para estimular inversión, esperanza y trabajo conjunto. Por otro lado no hay que olvidar que el primer paso para superar adversidades y problemas, es reconocer que se tiene un problema, la negación sólo alienta la inmovilidad. El cambiar aquello que no funciona también es importante y cada días más urgente. Es necesario reconocer que las preocupaciones del llamado círculo rojo distan mucho de las preocupaciones de la mayoría de la población. El luto, angustia, desesperación, desesperanza y desencanto en la población relacionados con la incapacidad del Estado en materia de seguridad, salud, educación, economía y combate a la corrupción deberían de estar por encima de los menajes de casa merecidos o inmerecidos de personajes del pasado, que en el fondo es un tema intrascendente.

La lupa debería de estar en las condiciones que permiten que Cananea quede incomunicada por tres días y tomada como rehén, que al Sur los cortes carreteros están de regreso, que en Hermosillo hay un día si y otro también calles tomadas por reclamos de diversos grupos, entre muchos otros temas prioritarios. El dialogo es importante, las acciones puntuales más.

Oscar F Serrato Felix es padre de tres, ciudadano, empresario, analista y optimista.

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