El Imparcial / Columnas / Columna Sonora

Cansancio del personal de salud 

No deja de sorprender el tono autocomplaciente con el que las autoridades informan de la situación de la economía sonorense.

Desde hace unos meses he leído reportajes sobre el estrés que causa entre médicos y personal de la salud la atención a los enfermos Covid. No había reparado mucho en ellos debido a que la mayoría aludía a casos de España, Nueva York y otras regiones del mundo. Parecían algo ajeno a nuestra cotidianidad; galenos entrevistados que mostraban en su rostro los estragos de largas jornadas de trabajo y el estrés que les causaba estar cerca de enfermos potencialmente contagiosos. Las marcas de la mascarilla surcaban semblantes cansados y ojerosos producto de las horas y noches de prolongada vigilia. Eran de otros lugares, o por lo menos no se difundían imágenes similares en medios de comunicación locales que mostraran situaciones parecidas en los nosocomios de la ciudad o del Estado.

Pero eso quedó atrás. Me ha tocado atestiguar una conversación entre médicos internistas que están en la primera línea de combate a la pandemia en hospitales de Hermosillo. Una especialista expresaba con preocupación que el repunte de contagios y el incremento de pacientes que requieren hospitalización y cuidados intensivos los toma completamente agotados. Ya han sido muchas semanas y meses involucrados en una dinámica infernal que parece no tener fin. Están cansados y esta circunstancia los pone en la disyuntiva de no responder al llamado de sus superiores a atender las urgencias que en estos días se están elevando a niveles no previstos.

Esta es la realidad que vive el personal de la salud que tiene a su cargo el cuidado de los enfermos Covid. Un comentario adicional de la internista ilustra claramente los riesgos que corren; decía que de los cuatro médicos que integran su equipo de trabajo, tres han tenido coronavirus. Sólo ella se ha escapado del terrible virus. Seguramente el cuadro que planteaba es la imagen generalizada de la situación que se vive en Hermosillo. De hecho, como sabemos por la información que proporcionan las autoridades de salud estatal, si no se rompe el mecanismo de propagación el problema empeorará y con ello las dificultades para atender adecuadamente un número creciente de enfermos.

La doctora terminó de sensibilizar a quienes la escuchábamos, al subrayarlo siguiente: Cuando salgo de mi guardia y observo a personas reunidas sin guardar las medidas de prevención recomendadas, sana distancia y uso del cubrebocas, me dan ganas de gritarles en su cara que actúan con irresponsabilidad criminal. Pero admitía que reaccionar así no tendría ningún impacto. Lamentablemente los vaticinios apuntan a que esto tiende a ponerse peor dado que el ambiente festivo propio de diciembre afectará las acciones de control aplicadas y será inevitable un aumento de contagiados que requerirán atención especializada; el problema es que la disponibilidad de camas con ventilador mecánico resultaría insuficiente. De ahí que no pueda descartarse el riesgo de colapso del sistema de salud, escenario que se había podido remontar con cierta solvencia en los meses anteriores.

Esperemos que nuestras autoridades sanitarias hayan previsto ese escenario y tomado las medidas adecuadas para que esa ominosa perspectiva no se cumpla. Ojalá que sea así y no, como muchos sospechan, se estén dando publicidad con fines electoreros. Ya veremos.

Sonora ¿Cómo va la economía?
No deja de sorprender el tono autocomplaciente con el que las autoridades informan de la situación de la economía sonorense. Dicen, palabras más palabras menos, que las inversiones registradas en los últimos años son producto de la confianza de los empresarios y que durante los meses de septiembre y octubre de este año los empleos generados crecieron significativamente. Lo que no dicen es que la relación de proyectos es prácticamente la misma desde que inició la actual administración y que los empleos generados en esos dos meses representan sólo el 40% del total de puestos perdidos por la pandemia, mientras que estados como Chihuahua y Baja California ya superaron el nivel que tenían antes de la contingencia sanitaria.

ÁLVARO BRACAMONTE SIERRA

Álvaro Bracamonte Sierra. Doctor en Economía.
Profesor-investigador de El Colegio de Sonora.

Temas relacionados