Vaquitas y Superhéroes

Y aquí seguimos en esta 4T que va desde las “vaquitas amarillas”, del supuesto diputado Sergio Mayer; los dislates de un Cuauhtémoc Blanco que es gobernador pero no gobierna ni sabe cómo hacerlo por su evidente falta de capacidad; el veracruzano Cuitláhuac García, que tiene todo el apoyo de su “jefe” (AMLO, of course), pero es incapaz de siquiera coordinarse con un fiscal, al que no quiere reconocer; diputados locales, como la sonorense Yumiko Palomarez, que parece no tener la más remota idea de cómo manejarse desde una curul; un Congreso federal a los pies del Presidente y un Presidente que tiene en la mira a la prensa y ahora lanzó una acusación general de “columnistas chayoteros” a los que les pagaban para pegarle… sin dar nombres claro.
Sí, es preocupante el momento que pasamos como Nación. La desesperación por dar golpes sobre la mesa están saliendo muy caros. Esta semana volvió a estar pletórica de momentos que nos hacen pensar que el mundo está al revés. 
1.- Cuando creemos que ya lo vimos o escuchamos todo, el señor López Obrador nos vuelve a sorprender. Ahora fue con otra acusación al aire contra la prensa, diciendo que había columnistas completamente corruptos. “Había columnistas que cobraban por sus servicios en el Gobierno es cierto y lo puedo probar. No puedo darlo a conocer, ya no me corresponde”, dijo en una “mañanera”. A ver, a ver, ¿vamos a hablar de corrupción en la prensa sin dar nombres? Eso es un claro atentado a la libertad de expresión porque mete a todos los periodistas en ese paquete y eso no es correcto. Si va a lanzar otra acusación más que lo haga con pruebas en la mano, con nombres, porque no todos los periodistas que lo cuestionamos somos corruptos. Lo bueno es que el INAI ya dio la orden de que saquen a la luz esas “pruebas”.
2.- Con la novedad de que don Marcelo Ebrard ahora se puso la capa de superhéroe y el señor Presidente lo mandó a recorrer la galaxia y traer las medicinas para combatir el VIH. Si no lo hubiera dicho en serio, resultaría hilarante imaginar a Ebrard en su papel de “avenger”. Mmmh, pero, ¿cuál es la razón para que mande al secretario de Relaciones Exteriores a esa peligrosa misión en lugar del de Salud? ¿Será que quiere recuperar al “brother” Marcelo después de que él y la cantante de moda (doña Beatriz la primera dama que no quiere ser primera dama, pero usa todos los medios oficiales para promoverse como primera dama) anunciaron la carta del perdón al rey de España o aquella vez en que lo dejó fuera de la jugada durante la visita del yerno de Trump?
3.- En medio de todo eso, resulta que a Sonora le dio una buena noticia, pues en un evento de seguridad dijo que Alfonso Durazo, el secretario de Seguridad Pública, era algo así como su segundo de a bordo, su suplente; su vicepresidente si esa figura existiera. Lo malo es que esta declaración puede hacer que los fusiles del fuego amigo ahora se vayan contra el sonorense.
4.- En el Día del Niño hubo chamacos a los que llevaron a dormir a la mañanera. El pasado 10 de mayo debieron invitar a señoras para “reclamarles” que no hayan hablado con sus hijos para que se portaran bien y dejaran de andar robando y matando gente en las calles. “Es lo único que les pedí y nomás no me lo cumplieron”, esperaba que don AMLO le dijera a las festejadas de ese día, pero no... 
5.- Y, pues, ya tenemos debidamente aprobada una reforma educativa que salió más o menos como le pidieron esas sectas sindicales (no, ellos no son mafia del poder, ¿ok?). Lo lamentable fue que volvimos a ver diputados y senadores a los pies del que creen es su jefe. 
El Pilar
Claudia Pavlovich arrancó el programa “Soy Pilar”, que es coordinado por Manuel Puebla, el secretario de Desarrollo Social. Se trata de dar créditos de 25 mil pesos para que abran sus propios negocios esas mujeres que tienen la responsabilidad de dirigir y mantener un hogar. A mí me gustó mucho, creo que hay que apoyar en serio a las madres solas. Este tipo de acciones hacen la diferencia, porque no se está regalando el dinero, sino que sale a manera de crédito y después apoyar a alguien más. Eso sí merece una palomita.