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El Imparcial / Tijuana / Día del Bombero

Salvar vidas es un asunto de familia

El motivo de la sonrisa del señor Eduardo Martínez Barajas es ver a su hijo desempeñarse como bombero, misma labor que él ejerció durante 33 años.

Tijuana, BC.- Las personas que rescató y las viviendas que salvó a lo largo de 33 años de servicio como elemento de Bomberos Tijuana no son el mayor orgullo para el señor Eduardo

Martínez Barajas.

El motivo de la sonrisa de Eduardo, de 85 años, es ver a su hijo, Eduardo Martínez Luévanos, desempeñando la misma labor. Salvar vidas es un asunto familiar en el hogar Martínez Luévanos; padre e hijo tienen la oportunidad de festejar juntos el “Día del Bombero”.

“Todavía tenerlo, ya tiene 85 años, tenerlo con vida, celebrarlo juntos, no puedo explicar ese sentimiento”, manifestó Eduardo.

Al ver a su padre saliendo de casa uniformado, en ocasiones sobre la bombera, decidió que eso era lo que quería hacer e resto de su vida.

“En ese tiempo tenía 18 años, ver a mi papá en las bomberas me dio curiosidad, entré aquí, me gustó y aquí me quedé, ya llevo 23 años en bomberos”, recordó.

Más de 20 años después de que vistió por primera ocasión el uniforme, Martínez Luévanos ha salvado tres vidas.

Dichas acciones le valieron ser uno de los elementos reconocidos durante la ceremonia de conmemoración del “Día del Bombero”, realizada en la estación central el 19 de agosto.

“Me dieron un reconocimiento porque, entre varios compañeros, rescatamos a una persona en un domicilio que se estaba quemando; me ha tocado rescatar a varias personas, he tenido tres rescates”, detalló.

En su último rescate, recordó, registrado en una vivienda ubicada en la colonia Nuevo Milenio, su intervención evitó que una mujer que quedó atrapada en una habitación muriera calcinada.

“Le dimos un ‘bajón’ al fuego y mientras unos estaban mitigando el fuego, nos metimos nosotros a re visar las habitaciones y en la segunda habitación fue cuando encontramos a una señora ya casi a cinco minutos de que hubiera fallecido”, comentó.

DIFERENTES ÉPOCAS

Para Eduardo Martínez Luévanos, la perspectiva de lo que es desempeñarse como bombero ha cambiado con el pasar de los años.

Ya que lo vivió en carne propia, se dio cuenta de que las condiciones en las que trabajaba su papá y en las que lo hace él mismo son diferentes.

“Como ellos antes trabajaban era muy diferente, con el mismo equipo casi apagaban el incendio, ahora somos un poco más profesionales, tenemos más recursos; cuando él estaba era pura agua lo que utilizaban, sin equipo”, explicó.

Sin embargo, la razón que lo motiva a pararse cada día e ingresar a lugares de los que la mayoría de la personas quieren salir es la misma que la de su padre, sin importar la época.

“Desde que te subes al camión de bomberos llevas la adrenalina, se te relaja todo el cuerpo y muchas veces no medimos las consecuencias; cuando sofocamos todo es cuando nos damos cuenta de lo que hicimos, en su momento te bloqueas y solo quieres apagar el incendio”, mencionó.

Cada 22 de agosto en México se celebra “Día del Bombero”, y la familia Martínez Luévanos festeja al doble.

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