Oscar aguardará los abrazos para tiempos mejores

Este Día del Padre será muy diferente en Baja California, especialmente para los trabajadores de la salud, quienes se quedarán sin un abrazo de parte de sus seres queridos para protegerlos de un contagio de coronavirus.

No creo que festejemos. Sería una imprudencia, una mala acción contra nuestros padres. Ya no es lo misma fuerza que tienen ellos, las defensas, ya están grandes. Hay que cuidarlos. Yo sabiendo que estoy lejos de ellos, yo estoy contento porque ellos están bien”, expresó Oscar Murillo, enfermero del Hospital General de Tijuana (HGT).

Con más de década de labor y de haber obtenido su vacante durante la pandemia de la influenza, mencionó que para atender a las víctimas del Covid19 recibió el apoyo de su familia, especialmente de sus dos hijos, quienes a pesar de su corta edad comprenden la labor de su padre.

“Mi niño ya sabe en qué trabajo, a qué me dedico. Siempre mi niño me dice ‘papi, cuídate mucho’, ‘papá te queremos mucho’ y cosas así.

“Yo siempre los he valorado mucho, mucho, yo tengo gracias a Dios a mi padre, madre, que ya están grandes. Yo siempre trato de trabajar con ellos, hablarles cada semana”, dijo Murillo.

El abrazo

Aunque la contingencia sanitaria modificó las formas de expresar los sentimientos, para el enfermero, al igual que para sus colegas, un abrazo siempre será un incentivo para continuar atendiendo a los pacientes sin importar la enfermedad que sufran.

“Darse aliento, fuerza, de que alguien te quiere, que alguien te quiere dar aliento de seguir adelante, de que mientras haya vida, hay fuerza de salir adelante. Eso es para mí un abrazo, es lo máximo, es echarle más ganas a esto. Un abrazo sería muy importante. Y más si se da con ganas, con gusto de abrazar a alguien”, compartió el Héroe de Bata Blanca.

En ese sentido, recordó el caso de una paciente que cumplió más de un mes de internada en el hospital, con quien el personal médico comprometió para vencer el Covid-19.

“Sabe donde está y sabe lo que está pasando. Con la paciente, sabe lo que quiere, le está echando ganas, está haciendo su esfuerzo por salir adelante. Hay pacientes que saben que están ahí, pero también manejan mucho estrés, están asustados”, comentó.

Y es ahí en donde además de la ciencia médica, también deben utilizar la parte más sensible de su ser para generar una confianza entre los enfermos para que se sientan motivados en luchar por su vida, agregó.