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El Imparcial / Tijuana / caza furtiva

Cobra auge caza furtiva en el Estado

La caza en Baja California presenta un auge con una gran derrama económica que beneficia el bolsillo de muchos, incluso el de los guías clandestinos que operan en impunidad sobre las cordilleras del “brazo poderoso”.

Son las especies reconocidas por el Gobierno las que gozan de un aprovechamiento cinegético (cacería) que no impacta en su densidad poblacional, pero otras infortunadas deben lidiar con la cacería furtiva; como el borrego cimarrón y la totoaba.

Según datos de la Secretaría de Protección al Ambiente (SPA), en el periodo 2016-2017 se cazaron 76 mil 557 ejemplares, es decir, 6 mil 231 más que el ciclo pasado. En la temporada de caza 2017-2018 se expidieron 4 mil 527 cintillos de distintas especies.

Hay 23 prestadores de servicios cinegéticos registrados en la SPA, 15 son de Mexicali, siete de Ensenada y una de Tijuana. Hay 335 Unidades de Manejo Ambiental (Umas), que comprenden una superficie de 1 millón 886 mil 432.15 hectáreas.

Las especies que se pueden cazar de forma legal en Baja California, son las palomas alas blancas, huilota y de collar; la codorniz California y Gambell; el faisán de collar, pato, cerceta, coyote, gallareta, grulla gris, conejo, liebre, puma, gato montés y el venado bura.

Eloy Moreno Mendez delegado en Mexicali de la Secretaría de Turismo en Baja California (Secture), reveló los resultados de la temporada de cacería 2017-2018 (24 de agosto del 2017 al 25 febrero del 2018).

El delegado explicó que se registró la visita de 1 mil 272 cazadores extranjeros, 693 cazadores nacionales y 1 mil 965 permisos de transportación de armas expedidos por la Sedena a enero del 2018.

La mayoría de los cazadores extranjeros provienen de Estados Unidos, principalmente de California, Texas y Nevada, el origen de los cazadores nacionales mayormente es de Guadalajara, Ciudad de México, Michoacán y Puebla.

La derrama económica promedio por cazador es de 1 mil 300 dólares por visita, llegan a venir hasta tres veces por temporada, la derrama económica aproximada por temporada es de 7 millones 663 mil 500 dólares, reveló Moreno.

El delegado de la Secture, contrastó que en la temporada de cacería 2016–2017 (26 de agosto 2016 al 26 a febrero 2017), se registraron 1 mil 245 cazadores extranjeros, 488 cazadores nacionales, 1 mil 733 permisos de transportación de armas expedidos por Sedena.

Ejidatarios señalan que están a un paso de que se permita la caza del borrego cimarrón, y éste consiste en la voluntad del Gobierno, aseguran que algunas Umas cuentan con todos los requisitos y arbitrariamente la SPA no ha emitido la tasa de aprovechamiento.

Alfredo Vizcarra Rivera, ejidatario del ejido Cordillera Molina, promovió el trámite para el aprovechamiento cinegético del borrego cimarrón, comentó que son muchos años trabajando en este tema impregnado de la controversia y desinformación.

Vizcarra y otros ejidatarios tienen la intención de acreditar sus Umas como zonas de aprovechamiento cinegético del borrego cimarrón, con la finalidad de preservar a la especie y su hábitat.

Aseveró que en la actualidad no hay programas o incentivos para proteger a la especie, y la caceríarepresenta un importante recurso que sería destinado en mayor porcentaje a la preservación del cimarrón.

Con un estudio en mano realizado por universitarios del hábitat, dijo que tiene detallado la población, movilidad y comportamiento del borrego cimarrón, pero no ha podido obtener la tasa de aprovechamiento.

Precisó que los borregos cimarrones suben hasta la orilla del poblado La Rumorosa, esta zona está llena de basura, siendo un riesgo la ingesta de plástico y alimentos nocivos, entre otras condiciones que actualmente aquejan a la especie.

“Hay demasiada falta de información en la sociedad, al animalito para que se pueda conservar hay que meterle dinero, de dónde si no hay presupuesto de gobierno”, comentó.

La cacería del borrego cimarrón se ha realizado en Baja California Sur y en Sonora, logrando un incremento de las poblaciones, aseguró Vizcarra. Hay cazadores que invierten grandes cantidades de dinero si se realiza de forma transparente y legal.

Se requieren fideicomisos entre los dueños de la tierra, iniciativa privada y gobierno, las ganancias se dividen en diferentes rubros y el número uno es la vigilancia y preservación de la especie.

Generación de empleos, mejoría del hábitat del borrego y mayor reproducción eliminando los machos alfa, abriendo paso a la reproducción de los borregos jóvenes con las hembras, representa para Vizcarra la caza legal del carnero.

Vizcarra tiene cinco bebederos y dos comederos que rellena cada 15 días para los borregos que pasan por sus tierras.

La idea del aprovechamiento cinegético bien sustentada, es que a través de los estudios se clasifican las edades, hay borregos fase cuatro, tres, dos, uno, infantes y hembras, los cazadores van por fases cuatro (el más viejo), éste les da puntuación de trofeo.

“No le van a tirar si es fase tres, porque no sería útil para la competencia internacional, hay una llamada ‘El Gran Slam’, que paga inmensas cantidades al ganador, si se gana la del cimarrón, quiere decir que tiene todas las variaciones del borrego en el mundo y las de mejor puntuación con permisos legales”, reveló.

Con la cacería hay posibilidad de un ingreso para el mantenimiento del hábitat con vigilancia, señalamiento y mejoramiento en los aguajes naturales.

“Los cazadores corruptos provenientes de Sonora han venido a ofrecerme a mi hasta 50 mil dólares, es una mafia, un tema delicado”, reveló indignado el ejidatario Alfredo Vizcarra Rivera.

Entre ejidatarios han comentado que llega gente muy adinerada por transporte marítimo a Baja California, por la misma ruta sacan la cornamenta con características de un primer lugar, diciendo que lo cazaron en Sonora para poder competir.

Vizcarra ha presenciado la caza clandestina, hace cuatro años detuvieron en el Cañón de Guadalupe a dos vehículos y once jugadores, todos provenientes de Mexicali, que traían permisos para la cacería pero en Rosario y no en la zona donde estaban.

“Si no se topan con la autoridad matan al animal, pasa esto con los venados sobre todo, esa es la realidad de la corrupción en la caza”, aseveró.

En la sierra hay guías que llevan a los cazadores en donde se encuentran los borregos, son personas que viven en las zonas agrestes de una forma muy humilde, por ello ceden a las propuestas de los cazadores clandestinos por 5 mil pesos y algo de despensa.

“Son personas que viven en una forma muy humilde, y no le dicen que no a una oportunidad de ese tipo, hay otros que lo hacen por ‘mañosada’ y cobran bien, yo he oído hablar de esas prácticas sobre todo en la zona del Rosario que hay mucho más borrego que aquí”, compartió.

A nivel mundial el borrego cimarrón más codiciado es el de Baja California, porque no hay permisos, además de ser el más grande de todos los tipos de la especie.

Se calcula que un animal en las primeras cacerías podría alcanzar un pago por 400 mil dólares, ya que históricamente se ha pagado eso por ello, con el paso de los años ya no se cobraría lo mismo.

Palomas alas blancas.

Huilota y de collar.

Codorniz California y Gambell.

Faisán de collar.

Pato.

Cerceta.

Coyote.

Gallareta.

Grulla gris.

Conejo.

Liebre.

Puma.

Gato montés.

Venado bura.

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