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El Imparcial / Tijuana / Expediente siquiátrico

Celos sin motivos… y entonces ¿las drogas?

Hasta hace un par de semanas, “Ernesto” vivía con su esposa, Carmen, de 55 años, y acude a consulta para tener seguimiento en consulta externa debido a que hace un par de meses fue hospitalizado en una unidad siquiátrica.

Como se ha mencionado, él vivía con su esposa, en casa propia, trabaja 12 horas en una maquiladora y en algunos ratos libres como chofer de taxis. Antes de ser hospitalizado había empezado a celar a su esposa, era desconfiado, pensaba que su esposa estaba teniendo una relación extramarital; en un principio no se iba a trabajar al taxi, al contrario, se quedaba a unas cuantas casas de su domicilio esperando que su esposa saliera y entonces la seguía, posteriormente comenzó con ausentismos en la fábrica donde laboraba, comentaba que por situaciones personales debía salir temprano o se negaba a hacer tiempo extra, situación a la cual él nunca se había rehusado.

Al paso de los días, comenzó a ver las conversaciones del celular de “Carmen” buscaba evidencia en su ropa sucia y en los cajones de su cómoda; y fue cuando comenzaron los reclamos, de forma directa le recriminaba diciéndole que ella tenía una aventura, situación que “Carmen” siempre negó, nunca se encontró evidencia, ella hacía su rutina de forma cotidiana, iba a hacer su mandado, era visitada solo por sus hijos y familiares, su círculo social era muy reducido, sin embargo se redujo más para no tener problemas con “Ernesto”.

Los hijos de ambos, decidieron llevar a “Ernesto” al hospital de siquiatría debido a que su papá comenzó a celar más a “Carmen” con sus familiares, con ellos mismos como hijos, en la noche la despertaba gritándole que había metido a un hombre debajo de su cama. En una ocasión los vecinos hablaron a la policía debido a que escucharon muchos gritos y una silla salió volando a través de la ventana.

Por tal motivo sus hijos decidieron que era momento de que recibiera atención en una unidad siquiátrica, donde fue valorado por un médico siquiatra quien decidió su internamiento. Al momento de la entrevista “Ernesto” negó el consumo de sustancias, sin embargo el antidoping fue positivo a metanfetaminas y anfetaminas.

Durante su estancia intrahospitalaria comenzó a recibir medicamento, claro que en un inicio se negaba; “Ernesto” argumentaba que él no estaba enfermo, que era normal que defendiera su hombría y su matrimonio.

A los días de tratamiento comenzó él mismo a darse cuenta que ya no estaba preocupado por que estuviera haciendo su esposa o si le estaba siendo infiel mientras él se encontraba en el hospital.

Al ser egresado del hospital se decide que acuda a seguimiento en el área de consulta.

Los delirios son creencias falsas, fijas que pueden ir creciendo al paso del tiempo, sin embargo su diagnóstico no suele ser fácil, debido a que la persona puede presentar un delirio que en muchas ocasiones pareciera que es verdadero; por lo tanto la gente que está a su alrededor en ocasiones no le da la importancia debida, hasta que existen situaciones de peligro como es la violencia física, errores de juicio y conducta, o alguna otra situación que ponga en riesgo la vida de la persona o de la otra persona involucrada.

En el caso del paciente cursa con un trastorno de ideas delirantes de tipo celotípico, el cual es más común en varones y en muchas ocasiones no cuentan con algún otro antecedente siquiátrico, sin embargo en el caso de “Ernesto” existe el antecedente de consumo de drogas, las cuales pueden originar este tipo de síntomas, ya durante la entrevista “Ernesto” confesó que sí consume “crystal” de forma cotidiana, así como uso de cocaína una vez al mes y alcohol cada fin de semana.

El tratamiento en estos casos va enfocado al trastorno primario que es el consumo de sustancias y alcohol, el cual se debe otorgar de forma multidisciplinaria, en algunos casos es importante valorar que el paciente reciba dicho tratamiento en una unidad para adicciones.

En el Hospital de Salud Mental de Tijuana contamos con el personal capacitado para poder atender los trastornos de ideas delirantes así como patologías relacionadas con el consumo de alcohol y sustancias; por lo tanto no dude en acudir a nuestras instalaciones.

Estos casos están basados en historias reales, pero los nombres y datos personales han sido modificados, la intención es apoyar a aquellas personas que se identifiquen con ellos.

*“Esta publicación se encuentra registrada con el nombre Expediente Psiquiátrico: Casos Clínicos Psiquiátricos del Hospital de Salud Mental de Tijuana, bajo el número 04-2017022311275200”

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