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Vinculan a presunto homicida de 'La Obrera'

Santiago ‘N’ fue vinculado a proceso por la desaparición de la pareja Jesús Rubén López Guillén y María Teresa López.

Tijuana.- “No voy a decir nada; déjenme ir y yo se los entrego”, manifestó Santiago “N” antes de ser asegurado por la Policía Ministerial y posteriormente ser vinculado a proceso ayer por la tarde por el delito de desaparición forzada por particulares en calidad de autor directo de forma dolosa.

Ayer, Santiago “N”, quien es señalado como presunto responsable de la desaparición de sus suegros, sostuvo la audiencia inicial en sala 2 de los juzgados ubicados en La Mesa, en la cual se calificó de legal su detención, se le realizó la formulación de imputación y la vinculación a proceso.

Primeras versiones

Las pruebas vertidas por la Fiscalía señalaron que el viernes 10 de enero, Jesús Rubén López Guillén, de 70 años, y María Teresa López, de 65, le notificaron a su hija, Norma López, que viajarían en automóvil por la mañana a Tijuana, provenientes de Garden Grove, California, para encontrarse con Santiago “N”.

Dicho encuentro sería con el propósito de que Santiago “N”, esposo de Norma, les pagara alrededor de 120 mil pesos, cantidad acumulada a lo largo de dos años por la renta de unos departamentos ubicados en la calle Donato Guerra, en la colonia Obrera segunda Sección, en el que el sujeto vivía y, además, se encargaba de cobrar la renta a inquilinos.

De acuerdo con la declaración de Norma, sus padres salieron de casa a las 7:00 horas, sin embargo, al volver a su vivienda en Garden Grove, Jesús Rubén y María Teresa no habían regresado de Tijuana.

Al llamar a Santiago “N”, este le notificó que recogió a sus suegros en la garita de “El Chaparral” a bordo de un vehículo de la plataforma Didi; posteriormente los llevó a la Plaza Loma Bonita a una sucursal Bancoppel a retirar el dinero acumulado de las rentas, a cambiar el dinero a dólares y, momentos más tarde, de regreso a la garita.

Sin embargo, tras revisar la última ubicación del celular de su madre, se percató de que el teléfono seguía en la vivienda de la calle Donato Guerra.

Acude al MP

Tras no tener noticias de sus padres, Norma López viajó el 11 de enero a Tijuana para reportarlos como no localizados al Ministerio Público.

Norma acudió a las instalaciones acompañada de Santiago “N”, quien dio su versión de los hechos y reafirmó que la pareja cruzó caminando a Tijuana y regresaron en Didi a la garita, por lo que se publicó la primera pesquisa para la búsqueda de Jesús Rubén López Guillén y María Teresa López.

Incongruencias

La Fiscalía relató que, a raíz de la visita al Ministerio Público, Norma López optó por revisar nuevamente el GPS del teléfono celular de su madre para conocer las ubicaciones exactas del viernes 10 de enero.

Según la localización, Jesús Rubén y María Teresa salieron de su domicilio a las 7:30 horas a bordo de un automóvil Toyota Tundra, modelo 2005, color verde y cruzaron la garita de “El Chaparral” a las 9:58 horas.

A las 11:23 horas la pareja arribó a la calle Donato Guerra, donde se mantuvieron hasta las 13:25 horas.

Posteriormente, a las 13:36 horas se trasladaron a un establecimiento de pizza, después, a las 15:30 horas a un mercado Calimax en la colonia Obrera, para más tarde regresar a la vivienda, donde se tuvo la última conexión.

Además, al revisar las redes sociales de la señora María Teresa, Norma encontró un mensaje de Santiago “N”, en el cual le pidió a su suegra cruzar en automóvil para poder llevarse de regreso unas macetas.

La fiscalía detalló durante la audiencia que, pese a las contradicciones, Santiago “N” mantuvo su versión.

Entrevistas con testigos

Para vincular a proceso, la Fiscalía desahogó las declaraciones de diferentes testigos y los indicios recolectados por la Policía Ministerial.

El señor Rogelio, quien en los últimos seis meses llevó a cabo trabajos de construcción en los departamentos de la calle Donato Guerra, detalló a la Policía Ministerial que el viernes 10 de enero llegó a dicha dirección para realizar remodelaciones.

A su arribo al domicilio, a las 8:00 horas, encontró a Santiago “N”, a quien apoda “El Gordo”, recogiendo tierra con una pala y este le notificó que más tarde llegarían sus suegros en automóvil, por lo que necesitaba terminar de recoger escombros.

A las 9:30 horas, dijo Rogelio en su testimonio, arribaron dos adultos mayores a la vivienda e ingresaron a la vivienda a bordo de un Toyota Tundra, color verde.

A la llegada de sus suegros, Santiago “N” le pidió a Rogelio retirarse del inmueble, sin embargo, el trabajador regresó más tarde porque olvidó su mochila en el lugar.

Rogelio aseguró que, cuando regresó a la casa, vio a Santiago “N” y a su pareja sentimental, identificada como María de la Paz Hernández, de pie en uno de los pasillos, sin embargo, no le permitieron entrar.

En su testimonio, Rogelio dijo que, cuando regresó al inmueble por la tarde, el vehículo Toyota Tundra seguía en el interior.

Por su parte, la señora Natividad, otra de las testigos, declaró a los policías ministeriales que, en la noche del viernes 10 de enero, escuchó ruidos en la vía pública; al asomarse por la ventana, apreció a Santiago “N” manejando un “pick up”, color verde, mientras ingresaba a su domicilio.

Cambia versión

A raíz de las diferentes contradicciones que se encontraron en las declaraciones de los testigos, Norma explicó a los policías ministeriales que el lunes 13 de enero recibió mensajes por parte de Santiago “N”, en los cuales le aseguró que sus suegros sí llegaron en carro a su casa.

Santiago “N” agregó que mintió porque estaba en peligro de que lo asesinaran y que Jesús Rubén y María Teresa fueron secuestrados por sujetos que querían quedarse con el dinero de las rentas; de hecho, los presuntos responsables pedían 15 mil dólares para dejarlos en libertad.

Norma notificó a la Policía Ministerial de dichos mensajes, por lo que los agentes buscaron al sujeto para entrevistarlo.

El 16 de enero, a las 20:00 horas, Santiago fue abordado por los oficiales en el puente de “El Chaparral”.

Al percatarse de los agentes, trató de huir y fue alcanzado para adelante; cuando fue abordado, declaró que no diría nada, pero, si lo dejaban ir, entregaría a sus suegros.

Tras dichas declaraciones, Santiago “N” fue asegurado y puesto a disposición del Ministerio Público.

Hallazgos

Con los diferentes testimonios y contradicciones de Santiago “N”, el juez de control liberó la orden de cateo, la cual fue cumplimentada por la Agencia Estatal de Investigación el 17 de enero.

Según información proporcionada por la Fiscalía General del Estado, elementos de la Agencia Estatal de Investigación ingresaron al inmueble en la mañana del viernes.

Dentro de uno de los cuartos, se encontraron con cuatro cadáveres, dos masculinos y dos femeninos.

El informe pericial detalló que los cuatro cuerpos presentaron múltiples lesiones provocadas por un objeto contundente y un arma punzocortante; también estaban amordazados y amarrados de las manos.

A un costado de los cadáveres, se descubrió un arma tipo machete y un bat de beisbol de aluminio.

Más tarde, Norma López pidió ver las imágenes de los cadáveres y confirmó; uno de los hombres era su padre, Jesús Rubén López, y una de las mujeres era su madre, María Teresa López.

Los otros dos cuerpos se mantienen sin identificar en el Servicio Médico Forense.

Vinculación a proceso

Después de escuchar todas las pruebas y declaraciones por parte de la Fiscalía, la juez de control vinculó a proceso a Santiago “N” por el delito de Desaparición Forzada por particulares en calidad de autor directo.

El presunto responsable recibió la medida cautelar de prisión preventiva y un plazo de cinco meses para finalizar las investigaciones.

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